Violento fin del letargo invernal
El atentado de ayer viene a confirmar lo que se tem¨ªa desde hace tiempo; que los grupos neonazis s¨®lo se hab¨ªan tomado un peque?o respiro durante el invierno, aprovechando para reorganizarse. La casa de Solingen no ardi¨® sola. En M¨²nich se produjo otro incendio en la vivienda de unos refugiados africanos, aunque sin v¨ªctimas. En el barrio de Lichtenhagen, en Berl¨ªn, 14 personas resultaron heridas en el incendio provocado en un albergue para refugiados habitado por polacos, y bosnios.Hace s¨®lo dos d¨ªas, mientras los dos neonazis acusados del asesinato de las cuatro mujeres de M?lln se desdec¨ªan en el juicio de sus declaraciones admitiendo la autor¨ªa de los hechos, Eckart Wertebach, que dirige los servicios de informaci¨®n del Gobierno (BfV), advirti¨® que los ataques racistas contra extranjeros pod¨ªan reiniciarse en cualquier momento. Seg¨²n explic¨®, su instituci¨®n ha contabilizado 42.700 extremistas de derechas en Alemania, de los cuales 6.400 son militantes violentos.
En opini¨®n de Wertebach, pese a la represi¨®n policial sobre estos grupos que sigui¨® al atentado de M?lln, muchos de entre ellos han seguido prepar¨¢ndose para una nueva campa?a de violencia. El grupo Acci¨®n para el Derecho de Asilo, de Bonn, creado para oponerse a la reforma constitucional que fue finalmente aprobada el pasado jueves, asegur¨® ayer que la nueva reglamentaci¨®n "estimular¨¢ la violencia de la ultraderecha".
El descenso, en los ¨²ltimos meses, del n¨²mero de ataques Contra extranjeros no significa que no ha ya habido. El pasado mes de abril se produjeron 73, pocos comparados con los 535 de septiembre de 1992. El deterioro de la situaci¨®n econ¨®mica, el aumento del paro, especialmente en una zona industrial como el valle del Ruhr, hace que el ambiente actual en Alemania diste un tanto del que propici¨® en diciembre pasado las grandes manifestaciones contra el racismo que siguieron a la ola de violencia neonazi.
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