"Nos enga?aron"

El pasado 26 de enero, Juan Cabezos, de 52 a?os, brind¨® con caldo y abandon¨® la huelga de hambre que manten¨ªa desde hac¨ªa 12 d¨ªas junto con 49 compa?eros. La empresa de fertilizantes FESA-Enfersa acababa de retirar el expediente de regulaci¨®n de empleo que amenazaba a 1.600 trabajadores de los m¨¢s de 4.000 que componen su plantilla. Esta semana, Cabezos se ha vuelto a encerrar en la planta de Enfersa en Cartagena. Trabajo aprob¨® la semana pasada el expediente que la empresa, controlada por Torras-KIO a trav¨¦s de Ercros, present¨® de nuevo sin apenas cambios. "Nos enga?aron. Nos enga?aron como a cerdos", masculla.

La misma actitud se ha extendido esta semana como un reguero de p¨®lvora al resto de plantas del grupo de fertilizantes en toda Espa?a. El malestar se extendido a las factor¨ªas de Huelva, Sevilla, Puertollano, Sagunto, Madrid, Valladolid, Zaragoza y Avil¨¦s.Las protestas contra el expediente de regulaci¨®n de empleo, presentado sin el acuerdo de los sindicatos y que amenaza a cinco de sus 13 plantas, han llevado a los trabajadores a encerrarse en las factor¨ªas. La producci¨®n est¨¢ pr¨¢cticamente paralizada, seg¨²n los sindicatos. "No hay perspectivas de puesta en marcha sin una inyecci¨®n de financiaci¨®n externa", advierte Isidor Boix, de la federaci¨®n de qu¨ªmicas de CC OO.

La factor¨ªa de Enfersa, en Cartagena, es un buen ejemplo de lo que puede suceder en todo el grupo. Tras la paralizaci¨®n de la f¨¢brica el pasado enero en solidaridad con los trabajadores en huelga de hambre, las instalaciones nunca se volvieron a poner en marcha. Enfersa, paralizada, es un reflejo de las dificultades financieras por las que atraviesa FESA-Enfersa, en suspensi¨®n de pagos desde el pasado verano.

Desde la carretera que bordea el acantilado que une las instalaciones de Enfersa con Cartagena, la f¨¢brica parece muerta. Ni una cinta transportadora en marcha, ni una columna de vapor elev¨¢ndose delatan la menor actividad. Tan solo un penacho de fuego en lo alto de una chimenea revela que debajo del aparente c¨²mulo de chatarrra, el coraz¨®n (le la f¨¢brica a¨²n late. "Ma?ana mismo podr¨ªan ponerla en marcha, si quisieran", asegura Salvador Ortu?o, de 53 a?os, presidente del comit¨¦ de empresa.

Pero la direcci¨®n no quiere. O no lo necesita. El amoniaco que antes produc¨ªa Enfersa para ASUR, otra planta del grupo en Cartagena, se importa ahora en barcos. Tras almacenarlo en los gigantescos dep¨®sitos esf¨¦ricos que anta?o recib¨ªan la producci¨®n de Enfersa, se env¨ªa a ASUR por las canalizaciones que unen ambas f¨¢bricas.

Mal menor

El lunes, los trabajadores decidieron cortar el suministro de amoniaco a ASUR para paralizar all¨ª la producci¨®n. Fue el menor de los males. En las horas de tensi¨®n que precedieron a la decisi¨®n de encerrarse en la factor¨ªa, un sector de la plantilla lleg¨® a proponer vertir las 10.000 toneladas de amoniaco almacenas al mar. La sabidur¨ªa y la prudencia de otros evit¨® que llegara a hacerse realidad tama?o desastre.Los 280 trabajadores de Enfersa dicen saber que la f¨¢brica no se volver¨¢ a poner en marcha. Afirman que cuando finalice la regulaci¨®n de empleo, el pr¨®ximo 15 de junio, les espera la escisi¨®n de contratos, pero ni siquiera luchan contra eso. Tan s¨®lo quieren una indemnizaci¨®n superior a la ofrecida por la empresa. FESA-Enfersa, acogi¨¦ndose al art¨ªculo 51 del Estatuto de los Trabajadores les ofrece el m¨ªnimo legal: 20 d¨ªas por a?o de servicio, con un m¨¢ximo de 13 meses.

