Investigado por prevaricaci¨®n en N¨¢poles el ex primer ministro democristiano De Mita

Ciriaco de Mita, de 65 a?os, ex primer ministro, ex secretario general de la Democracia Cristiana (DC), cuya ala izquierda dirige, y ¨²nica personalidad de su partido a¨²n no investigada en relaci¨®n con la financiaci¨®n con dinero negro de la pol¨ªtica, recibi¨® ayer la notificaci¨®n de que la Magistratura de N¨¢poles le ha abierto un sumario por presuntos actos de prevaricaci¨®n ejercida en relaci¨®n con la distribuci¨®n de ayudas para la reconstrucci¨®n del terremoto de 1980.

En los mismos hechos, han sido implicados el actual director general de la Protecci¨®n Civil, Elveno Pastorelli, y el presidente del Club de F¨²tbol N¨¢poles, el constructor Corrado Ferlaino, junto a otras 12 personas.Natural de Avellino, cerca de N¨¢poles, propietario junto a otros familiares de una Banca d'lrpinia que toma el nombre de la localidad donde tuvo su centro el terremoto y cuyos dep¨®sitos crecieron tras el citado siniestro, De Mita es investigado porque, en 1986, cuando era secretario de la DC, condicion¨® presuntamente, a trav¨¦s de intermediarios, la concesi¨®n de ayudas a la reconstrucci¨®n al hecho de que las empresas favorecidas dieran empleo a determinadas personas de su entorno. Otro hermano de De Mita estaba ya detenido por el mismo asunto.

Para combatir las secuelas de una cat¨¢strofe que caus¨® 2.735 muertos, devast¨® 37 municipios y dej¨® sin casa a 300.000 personas, el Estado italiano lleva gastados un n¨²mero ni siquiera precisado de billones de liras en la implantaci¨®n de empresas que generalmente no llegaron a abrir sus puertas -se ha calculado en 1.000 millones de liras el coste de cada nuevo puesto de trabajo y con los que se han construido unas 100.000 viviendas m¨¢s de las que destruy¨® el terremoto. Pero siguen siendo unas 14.000 las familias afectadas que viven en chabolas, y 20 billones de liras (unos 170.000 millones de pesetas) la cifra que a¨²n tendr¨ªa que invertirse para cancelar las huellas econ¨®micas del siniestro.

"Una v¨ªctima"

"He sido una v¨ªctima" del sistema de las comisiones ilegales, "porque trat¨¦ de oponerme y me derrotaron", manifestaba precisamente ayer De Mita en un diario italiano. Esta declaraci¨®n se refer¨ªa, sin embargo, a otro asunto, como es la presunta implicaci¨®n del l¨ªder de la izquierda democristiana en el tr¨¢fico de comisiones en Mil¨¢n, seg¨²n se deduce de lo declarado por Cesare Romiti, consejero delegado de Fiat, ante los jueces.

A prop¨®sito de la venta de una empresa del grupo turin¨¦s al estatal IRI, realizada en los a?os ochenta, Romiti declar¨® que Bettino Craxi, el ex l¨ªder socialista, le pregunt¨® una vez "de un modo desenvuelto y arrogante", acerca de "con qui¨¦n se hab¨ªa puesto de acuerdo", para hacerle ver que ¨¦l mismo "esperaba algo" del asunto. "Tambi¨¦n De Mita me pidi¨® cuentas de eventuales contribuciones nuestras al sistema de partidos", a?adi¨® Romiti.

Pero ni esta colaboraci¨®n voluntaria con la justicia, que se concret¨® hace semanas entre rumores de una soluci¨®n pactada por Fiat con los jueces, ni el subsiguiente llamamiento hecho por la empresa de Tur¨ªn a la ¨¦lite industrial italiana para que dijera todo lo que sabe a los magistrados, han impedido que Romiti termine inscrito en el llamado Registro de Indagados de Mil¨¢n, lo que representa un paso previo a la apertura de un sumario.

Los problemas judiciales de Romiti derivan, al parecer, de la confesi¨®n de Antonio Mosconi, presidente de la Toro Assicurazioni, que, seg¨²n informaciones no confirmadas, habr¨ªa hablado de una cuenta suiza para el pago de comisiones negada por Romiti.

La noticia ha contribuido, sin embargo, a incrementar las tensiones surgidas en tomo a este tema entre empresarios habitualmente competitivos.

Acosado por sus propias publicaciones, ya que tanto el semanario L'Espresso como el diario La Repubblica -aunque ¨¦ste en tono m¨¢s amable- le han reprochado abiertamente el que haya pagado comisiones, el ingeniere Carlo De Benedetti, presidente de Olivetti, se defiende diciendo que ¨¦l es el ¨²nico gran directivo italiano que ha reconocido su responsabilidad personal en unos hechos que, por lo dem¨¢s, dice que le fueron impuestos.