Toreo de sal¨®n
La tarde anterior prepar¨® con mimo la faena, hasta aprend¨¦rsela pr¨¢cticamente de memoria. Ayer, aunque se hab¨ªa acostado a las cuatro de la madrugada, se levant¨® temprano y se visti¨® cuidadosamente: chaquetilla pr¨ªncipe de Gales, taleguilla azul marino y corbat¨ªn de espuelas entrecruzadas. "As¨ª vas bien". Yayo, su mujer, prefiri¨® no acompa?arle; sali¨® a la puerta de su chal¨¦ adosado y desde all¨ª le despidi¨® con un beso.Estaba tenso y no era para menos. Baltasar Garz¨®n se jugaba la vida en Albacete. No era a las cinco de la tarde, sino al filo del mediod¨ªa, pero la faena que le esperaba a El Independiente ten¨ªa la trascendencia de las grandes corridas. El cartel estaba hecho a su medida: Jos¨¦ Bono Mu?idor de La Mancha, ser¨ªa el padrino de la alternativa; Narc¨ªs Serra Finito de Barcelona, oficiar¨ªa de testigo. Al llegar al ferial, una charanga tocaba Se va el caim¨¢n. El coso estaba a rebosar. Las 5.000 almas que esperaban el espect¨¢culo, amenizadas por los coros y danzas locales, eran el vivo retrato de una pir¨¢mide invertida; la edad media no bajaba de 60 a?os.
Sali¨® al ruedo entre ovaciones, llevando por cuadrilla a cuatro guardaespaldas. Con la mirada tensa de los grandes momentos y la sonrisa met¨¢lica congelada, se plant¨® en el centro de la arena entre el siseo general. All¨ª, con la responsabilidad hel¨¢ndole la sangre, se abraz¨® a Mu?idor de La Mancha, despleg¨® la muleta y se dispuso a ajecutar la faena.
No hubo tal. En Albacete no hab¨ªa toro ni torero. Baltasar Garz¨®n El Independiente hab¨ªa venido a justificarse. Atenazado por la ola de cr¨ªticas que ha levantado su reciente cambio de estilo, el viejo artista justiciero se revel¨® como un gris pegapases, sin acoplarse en ning¨²n momento con su enemigo. Lo llevaba dentro. A lo largo de 18 tediosos minutos, despleg¨® su mon¨®tono repertorio. Con la derecha, Garz¨®n se dedic¨® a valorar su independencia y profesionalidad anteriores; cuando se ech¨® la muleta a la izquierda, interpret¨® el unipase: "Yo no soy neutral. Por eso me he unido a un proyecto de progreso". Acostumbrados a D¨¢maso Gonz¨¢lez, y teniendo en cuenta que el debutante se hab¨ªa presentado como hijo de la vecina provincia de Jaen, el respetable se mostr¨® condescendiente. No hubo m¨²sica, ni pa?uelos pidiendo la oreja. Los veterinarios hab¨ªan rechazado los toros m¨¢s comprometidos -el primero, "Cr¨ªsis" y el sexto "C¨®rrupci¨®n" y hab¨ªan convertido la corrida en un festival ben¨¦fico. All¨ª no cab¨ªa el entusiasmo de las grandes emociones.
Garz¨®n estuvo fr¨ªo y a la defensiva, probablemente acomplejado por su nuevo oficio, sin conectar nunca con un p¨²blico de sal gorda, excesivamente bullanguero. Su estilo se adapta mucho m¨¢s al p¨²blico de sol y sombra, amante de las faenas de sal¨®n. Sus compa?eros de cartel, cumplieron. Mu?idor de La Mancha se mostr¨® serio y batallador y Finito de Barcelona, m¨¢s efectista, abus¨® descaradamente del pico.
El fervor popular, contenido toda la corrida, s¨®lo se desat¨® camino del hotel. Los aficionados, atra¨ªdos por la magia de El Independiente, un hombre de pasado ¨¦pico y brillante, cerraron la tarde clamorosamente obligando al nuevo maestro a refugiarse en el coche oficial para escapar de tanto apret¨®n de manos y tanto beso vulgar. All¨ª le esperaban los otros dos espadas, que disimulaban con una sonrisa perfectamente estudiada el malestar que provoca la cercan¨ªa de los ¨ªdolos.
La confirmaci¨®n de la alternativa ser¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 4 de junio en Madrid. Entonces se despejar¨¢ la duda de si Garz¨®n se conforma con ir en la cuadrilla de Felipe o prefiere torear un mano a mano.
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