Factor campo contra raz¨®n estad¨ªstica
A fin de cuentas, final a partido ¨²nico con todo lo que ello significa: s¨®lo tendr¨¢ verdadero valor lo que suceda a partir de la una del mediod¨ªa de hoy en el Palacio de Deportes. A la hora de comer, habr¨¢ un campe¨®n de Liga. Ser¨¢ entonces cuando cada cual eleve sus conclusiones a definitivas: o nos quedamos con que ¨¦sta era la Liga de Sabonis o proclamamos al Joventut como el dominador de los 90. La pertinaz irregularidad madridista ha terminado por desilusionar a los analistas y alentar algunos comentarios viperinos. A estas alturas, al Madrid no le queda otro recurso que ampararse en el factor campo y confiar en el ¨²ltimo aliento de Sabonis. El Joventut tiene en su mano romper de un golpe todas las estad¨ªsticas de los ¨²ltimos diez a?os. Su comportamiento ha sido constante y ha sabido superar situaciones m¨¢s dif¨ªciles. No hay duda, el Joventut estuvo 6 veces a 40 minutos de la eliminaci¨®n a lo largo de esta larga fase final. Hoy estar¨¢ a 40 minutos del t¨ªtulo.Cuatro partidos constituyen un tentador precedente para que los estudiosos de los n¨²meros intenten encontrar la soluci¨®n al enigma con antelaci¨®n. Tal ejercicio estad¨ªstico, sin embargo, debe ser interpretado con prudencia: todos los porcentajes pueden sufrir un vuelco cuando toda la tensi¨®n de una temporada se concentra en un solo partido. Las ¨²nicas reflexiones aceptables son aquellas que demuestran que el Joventut contrapone a la desventaja del factor campo un comportamiento m¨¢s homog¨¦neo. El Joventut es previsible y tiene m¨¢s experiencia para resolver situaciones de gran dificultad.
El quinteto de Lolo. El Joventut tiene un quinteto de referencia, fiel a la filosofia de Lolo Sainz. El Madrid, no. El Madrid no ha logrado encontrar una linea continua. Sus mejores momentos los ha vivido con las intervenciones de Sabonis y Biriukov y la direcci¨®n del joven Lasa; el resto, aparece y desaparece sin explicaci¨®n. Luyk ha efectuado hasta 56 cambios en el total de los cuatro partidos, por 39 su colega Lolo Sainz. Pues bien, el quinteto base del Joventut ha jugado durante 55 minutos, con un extraordinario rendimiento (122-89). Y el quinteto madridista con m¨¢s minutos en juego (Antunez, Simpson, Cargol, Brown y Sabonis han jugado juntos 27 minutos) tiene un parcial desfavorable: 53-61.
Un falso empate. Cierto, cada equipo ha ganado dos partidos. Pero cierto es tambi¨¦n que los 160 minutos de final han dado el siguiente balance: ventaja del Madrid durante 54 minutos y del Joventut, durante 106. El Madrid no sabe lo que es una diferencia c¨®moda desde el primer partido. Los datos dibujan al Joventut como un conjunto homog¨¦neo: tiene direcci¨®n, puede ampararse en el juego est¨¢tico, tiene rebote y dispone de juego exterior. El Madrid pende de un hilo: su direcci¨®n es err¨¢tica, el contrataque ha pasado a mejor vida, su. juego exterior es propenso a desperdiciar balones y el interior es Sabonisdependiente.
Un ataque en picado. El ataque madridista ha ca¨ªdo en picado: 92 en el primer partido, 63 en el segundo, 66 en el tercero y 56 en el cuarto. El Joventut ha vuelto a ser m¨¢s constante. Los porcentajes de acierto han seguido esta l¨ªnea: el Madrid comenz¨® al 70% y se estableci¨® cerca del 40% (39%, 42% y 39%). El Joventut ha tenido menos altibajos (45%, 40%, 55% y 41%). Algunas actuaciones individuales explican este proceso. Mientras Villacampa ha estado presente en los cuatro partidos (13, 21, 23 y 13 tantos) y Smith ha sabido acompa?arle (13, 10, 17 y 9), el juego exterior madridista ha sido un puro disparate. Dos ejemplos, Cargol (14, 10, 2 y 0) y Simpson (20, 9, 9 y 5).
Tardes ag¨®nicas. El Madrid ha vivido pocos partidos de corte dram¨¢tico: la final de Copa, la fase final de Atenas y el desempate con el Estudiantes. En ninguno de esos casos tuvo una actuaci¨®n s¨®lida. El Joventut ha vivido mucho m¨¢s tiempo en el alambre, al menos ocho veces, y su comportamiento ha mejorado. Estuvo a punto de clasificarse para los play offs de la Liga Europea (le separ¨® una canasta ante el Knorr), hizo sufrir al Madrid en la final de Copa y resolvi¨®, uno a uno, todos los desempates de esta fase final (ante el OAR, ante el Natwest, un 2-1 en contra ante el Bar?a y el 2-0 frente al Madrid). Psicol¨®gicamente, est¨¢ m¨¢s entrenado que el Madrid: jugarse un t¨ªtulo a un partido va a ser su experiencia menos traum¨¢tica de la temporada. Justo todo lo contrario que el Madrid, para quien la frontera entre el ¨¦xito y el fracaso es todo un abismo.
A d¨ªa de hoy, al Joventut le basta con ser fiel a s¨ª mismo. Si mantiene sus porcentajes y, sobre todo, si vuelve a tener sujeto a Sabonis, va a estar muy cerca del t¨ªtulo. ?Y el Madrid de las dos caras? No tiene remedio: o presenta su cara buena o fracasar¨¢. Necesitar¨¢ m¨¢s cosas, desde Sabonis a una direcci¨®n que impida una nueva sangr¨ªa de balones. Parece comprobado que los hombres de Luyk no tienen punto medio. Despu¨¦s de 46 jornadas de Liga, es un poco tarde para encontrarlo.
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