Los velocitas se reencuentran junto a Napoles

El quinto vencedor en este Giro ha logrado el ramo de flores tras una llegada masiva. Al fin los italianos han efectuado su despliegue m¨¢s querido: la Polatta. Un espect¨¢culo en los suburbios de N¨¢poles en el que particip¨®, en el papel de estrella invitada, Miguel Indur¨¢in (Banesto). El ganador fue el joven Fabio Baldato (GB-MG). Un segund¨®n en un Giro del que se han escapado los mejores llegadores. Moreno Argentin (Mecair) sigue de l¨ªder y ya acaricia su deseo de cubrir vestido de rosa la primera semana de carrera. Indur¨¢in contin¨²a cuarto, aunque Bugno le rest¨® un par de segundos en un Intergiro.

El Giro invita a la pol¨¦mica. Tanto que ni siquiera el siempre tranquilo Indur¨¢in parece mantenerse inmune a esa especie de virus, que se ve ayudado en su infestaci¨®n por el calor y las etapas morosas. Si no se pedalea fuerte, habr¨¢ que hablar, debe de ser el lema. E Indur¨¢in se lanza: "Creo que el Gatorade, el equipo de Bugno, es flojo y que adem¨¢s Bugno le est¨¢ haciendo trabajar de m¨¢s en estas etapas. Quiz¨¢s cuando lo necesite de verdad lo tenga agotado". Porque el campe¨®n del mundo trat¨® a sus compa?eros como si ¨¦l fuera un sprinter. En los ¨²ltimos kil¨®metros de una etapa llana les hizo estar siempre en cabeza. Quiz¨¢s le guste la est¨¦tica y luego se regocije viendo por la televisi¨®n c¨®mo los Gatorade mandaron y ¨¦l siempre delante. Adem¨¢s, estaba contento, se hab¨ªa beneficiado de dos segundos de bonificaci¨®n en el Intergiro. Y explic¨®: "Indur¨¢in es el m¨¢s fuerte y en la contrarreloj de Senigallia nos va a sacar m¨¢s tiempo. Mi ¨²nica oportunidad en este terreno es beneficiarme de todas las oportunidades que tenga para robarle segundos. Es mi ¨²nica defensa".Todo fue una cuesti¨®n nerviosa. A los o¨ªdos de los corredores hab¨ªa llegado la noticia de que el final era infecto. Dos kil¨®metros con mal firme y curvas demasiado cerradas, en ¨¢ngulo recto. Peligro, ca¨ªdas, se dijeron todos y adelante se marcharon, que se va m¨¢s seguro. Adem¨¢s, Indur¨¢in se acordaba de la llegada a Avversa -otro suburbio de N¨¢poles- el a?o pasado. Un trazado similar y una ca¨ªda a poco m¨¢s de un kil¨®metro de la meta que por poco le cuesta unos segundos.

Eran los ¨²ltimos kil¨®metros, se cazaba a escapados despistados -entre ellos a Eduardo Chozas (Artiach), que se estrell¨® solo contra el viento de cara-, y, el pelot¨®n se lanzaba ya a velocidades exageradas, cercanas a los 60 kil¨®metros por hora. Y all¨ª, en la cabeza, se col¨® Indur¨¢in. Era el terreno de los codos y de la b¨²squeda de posiciones para la llegada. Si Bugno viajaba protegido de los suyos, el navarro se busc¨® el cuidado solo. As¨ª se dio una imagen ins¨®lita: Indur¨¢in entr¨® el primero en la recta de llegada. Y sigui¨® tirando, como si de un lanzador se tratara. Hasta parec¨ªa que quer¨ªa ganar. Pero, a falta de 300 metros vio que era terreno seguro, se ech¨® a un lado, levant¨® el pie del pedal y dej¨® que los sprinters se despedazaran.

Por detr¨¢s s¨ª que se produjeron ca¨ªdas, pero antes. Un perro se escap¨® al due?o y se cruz¨® en la carretera. El m¨¢s dolido, Franco Vona, del equipo de Chioccioli y el mejor escalador del pasado Giro. Lleg¨® a m¨¢s de 13 minutos de Baldato. Con m¨¢s calma se lo tom¨® Greg LeMond, v¨ªctima de una ca¨ªda anterior. El estadounidense tambi¨¦n perdi¨® 13,21 minutos, pero fue ¨¦l quien se marc¨® ese ritmo. Casi con alegr¨ªa se tom¨® el paseo final.