Lucha por el poder en la CSU alemana ante la pr¨®xima dimisi¨®n del presidente b¨¢varo

J. M. MART? FONT, Los socialcristianos b¨¢varos (CSU) se han sumado al estado de crispaci¨®n permanente en que transcurre la pol¨ªtica alemana. La pelea emprendida por la sucesi¨®n del ministro presidente de Baviera, Max Streibl, cuya dimisi¨®n, a causa del esc¨¢ndalo de corrupci¨®n del llamado asunto Amigo, ha sido ya anunciada por el partido, enfrenta al ministro de Hacienda federal, Theo Waigel, con el ministro del Interior de Baviera, el ultraconservador Edmund Stoiber.

Las posibilidades de Waigel parecen ser nulas ya que los parlamentarios de la CSU apoyan abiertamente a Stoiber y rechazan a quien "viene de Bonn".La CSU tiene prisa por deshacerse de Streibl, cuya debilidad pol¨ªtica aumenta conforme pasan los d¨ªas y se conocen m¨¢s detalles sobre los regalos y sobornos que recibi¨® del empresario aerona¨²tico Burkhard Grob para conseguir subvenciones estatales para un proyecto de avi¨®n esp¨ªa denominado Lapas, un esc¨¢ndalo que ha pasado a formar parte del vocabulario pol¨ªtico alem¨¢n de los ¨²ltimos tiempo con el nombre del asunto Amigo. Alois Gl¨¹ck, jefe del grupo parlamentario socialcristiano en M¨²nich, anunci¨® que la dimisi¨®n de Streibl se producir¨¢ mucho antes de las vacaciones de verano, "posiblemente la elecci¨®n en el Parlamento tendr¨¢ lugar antes del domingo de Pentecost¨¦s (24 de mayo)".

Del desgaste que est¨¢ sufriendo la CSU dan idea las declaraciones del ministro de Medio Ambiente b¨¢varo, Peter Gauweiler: "Tenemos que tomar una decisi¨®n ahora mismo, cada d¨ªa: que esperamos nos cuesta votos. Estamos haciendo el rid¨ªculo". Pero la operaci¨®n, inicialmente dise?ada para sustituir a Streibl sin provocar mayores da?os en el partido, no ha funcionado. El presidente de la CSU y ministro de Hacienda en Bonn, Theo Waigel, conocido como el ministro de la deuda, iba a dejar el Gabinete del canciller Kohl, asumir la presidencia de Baviera y, desde all¨ª, organizar la estrategia para sacar ¨¢ la CSU del atolladero en que la ha sumido la unificaci¨®n alemana, al estar confinada a un solo land.

"Sociedad impura"

Waigel ser¨ªa sustituido en Hacienda por el democristiano Rudolf Seiters, actual ministro del Interior, y su puesto ser¨ªa ocupado por el ministro del Interior de Baviera, Edmund Stoiber, uno de los hombres fuertes de la CSU y un ultra que no ha tenido reparos, en declarar: "Los alemanes no queremos vivir en una sociedad racialmente impura". Pero en M¨²nich no ha gustado este dise?o. La mayor¨ªa de los diputados del Parlamento b¨¢varo se ha declarado abiertamente en favor de Stoiber, y este no ha tardado en mostrarse "emocionado por las muchas simpat¨ªas" que le han demostrado.

Todo parece indicar que los irreductibles b¨¢varos sospechan de todo lo que viene de Bonn. Stoiber, muy seguro de si mismo y sabiendo que cuenta con el apoyo de la mayor¨ªa de los diputados, denunci¨® ayer una reuni¨®n secreta entre Streibl, Waigel y Gl¨¹ck en la que se discuti¨® la sucesi¨®n del primero y a la que no fue invitado, aunque nada m¨¢s enterarse se present¨® en el lugar de ¨¦sta. Falta saber como solucionar¨¢ la CSU el problema.

Una prueba de fuerza entre Waigel y Stoiber ser¨ªa fatal, ya que el ¨²nico estadista de primera fila con que cuenta la CSU no se puede permitir una derrota en las urnas y porque, adem¨¢s, provocar¨ªa la divisi¨®n del partido en el peor momento, cuando su futuro parlamentario en Bonn pasa por mantener una mayor¨ªa de casi un 60% en Baviera -hoy por hoy imposible- o aventurarse a salir de su reducto y lanzarse a nivel nacional a por el voto ultraconservador.