El 'chulo de toriles'

Juan Fern¨¢ndez cumple con el ceremonial escrupulosamente: se desmontera para recibir del alguacil la llave de toriles, echa un vistazo al ruedo para comprobar que est¨¢ despejado y en ese momento, antes de abrir el port¨®n, incorpora un gesto de su cosecha, levanta el dedo y advierte "cuidado, que sale". Toda esa chuler¨ªa se desmorona a las ocho, a la hora del bocata. El cuarto toro lo saca un compa?ero.

"De esta manera se va entrenando, ?sabe?", dice como disculpa. "Como ya, tengo 62 a?os tengo que ir preparando un sucesor, as¨ª que dejo todos los d¨ªas que Marcelino Ceballos saque un toro y yo, de paso, me tomo el bocata y la cerveza".Juan Fern¨¢ndez lleva diez a?os abriendo los toriles, un trabajo poco arriesgado, sobre todo desde que el toro no espera detr¨¢s de la puerta. Antes s¨ª, se llevaba alg¨²n que otro golpazo de los que sal¨ªan impetuosos, pero ahora es un tr¨¢mite porque lo ¨²ltimo que se abre es la puerta del chiquero. S¨®lo una vez que llev¨® un tremendo golpe en el ri?¨®n de un toro devuelto que se volvi¨® y empuj¨® la puerta cuando ¨¦l la cerraba.

Su trabajo lo realiza vestido de luces, siempre con el mismo, uno azul que le regal¨® la empresa cree que har¨¢ unos 15 a?os. ?l preferir¨ªa vestir de calle: "El traje es muy inc¨®modo, demasiado ce?ido, y yo iba a estar igual de chulo vestido de calle con una gorra a cuadros, o con un traje campero".

Su momento estelar es cuando se asoma al ruedo. "En cuanto el presidente saca el pa?uelo y suenan los timbales y los clarines, quien manda en la plaza soy yo", dice. "Quien quiera venir a recibir al toro a la puerta, que venga ahora, porque lo voy a sacar ya. A Espartaco le advert¨ª una vez que se fuera m¨¢s atr¨¢s, que se hab¨ªa puesto demasiado cerca del port¨®n. No me hizo caso y ?madre m¨ªa! el revolc¨®n que le peg¨®.

Juan Fern¨¢ndez se siente, popular. Desde que Canal Plus televisa las corridas, la gente le reconoce por la calle. "Cuando no tengo toros, trabajo en la construcci¨®n, pero por libre, y muchos me dicen 'anda, pero usted es el de los toriles'. Me piden entradas, como si yo fuera alguien en la plaza. ?Ojal¨¢ nos las dieran!, pero yo no soy m¨¢s que el chulo de toriles".