Los cambios en el gabinete brit¨¢nico acent¨²an la presi¨®n sobre John Major

Los cambios en el Gobierno no han aliviado la presi¨®n sobre el primer ministro brit¨¢nico, John Major. M¨¢s bien al contrario. El nuevo canciller del Exchequer (Tesoro), Kenneth Clarke, ya es universalmente percibido como la alternativa a Major, mientras el ex canciller, el despechado Norman Lamont, podr¨ªa verse tentado a vengarse del que fue su jefe y amigo. Con la popularidad de Major bajo m¨ªnimos hist¨®ricos, el nuevo Gobierno se enfrenta a unos meses decisivos.Para empezar, el primer ministro ha conseguido lo que parec¨ªa imposible hace unos d¨ªas: elevar al detestado Lamont a la categor¨ªa de m¨¢rtir pol¨ªtico. El canciller fue despedido con brusquedad justo en el momento en que la econom¨ªa empezaba a dar s¨ªntomas de recuperaci¨®n.

Muchos diputados conservadores e incluso algunos miembros del Gabinete, como Michael Heseltine, Michael Howard y John MacGregor, opinaron que Lamont hab¨ªa sido injustamente sacrificado como chivo expiatorio de los pecados de todo el Gobierno.

Fax cargado de amenazas

Lamont abandon¨® Downing Street de mala manera, sin entregar siquiera la tradicional carta de dimisi¨®n. Opt¨® por un simple fax cargado de amenazas: "El tiempo me dar¨¢ la raz¨®n" y "ya me explicar¨¦ ante el Parlamento", ven¨ªa a decir la nota. Su figura se parec¨ªa ayer, peligrosamente, a la de Geoffrey Howe, el canciller despedido por Margaret Thatcher cuyo discurso de despedida ante los Comunes consisti¨® en una fr¨ªa demolici¨®n pol¨ªtica de su antigua jefa.

La aceptaci¨®n popular de Major es s¨®lo del 21%, menor que la de Thatcher en los turbulentos d¨ªas del poll-tax que precedieron a su ca¨ªda, seg¨²n una encuesta publicada ayer por The Times. Y los conservadores est¨¢n en un baj¨ªsimo 28% en su tradicional feudo del sureste ingl¨¦s.

Los nombramientos del jueves fueron atribuidos al p¨¢nico por la mayor¨ªa de los comentaristas pol¨ªticos, y calificados de "insuficientes" por una parte del grupo parlamentario. Con ellos, Major no s¨®lo consigui¨® convertir en enemigo jurado a Norman Lamont, sino que tambi¨¦n atrajo a su lado a Kenneth Clarke, el pol¨ªtico m¨¢s dotado del Reino Unido. El gris John Major no es ni siquiera comparable al nuevo ministro, un populista lleno de energ¨ªa y carisma que proclama abiertamente su ambici¨®n de ser jefe de gobierno.

La jugada podr¨ªa dar buenos resultados: si Clarke triunfa y consigue reducir el d¨¦ficit, contribuir¨¢ decisivamente a la supervivencia de Major. Si fracasa, Major estar¨¢ acabado.

John Major, que ayer viaj¨® a la capital francesa, confirm¨® el clima de luna de miel existente entre Par¨ªs y Londres desde la victoria del centro-derecha en las elecciones francesas, informa Javier Valenzuela. Major anunci¨® que ha invitado al presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand, a una cumbre bilateral el pr¨®ximo mes de julio.