La elecci¨®n presidencial en Paraguay se prev¨¦ re?ida tras 40 a?os de gobiernos colorados

Los paraguayos elegir¨¢n ma?ana un nuevo presidente, por segunda vez tras la ca¨ªda de la dictadura del general Alfredo Str?ssner en febrero de 1989, en medio de una total incertidumbre sobre el posible vencedor y con la duda de si las Fuerzas Armadas aceptar¨¢n el veredicto de las urnas. Se teme adem¨¢s que el fraude electoral pueda modificar el resultado a favor del candidato del Partido Colorado, que gobierna desde hace 40 a?os.

ENVIADO ESPECIAL, Los sondeos de opini¨®n no resultan fiables y no permiten aventurar qui¨¦n ganar¨¢ la consulta y cualquiera de los tres candidatos favoritos puede vencer. El colorado Juan Carlos Wasmosy, ingeniero de 54 a?os y ex ministro del actual Gobierno, cuenta con todo el apoyo del presidente, Andr¨¦s Rodr¨ªguez, y del aparato estatal. En principio este apoyo bastar¨ªa para ganar con comodidad la elecci¨®n, pero el candidato afronta el problema de la divisi¨®n de los colorados. Wasmosy consigui¨® la nominaci¨®n de su partido tras una dura lucha con el ex canciller Luis Araga?a, quien apela a no votar y acusa a su adversario de fraude.El liberal Domingo La¨ªno, abogado de 56 a?os, presenta en su biograf¨ªa una larga trayector¨ªa de lucha contra la dictadura de Str¨®ssner, que puede no bastar para conseguir la presidencia. La¨ªno ya cay¨® derrotado de forma abrumadora por Rodr¨ªguez en la elecci¨®n presidencial de 1989. El Partido Liberal Radical Aut¨¦ntico (PLRA), que dirige La¨ªno, enlaza con la tradici¨®n bipartidista de Paraguay y constituy¨® hist¨®ricamente la alternativa a los colorados. Con arraigo en las zonas rurales, parece d¨ªficil que La¨ªno consiga arrastrar a los disidentes del coloradismo.

Empresario candidato

Guillermo Caballero, un abogado y empresario de 49 a?os, candidato del movimiento denominado Encuentro Nacional, representa una tercera fuerza nueva, con muchas posibilidades seg¨²n los sondeos. Caballero procede de la socialdemocracia, pero tiene un apellido de resonancias hist¨®ricas para los colorados, porque es bisnieto del general Bernardino Caballero, fundador del Partido Colorado y residente de Paraguay entre 1880 y 1886. Hace pocos meses, Caballero expuso a este enviado especial que su ¨²nica oportunidad de llegar a la presidencia era la divisi¨®n de los colorados.A esta incertidumbre sobre el desenlace de la consulta se une la posici¨®n de los militares. El hombre fuerte del Ej¨¦rcito, el general Lino Oviedo, ya anticip¨® de forma contundente que de ninguna manera van a entregar el poder. Las declaraciones de Oviedo hace d¨ªas significaron una aut¨¦ntica bomba en medio de la campa?a electoral.

Oviedo no es un militar cualquiera, sino el hombre con m¨¢s fuerza y prestigio dentro de las Fuerzas Armadas, producto de su arrojo el d¨ªa del golpe contra Str¨®ssner. En aquella ocasi¨®n Oviedo se present¨® en la guarida de Str¨®ssner con una granada en la mano y advirti¨® al dictador que o se rend¨ªa o volar¨ªan todos por los aires.

El estrecho margen en el desenlace aumenta la posibilidad de fraude en un pa¨ªs con experiencia de d¨¦cadas en esa materia. Censos electorales inflados, caciques especializados en conducir como ganado a los votantes a las urnas, son s¨®lo una peque?a muestra.