Lauritzen logra el primer triunfo en solitario

CARLOS ARRIBAS, Una escapada por fin triunf¨® y el noruego Dag-Otto Lauritzen (TVM) se impuso en solitario en la meta de Santander. Lauritzen, de 36 a?os, el ciclista m¨¢s viejo del pelot¨®n, se hab¨ªa escapado a mitad de etapa y consigui¨®, por s¨®lo 2 segundos, robarles una victoria a los sprinters. Tony Rominger (Clas) sigue de l¨ªder tras una etapa corrida bajo un tiempo de perros, lluvia y niebla, y que los favoritos se tomaron con calma. Los ¨²nicos momentos de tensi¨®n se vivieron en el descenso de los dos puertos, donde se produjeron abundantes ca¨ªdas. Hoy y ma?ana se disputar¨¢n las etapas m¨¢s duras, que pueden decidir la Vuelta.

Lauritzen aprovech¨® su d¨ªa. No era el, de los sprinters. Y eso que lograron llegar enteros a Santander. Ellos, los Guti¨¦rrez, Abduyap¨¢rov y compa?¨ªa, hicieron el esfuerzo de no descolgarse en os dos puertos de primera (La S¨ªa y Alisas). Sus equipos, sin embargo, no pudieron anular la t¨ªpica escapada tempranera. El terreno no daba de, s¨ª. No era llano. Y Lauritzen se aprovech¨®.Su ventaja nunca fue imponente. Corno m¨¢ximo cuatro minutos. El control en el pelot¨®n, sin embargo, no existi¨®. M¨¢s bien hubo anarqu¨ªa en los kil¨®metros finales. Se marchaba a empellones. Intentaba un grupo de bandoleros una escapada hab¨ªa. aceleraci¨®n.

As¨ª, con el cansancio del viejo noruego, un ex paracaidista abocado al retiro y repescado por los holandeses del TVM, y la taquicardia de los perseguidores, los segundos fueron cayendo, pero no lo suficientemente r¨¢pido como para evitar la victoria de Lauritzen. Cuando ¨¦ste afront¨® los dos ¨²ltimos kil¨®metros y vio que eran en descenso, pudo respirar. Dej¨® de hacer muecas de sufrimiento y vio que era imposible perder. Quiz¨¢ sinti¨® la misma alegr¨ªa que seis a?os atr¨¢s, cuando en el Tour de 1987 gan¨® la etapa reina.

Rominger, fuerte

Mientras, Rominger, el l¨ªder, se siente fuerte y ve con agrado lo que queda. "Echaba de menos en esta Vuelta las etapas duras, como la que hubo el a?o pasado con el Tourmalet. Hasta ahora todo hab¨ªa sido suave. Pero tampoco quiero decir que exista una etapa reina. Hay un sitio simb¨®lico, Lagos de Covadonga, el lugar m¨¢s bonito para ganar". Rominger hizo un repaso a sus rivales: "El m¨¢s peligroso es Z¨¹lle. Si yo tengo un d¨ªa malo, Z¨¹lle puede ganar, pero si yo estoy regular, Delgado no tiene nada que hacer. Cubino puede atacar en la monta?a, pero no creo que saque lo suficiente para recuperar lo que pierda en la contrarreloj".

Sus rivales le miran con bolsas en los p¨¢rpados. Cansados y casi asustados. Han visto como ca¨ªan en el que cre¨ªan su terreno y quiz¨¢s ya, pidan tregua. Por lo menos se anuncian deca¨ªdos. Porque ver a Rominger fuerte y seguro. Rominger, que se siente en el punto m¨¢s alto de su carrera, tiene, adem¨¢s de ganar la Vuelta por segundo a?o consecutivo -ser¨ªa el primero en lograrlo desde que Berrendero lo hizo en 1942-, otro objetivo: subir al podio en el Tour. "He planificado todo el a?o con vistas a la Vuelta y el Tour. Cuando termine la Vuelta me ir¨¦ a concentrar en altura, en Colorado, con mi mujer y mi hija, y mi masajista, Marcelino Torrontegui", cuenta. Tambi¨¦n ya tiene las cuentas hechas: "En Par¨ªs sobrar¨¢ uno. O Indur¨¢in, o Bugno o Chiappucci, para hacerme un hueco a m¨ª. Pero Indur¨¢in al 100 por 100 es superior a todos.