La reuni¨®n en Belgrado del Parlamento panseribio se convierte en una mascarada

MIRJANA TOMIC, La divisi¨®n entre los l¨ªderes serbios qued¨® ayer patente cuando los diputados del Partido Radical Serbio del ultranacionalista Vojislav Seselj abandonaron la cumbre de parlamentos serbios reunida en Belgrado, para presionar sobre los serbios de Bosnia y obligarles a firmar el plan de paz de los mediadores internacionales Cyrus Vance y David Owen. Seselj dijo que la sesi¨®n parlamentaria conjunta no pod¨ªa adoptar una decisi¨®n apropiada sin la presencia de los serbios bosnios, que rechazaron asistir a la cumbre. ?stos votar¨¢n en refer¨¦ndum hoy y ma?ana la aceptaci¨®n o no de] citado plan de paz.

El presidente de Serbia, Slobodan MilosevIc, consigui¨® que una parte de los legisladores serbios, montenegrinos y yugoslavos adoptaran una declaraci¨®n en apoyo del plan de paz para Bosnia-Herzegovina de Vance y Owen, rechazado dos veces por los serbios de Bosnia. El superparlamento convocado por Milosevic estaba integrado por los diputados de Yugoslavia, Serbia, Montenegro, Krajina y la autoproclamada Rep¨²blica Serbia d¨¦ Bosnia. El objetivo: exigir a los serbios bosnios la firma del plan de paz y dar marcha atr¨¢s en la celebraci¨®n del refer¨¦ndum.Sin embargo, la reuni¨®n parlamentana, pensada para devolver a Milosevic: y a su Partido Socialista Serbio el liderazgo entre los serbios de toda la antigua Yugoslavia, en su nueva fase pacifista, se convirti¨® en una mascarada. Los 82 diputados de Krajina y otros tantos de Bosnia declinaron participar. La mayor parte (le los partidos de oposici¨®n democr¨¢tica en Serbia y Montenegro decidieron tambi¨¦n, en el ¨²ltimo momento, no acudir a la sesi¨®n y evitar as¨ª compartir con Milosevic la responsabilidad por la guerra. De los 637 diputados invitados s¨®lo aparecieron 371, pero ni ¨¦stos se quedaron hasta el final de la sesi¨®n.

Ofensas y golpes bajos

La apertura de la reuni¨®n parlamentaria, con dos horas de retraso, se convirti¨® en un intercanbio de ofensas y golpes bajos entre el ultranacionalista Vojislav Seselj y los dem¨¢s diputados. SeselJ (con 74 de los 250 esca?os en el Parlamento serbio; 34 de los 138 en el yugoslavo, y 8 de los 85 en el montenegrino) organiz¨® bien la obstrucci¨®n de la discusi¨®n, supuestamente descontento con la decisi¨®n de otorgar la palabra tan s¨®lo a los portavoces de los grupos parlamentarios. Seselj y sus seguidores abandonaron la sesi¨®n "por no tener el derecho a hablar".Antes de salir de la sala, Seselj ofendi¨® vulgarmente a los dem¨¢s parlamentarios. Los 14 diputados del Partido Popular Montenegrino, dirigido por Novak Kilibarda, abandonaron tambi¨¦n la sesi¨®n descontentos "por la ausencia de cultura en la sala" y la determinaci¨®n de Milosevic de conducir el debate como en los congresos de su partido.

Slobodan Milosevic consigui¨® la aprobaci¨®n de la declaraci¨®n sobre el plan de paz en Bosnia (no obliga ni legal ni pol¨ªticamente a los serbio bosnios a cambiar de opini¨®n) gracias a los diputados del Partido Socialista Serbio, del Partido Dem¨®crata (oposici¨®n), del Partido Socialdem¨®crata de Montenegro y de la Comunidad H¨²ngara de Voiivodina. En otras palabras, de los 637 diputados convocados a la cumbre parlamentaria panserbia para brindar su apoyo a Milosevic y facilitar su triunfo como pacifista, s¨®lo 272 secundaron su iniciativa, y de ellos 174 de su propio Partido Socialista Serbio.Cuando los radicales y los populares abandonaron la sala las discusiones de los diputados parec¨ªan debates en los congresos del Partido Comunista.