Zul¨²es, 2; Suecos, 1

En 1982, con motivo de la primera victoria del PSOE, cuyo reflejo en el Pa¨ªs Vasco fue una subida socialista de diez puntos (del 18,6% al 28,51/6), el entonces secretario general de Euskadiko Ezkerra, Mario Onaind¨ªa, declar¨®: "Esto es la rebeli¨®n de los maketos. " Tal vez ahora, recordando el s¨ªmil de Arzalluz a prop¨®sito de las razas y el RH negativo, habr¨ªa que decir que ganaron los zul¨²es.Es propio de la democracia que todos los votos tengan el mismo valor, y la suma de los obtenidos por el PSOE en las tres provincias vascas ha convertido a ese partido en el m¨¢s votado de la comunidad aut¨®noma, con unos 5.000 de ventaja sobre el de Arzalluz. El PNV ha sido el vencedor en Vizcaya, pero los socialistas lo han sido en ?lava y Guip¨²zcoa. En esta ¨²ltima provincia, Mario Onaind¨ªa, cuyo partido se fusion¨® hace unos meses con el socialista, ha sido el senador electo m¨¢s votado.

Tontos hubo que no entendieron la iron¨ªa y reprocharon a Onaind¨ªa querer resucitar la guerra entre comunidades (¨¦tnicas). Pretend¨ªa todo lo contrario: en los a?os en que dirigi¨® Euskadiko Ezkerra, ese partido fue el ¨²nico en cuyo seno fue posible la convivencia entre quienes se consideraban nacionalistas y aqu¨¦llos que carec¨ªan de ese tipo de emoci¨®n. El argumento para considerar irrelevante tal condici¨®n era que, una vez garantizados el autogobierno y el respeto de la identidad vasca, el nacionalismo se convert¨ªa en un sentimiento personal y en un asunto tan privado como la religi¨®n.

Xabier Arzalluz dijo en el fragor de la campana: "Los vascos no necesitamos al Estado". A la luz de los resultados del domingo, la afirmaci¨®n resulta ligeramente osada. De los 1,7 millones de electores censados en Euskadi, a su partido le han votado 286.914: el 16,7% del censo y el 23,8% de los votantes. Es verdad que el conjunto de los partidos nacionalistas ha obtenido el 48,3% de los votos, pero una cifra comparable, el 41,5%, ha ido a para formaciones no nacionalistas. Si se consideran los votos de Navarra, territorio irredento del nacionalismo, la relaci¨®n se invierte y los 625.880 sufragios obtenidos por las fuerzas de ese campo ideol¨®gico quedan bastante por debajo de los 816.452 que suman los partidos no nacionalistas. De los 24 esca?os en disputa en ambas comunidades, las fuerzas nacionalistas han obtenido 8, frente a 9 del PSOE y 7 del PP.

En febrero pasado, Arzalluz le dec¨ªa a I?aki Gabilondo en la SER que "hay sectores interesados en que ETA siga para tener trincado al PNV". Si lo que insinuaba con esa palabra es que sin la presencia de la violencia el PNV obtendr¨ªa m¨¢s votos (y tendr¨ªa las manos libres para plantear metas m¨¢s radicales), nada avala tal suposici¨®n. Incluso podr¨ªa pensarse que ha sido la debilidad de ETA lo que ha hecho que esta vez voten al PSOE o al PP personas que durante estos a?os no han votado, o que lo han hecho -por motivos que cualquier psic¨®logo identificar¨ªa f¨¢cilmente- a los partidos nacionalistas. Que en una ciudad como San Sebasti¨¢n, ciudadela del abertzalismo en los a?os de hierro, los dos partidos m¨¢s votados hayan sido ahora el PSOE y el PP es un dato suficientemente expresivo. En Euskadi hay muchos nacionalistas, pero la vasca es una sociedad plural, y a medida que vaya diluy¨¦ndose el poder amedrentador de ETA v sus hooligans, las urnas lo ir¨¢n reflejando.