"No exportamos la revoluci¨®n"
El ministro iran¨ª de Asuntos Exteriores, Al¨ª Akbar Velayati, pone fin hoy a una visita oficial a Espa?a. Este viaje se produce en un momento en que crecen los temores en Occidente a que Ir¨¢n quiera aprovecharse de la desintegraci¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y de la aparici¨®n de nuevas rep¨²blicas isl¨¢micas en la zona para convertirse en una superpotencia regional. Lo que desmiente el ministro. "Es falso considerarnos una superpotencia regional que quiera dominar a sus vecinos", recalca. "Nuestra pol¨ªtica exterior se basa en el principio de mantener buenas relaciones con todos nuestros vecinos, sean isl¨¢micos o no".Pregunta. Pero se siente m¨¢s pr¨®ximo a sus hermanos en la fe, como los azer¨ªes y tayikos.
Respuesta. Es natural que los musulmanes se sientan ligados a nosotros. Pero tambi¨¦n mantenemos excelentes relaciones con Georgia y Armenia.
P. Tambi¨¦n Turqu¨ªa ha intentado, desde el derrumbe del imperio sovi¨¦tico y compitiendo con Ir¨¢n, ser un modelo para los Estados de Asia central.
R. Esta supuesta competici¨®n ha sido inventada por Occidente. La realidad es muy distinta: somos el ¨²nico Estado de la regi¨®n que mantiene fronteras comunes con las nuevas rep¨²blicas. Si Turqu¨ªa quiere mantener con estos pa¨ªses relaciones econ¨®micas m¨¢s estrechas, sus caminos comerciales pasan a la fuerza por nuestro territorio y, por supuesto, permitimos esos transportes.
P. Occidente y el mundo ¨¢rabe est¨¢n preocupados por la posibilidad de que Ir¨¢n exporte su modelo revolucionario a las rep¨²blicas centroasi¨¢ticas.
R. Los ideales isl¨¢micos no son una mercanc¨ªa que se pueda exportar, y menos a la fuerza. Y esto tambi¨¦n es v¨¢lido en lo que a nuestra revoluci¨®n se refiere: no la llevamos a otros pa¨ªses.
P. Los combatientes del Hezbol¨¢ del sur de L¨ªbano, as¨ª como los fundamentalistas sudaneses y argelinos, presumen abiertamente de que Ir¨¢n les ha ayudado a rearmarse.
R. Es falso. Nosotros apoyamos espiritual y moralmente a todos los musulmanes del mundo, pero no suministramos armas o bienes militares a otros pa¨ªses.
P. ?Pero qu¨¦ hacen entonces en L¨ªbano los Guardianes de la Revoluci¨®n iran¨ªes?
R. En caso de que hubiera algunos all¨ª, ser¨ªan pocos y estar¨ªan simplemente como asesores.
P. Tras el atentado contra el World Trade Center de Nueva York, el Gobierno estadounidense ha mantenido que Ir¨¢n es el que maneja los hilos del terrorismo internacional.
R. Estas acusaciones se han convertido en una aburrida rutina. Desde el comienzo de nuestra revoluci¨®n, los estadounidenses nos han acusado repetidas veces, y en la mayor¨ªa de los casos injustamente.
P. ?Quiere decir esto que algunos de los reproches s¨ª eran justificados?
R. Soy muy cauteloso en este asunto, pero desde mi punto de vista dir¨ªa que s¨ª. Sin embargo, los estadounidenses denuncian a todos los Estados que no bailan al son que ellos tocan y generalmente los acusan de Estados terroristas.
P. Las relaciones entre Ir¨¢n y Occidente son tensas sobre todo por la condena a muerte contra Salman Rushdie. ?Cu¨¢nto tiempo va a tener que esconderse el autor de Los versos sat¨¢nicos de los comandos de la muerte musulmanes?
R. Rushdie ha herido con su libro los sentimientos de mil millones de musulmanes de todo el mundo.
P. ?Ha le¨ªdo usted Los versos sat¨¢nicos?
R. No. Rushdie s¨®lo nos ha causado problemas con un pa¨ªs, con el Reino Unido. Es Londres quien tiene que resolver el problema, nosotros no.
P. La semana pasada Rushdie se entrevist¨® con el primer ministro John Major en la C¨¢mara de los Comunes.
R. He explicado en varias ocasiones a los pol¨ªticos brit¨¢nicos que con estas acciones provocan a los musulmanes. De hecho, act¨²an contra sus propios intereses.
Der Spiegel.
M¨¢s informaci¨®n en la p¨¢gina 30
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.