Las ausencias provocan efectos contrarios

El negativo, por una vez, arroja mayor luz que la propia foto. Los nombres no escritos en la pizarra del Bernab¨¦u ayudan a contemplar con mejor perspectiva este Madrid-Barcelona de Copa. El partido se incrusta en el tramo decisivo de la Liga al que ambos llegan, por su situaci¨®n y por sus ¨²ltimos resultados, con tendencias diferentes. El Madrid est¨¢ en alza. Lleva m¨¢s de 20 partidos de Liga consecutivos sin perder. Su esquema est¨¢ m¨¢s consolidado. Sus alineaciones apenas sufren modificaciones. Ha adquirido mayor seguridad en su m¨¦todo. El Barcelona se muestra inseguro. Acusa las lesiones de sus titulares. Su equipo ha sufrido constantes variaciones. Sus ¨²ltimos resultados son negativos: ha perdido en Bilbao, en Oviedo y en Vigo y ha sumado var¨ªas victorias por la m¨ªnima. El partido se presenta favorable al Madrid.La mera observaci¨®n de la fotograf¨ªa conduce a una lectura plana. La igualdad es el denominador com¨²n y as¨ª se deduce por sus enfrentamientos particulares en la Liga -2-1 en el Camp Nou y 2-1 en el Bernab¨¦u- y por su propia situaci¨®n en el campeonato. Acudiendo al negativo se aprecian dos detalles con repercusiones distintas que, en este momento, ayudan al Madrid: la inclusi¨®n de Milla en su equipo y las ausencias de Koeman y Guardiola en el Barcelona.

La incorporaci¨®n de Milla en el medio campo madridista a ra¨ªz de la lesi¨®n de Prosinecki ha conferido m¨¢s seguridad y movilidad del bal¨®n, mayor velocidad en la transici¨®n y evita las conducciones y retenciones excesivas del bal¨®n. Pero sobre todo facilita a Fernando Hierro una mayor libertad y n¨²mero de repeticiones en sus agregaciones por sorpresa al ataque porque su posici¨®n siempre queda salvaguardada por Milla, un jugador disciplinado, de no excesivo recorrido. El Madrid, de esta forma, cuenta con un mayor equilibrio defensivo en situaciones de contratataque del contrario. Es muy dificil sorprenderle.

Las ausencias de Guardiola, lesionado, y de Koeman, que se encuentra con la selecci¨®n holandesa, mutilan el eje de creaci¨®n desde la defensa del Barcelona. Debido a ellas y a la forma de jugar del Madrid es probable que Cruyff, sin renunciar a su filosof¨ªa permanente de ataque y rotaci¨®n posicional de algunos hombres, se sienta obligado a realizar alguna modificaci¨®n en defensa. La ausencia de estos dos titulares no le permiten al Barcelona conservar el bal¨®n con la misma seguridad. Tampoco le dota de la misma seguridad en los pases. Las orientaciones de su juego van a ser inspiradas por este binomio, soporte y base del juego ofensivo desde zonas de defensa. El Barcelona, siendo un equipo ideado para llevar la iniciativa en el juego, tendr¨¢ hoy en sus hombres de la defensa mayores caracter¨ªsticas de destrucci¨®n que de creaci¨®n. Puede acusar esa disfunci¨®n. Cruyff recurrir¨¢ probablemente a Nadal en defensa con Ferrer y Juan Carlos como compa?eros de l¨ªnea y como marcadores de Zamorano y Butrague?o respectivamente. Pero, conocedor de que Michel y sus penetraciones por la banda derecha generan mucho peligro, buscar¨¢ en Goikoetxea la f¨®rmula para abortar esa v¨ªa.

Las ausencias limitan en el Bar?a su exquisita elaboraci¨®n del juego. Al Madrid le dan un mayor equilibrio. La igualdad de fuerzas y la inspiraci¨®n de los jugadores puede desnivelar la balanza de forma diferente a lo que apunta la teor¨ªa.