Lamont convirti¨® su despido en dimisi¨®n

Norman Lamont consigui¨®, en el ¨²ltimo momento, convertir en dimisi¨®n lo que era un despido. Al rechazar la cartera de Interior que le ofrec¨ªa Major, quiso demostrar su amargura ante lo que le parec¨ªa una injusticia: era inmolado, en su opini¨®n, como chivo expiatorio de una recesi¨®n que ¨¦l no hab¨ªa causado.Antes de ese gesto p¨®stumo, hab¨ªa hecho algo muy parecido a un testamento pol¨ªtico. En una entrevista publicada ayer por el diario The Guardian, Lamont se?alaba la inevitabilidad de una nueva subida de impuestos, a a?adir al Ya anunciado aumento general del IVA, para reducir el rampante d¨¦ficit p¨²blico,

Impl¨ªcita en sus respuestas aparec¨ªa una acusaci¨®n: fueron Major y otros ministros quienes, pese a la oposici¨®n de Lamont, abrieron el grifo del gasto para ganar votos antes de las elecciones de 1992.

La noticia de la ca¨ªda de Lamont se difundi¨®, a media ma?ana, por una v¨ªa inusual. Fue su madre, Irene, de 82 a?os, quien llam¨® al peri¨®dico de su pueblo (el Grimsby Evening Telegraph) para hacer el siguiente anunci¨®: "Norman acaba de comunicarme su dimisi¨®n. Dice que ha sido un empleo muy duro". Irene Lamont justific¨® la llamada por "el inter¨¦s que tiene la noticia para sus antiguos compa?eros de escuela". El Telegraph de Grimsby remiti¨® la nueva a la agencia Reuters y desde ah¨ª salt¨® a todo el mundo.