Generosidad para el trasplante
EN APENAS un lustro, la actitud de los espa?oles ante el problema de la donaci¨®n de ¨®rganos ha dado un giro radical: dos millones llevan la tarjeta que les identifica como donantes, y en 1992 se produjeron 8212 donaciones multiorg¨¢nicas, es decir, 21,7 por cada mill¨®n de habitantes, lo que sit¨²a a Espa?a en el primer lugar del mundo. A pesar de ello, la oferta queda lejos todav¨ªa de la actual demanda de ¨®rganos y 5.000 espa?oles esperan en estos momentos un trasplante de ri?¨®n, 130 de h¨ªgado y 42 de coraz¨®n, por hablar s¨®lo de los m¨¢s importantes.?Cu¨¢les son las causas de que este cambio de actitud, de los espa?oles, es decir, de su mayor generosidad, no se traduzca en una suficiente disponibilidad de ¨®rganos para satisfacer las necesidades de quienes est¨¢n a la espera de un trasplante? La principal, seg¨²n la experiencia de la Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes (ONT) -que coordina en toda Espa?a las iniciativas de su propio enunciado-, es que el trasplante se ha convertido en una medida terap¨¦utica eficaz indicada cada vez para un mayor n¨²mero de dolencias. Es decir, la demanda de ¨®rganos mantiene una continua tendencia al alza. A esto se suma la negativa de los familiares a la donaci¨®n aun en el caso de que exista la voluntad expresa del fallecido de que se lleve a efecto. Si este obst¨¢culo no existiera -la media nacional de las negativas familiares alcanza el 26,7%-, es probable que el actual desfase entre oferta y demanda de ¨®rganos no existiera y que muchas personas enfermas se salvaran o mejoraran de manera sustancial su calidad de vida.
Actualmente se considera donante a todo aquel que no ha expresado su negativa a serlo, y sin que sea necesaria, como ocurr¨ªa anteriormente, una autorizaci¨®n escrita. En este aspecto, la legislaci¨®n espa?ola sobre el tema se encuentra al mismo nivel que las de los pa¨ªses del contorno europeo. Pero siendo esto as¨ª en la ley, en la pr¨¢ctica sigue siendo insalvable en numerosos casos el muro de resistencias o escr¨²pulos levantado por los familiares. Su consentimiento no es indispensable, pero ante lo delicado de esa situaci¨®n los facultativos tienden a respetar sus deseos por encima de lo expresado por el donante en vida. Como consecuencia, el problema sigue siendo el de la escasez de donaciones a pesar del espectacular aumento de la conciencia social a su favor. Escasez que s¨®lo podr¨ªa paliarse, en parte, con un cambio de mentalidad sobre el valor del cuerpo muerto y con el enaltecimiento del acto de solidaridad humana que conlleva la donaci¨®n de ¨®rganos.
Aun as¨ª, y ante la certeza de que nunca habr¨¢ equilibrio en la balanza oferta-demanda, la Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes ha consensuado con todos los equipos quir¨²rgicos las normas ¨¦ticas que regular¨¢n los trasplantes de ¨®rganos procedentes de un donante vivo. Esta opci¨®n es una alternativa especialmente indicada, por ejemplo, para los ni?os que necesitan un h¨ªgado, si bien su realizaci¨®n deber¨¢ ser rigurosamente controlada y contar con autorizaci¨®n judicial. Se regulan tambi¨¦n los trasplantes con ¨®rganos de animales, pero hasta que ¨¦stos sean una realidad -se calcula que ser¨¢n necesarios unos diez a?os-, la ¨²nica posibilidad de reducir la lista de espera pasa por el objetivo que se ha marcado la citada ONT: conseguir el 90% de los ¨®rganos que se piden. Es decir, rebajar las resistencias familiares del 26% actual a un m¨¢ximo del 10%.
Pero, adem¨¢s de la negativa familiar, existen otras causas que contribuyen a agudizar en alguna medida la escasez de ¨®rganos. La creaci¨®n hace algunos a?os de la Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes, dotada del correspondiente sistema inform¨¢tico, supuso un avance sustancial en cuanto a la rapidez y al intercambio planificado de ¨®rganos entre los centros hospitalarios autorizados a realizar trasplantes o extracciones. Sin embargo, todo esfuerzo para hacer m¨¢s operativos y precisos los mecanismos de coordinaci¨®n existentes ser¨¢ poco ante el imperativo sanitario, social y humano que plantean los trasplantes de ¨®rganos.
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