EE UU otorgar¨¢ protecci¨®n a¨¦rea a los 'cascos azules' en los enclaves musulmanes de Bosnia

Estados Unidos y sus aliados europeos se han puesto finalmente de acuerdo sobre las medidas que la comunidad internacional debe tomar para poner freno a la matanza en la antigua Yugoslavia. Washington se compromete a proteger militarmente a las fuerzas que la ONU desplegar¨¢ para proteger las cinco ciudades musulmanes que est¨¢n amenazadas por las fuerzas serbias de Bosnia. Sin embargo, las fuerzas norteamericanas no responder¨¢n a los ataques que se efect¨²en contra la poblaci¨®n musulmana de estas "zonas protegidas" un cometido que deja para los pa¨ªses que tienen tropas sobre el terreno.

El acuerdo fue alcanzado tras una reuni¨®n ayer en Washington entre el secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, y los ministros de Asuntos Exteriores de Rusia, Gran Breta?a, Francia y Espa?a. Christopher reitero durante el encuentro su negativa a desplegar fuerzas terrestres en Bosnia-Herzegovina, aunque dej¨® abierta la posibilidad de enviar soldados a la vecina Macedonia.Queda as¨ª temporalmente resuelta una de las disputas que ha obstaculizado durante meses un acuerdo conjunto. Los europeos, especiaImente Francia, quer¨ªan que Estados Unidos comprometiera sus tropas en la b¨²squeda de una soluci¨®n para la guerra de los Balcanes. El ministro de Asuntos Exteriores franc¨¦s, Alain Jupp¨¦, mostr¨® su descontento ante la negativa norteamericana a enviar fuerzas terrestres en la zona en conflicto.

Cierre de frontera

El acuerdo establece tambi¨¦n que la ONU sit¨²e observadores en el l¨ªmite entre Serbia y Bosnia-Herzegovina para comprobar que la frontera se cierra. Loa aliados quieren asegurarse de que el Gobierno de Belgrado cumple con su promesa de aislar a los serbios de Bosnia, que son la ¨²nica facci¨®n del conflicto que se ha negado a firmar el acuerdo de paz, y que Serbia establece las medidas necesarias para obligarles a acatar el proceso de pacificaci¨®n.

El plan firmado ayer es una victoria de la postura europea sobre la norteamericana. Estados Unidos ha cedido ante la imposibilidad de convencer a sus aliados europeos para que apoyaran su plan de bombardear las posiciones serbias y levantar el embargo de armas que impide a los musulmanes responder a los ataques serbios. La influencia del ministro ruso de Asuntos Exteriores, Andrei K¨®zirev, en la coordinaci¨®n del plan conjunto, ha sido clave para conseguir que los norteamericanos acataran unas medidas que calificaban de poco ¨²tiles.

Tan s¨®lo horas antes de que el plan se hiciera p¨²blico, el presidente norteamericano, Bill Clinton, se mostraba esc¨¦ptico ante el reforzamiento de las zonas de seguridad, ya. que consideraba que pod¨ªan convertir los l¨ªmites de las ciudades protegidas en galer¨ªas de tiro" y su interior en campos de refugiados".

Rusia, con gran influencia sobre los serbios por los lazos hist¨®ricos y religiosos comunes, ha impulsado este plan que, sacrificando muchos de los principios que hasta ahora defend¨ªan los norteamericanos, pretende servir como una iniciativa pr¨¢ctica para frenar la matanza y buscar caminos para la paz.

El plan firmado ayer tambi¨¦n extiende las condenas a otras facciones implicadas, al margen de los serbios. La influencia de Mosc¨² ha sido crucial para que se incluyera en el texto la m¨¢s dura advertencia internacional que se realiza a los croatas. El plan de Washington relaciona a los croatas de Bosnia con las pr¨¢cticas de limpieza ¨¦tnica y advierte que si el Gobierno de Zagreb asiste a los croatas de Bosnia se arriesga a la imposici¨®n de sanciones internacionales.

El plan de los cinco reitera que la ONU seguir¨¢ manteniendo las sanciones contra Serbia y Montenegro hasta que los serbios no se retiren de la parte de Bosnia que han ocupado. Sin embargo, el acuerdo no establece ning¨²n tipo de plazos para que las tropas serbias de Bosnia devuelvan los territorios de los que se han apropiado a la fuerza. Una omisi¨®n que ha sido interpretada por algunos como una aceptaci¨®n internacional a la ocupaci¨®n serbia.

Otra de las referencias-omisiones al conflicto territorial que contiene el texto afecta al plan de paz de David Owen y Cyrus Vance, que se cita en diversos p¨¢rrafos aunque no se hace ninguna referencia a la divisi¨®n territorial en 10 provincias que esta iniciativa recoge.