"Una miseria de indemnizaci¨®n", reniega Sebasti¨¢n Mota, 48 a?os, 31 de ellos en Enfersa. "Que me expliquen a m¨ª d¨®nde encuentro trabajo a mi edad, tal y como est¨¢ Cartagena", se queja. Su m¨¢xima preocupaci¨®n es su hija, que hasta ahora cursaba estudios en la universidad: "Me da miedo pensar que tendr¨¦ que sacarla y ponerla a trabajar". Baja los ojos, abrumado.

Silencio patronal

El director de Enfersa en Cartagena, Javier Sanz Alcolea, que seg¨²n los sindicatos ya ha cerrado otras tres plantas del grupo, se neg¨® a responder a las preguntas de este peri¨®dico. Tampoco fue posible obtener la versi¨®n de la direcci¨®n de la empresa en Madrid. En cualquier caso, no es extra?o que FESA-Enfersa no pueda ofrecer una indemnizaci¨®n m¨¢s elevada. Desde hace mes y medio ni siquiera paga los sueldos de sus trabajadores en Enfersa. Los 13.000 pensionistas de Ercros y FESA-Enfersa est¨¢n sufriendo retrasos de entre uno y tres meses en el cobro de sus complementos de jubilaci¨®n. El fondo de pensiones de la empresa requiere una dotaci¨®n de 24.000 millones de pesetas, que la compa?¨ªa no est¨¢ en condiciones de aportar.Cubrir este fondo de pensiones y llevar a efecto la reducci¨®n de plantilla que plantea el expediente de regulaci¨®n de emple6 presentado por la empresa son las dos condiciones del grupo estadounidense Freeport-McMoran para hacerse cargo de FESA-Enfersa.

Mientras, las reuniones a alto nivel se suceden a velocidad de v¨¦rtigo en Madrid. La empresa con los sindicatos. La Direcci¨®n General de Industria con los representantes de las comunidades aut¨®nomas en las que hay plantas del grupo. Nadie parece tener la soluci¨®n. Los sindicatos calculan, no obstante, que la empresa necesita 6.000 millones de pesetas para asegurar la producci¨®n al menos hasta septiembre m¨¢s otros 10.000 millones para hacer frente a las indemnizaciones y a los fondos de pensi¨®n. El dinero, tampoco parece tenerlo nadie.

Entretanto, Comisiones Obreras ha presentado ante la direcci¨®n general de la Inspecci¨®n de Trabajo una denuncia contra el grupo "por la modificaci¨®n generalizada, unilateral y arbitraria de las condiciones de trabajo y por infracciones en materia de seguridad en el trabajo y en el empleo, entre otras". La denuncia afecta a las empresas FESA, Enfersa, Nicas, IQZ y ASUR.

[En la factor¨ªa de Nicas en Valladolid un grupo de trabajadores tuvo un enfrentamiento con la Guardia Civil, que utiliz¨® material antidisturbios para contener a los manifestantes, seg¨²n informa Efe. El choque se produjo despu¨¦s de que los trabajadores de Nicas cortasen la v¨ªa f¨¦rrea con barricadas a las que prendieron fuego. Despu¨¦s impidieron el paso a una dotaci¨®n de bomberos que intentaba apagar el fuego, por lo que intervinieron las fuerzas del orden. Cuatro trabajadores de Nicas resultaron heridos con contusiones leves en los incidentes, que se producen despu¨¦s de que Ercros haya reiterado su decisi¨®n de cerrar Nicas.]