Gobierno competente

Con frecuencia escuchamos, especialmente en ¨¦pocas electorales, a los pol¨ªticos su obsesi¨®n por obtener una, mayor¨ªa electoral que les permita constituir un Gobierno fuerte. En realidad, lo que desean en la mayor¨ªa de los casos es un Gobierno en el que puedan actuar de la forma que m¨¢s se adecue a su forma de pensar -o a los Intereses de partido, sin que necesariamente sea lo mejor para el conjunto de la poblaci¨®n- y, sobre todo, en el que no tengan que consensuar los distintos temas con otros grupos que representan igualmente a la poblaci¨®n. Ejemplos de gobiernos fuertes los tenemos en las m¨¢s tr¨¢gicas dictaduras de la historia, que si algo tuvieron en com¨²n, fueran de un signo o de otro, fue el que formaron unos gobiernos fuertes.

No pretendo, evidentemente, gobiernos d¨¦biles, pero el ser mayor¨ªa absoluta o mayor¨ªa relativa no condiciona el hecho de que dichos gobiernos sean d¨¦biles o fuertes, o competentes o no. Lo que realmente es importante es que el Gobierno elegido sea precisamente competente, y lo ser¨¢ m¨¢s no s¨®lo en funci¨®n de esta mayor¨ªa, sino en funci¨®n de la obligaci¨®n en que se encuentre de negociar, incluir y atraer a sus propuestas parlamentarias a aquellos grupos con los que precisamente ha mantenido una pugna electoral, pero que representan en muchos casos importantes masas de electores; y si no es competente, no importa, caer¨¢.

As¨ª pues, deseen los pol¨ªticos que se forme un Gobierno que sea capaz de dialogar, negociar y aprobar conjuntamente con la oposici¨®n las leyes que pueda precisar el pa¨ªs. En definitiva, un Gobierno competente y que cuanto m¨¢s lo sea m¨¢s Gobierno fuerte ser¨¢.-