El riesgo de perder una especial contrarreloj

"La compra de la colecci¨®n Thyssen justificar¨ªa la gesti¨®n no s¨®lo de un ministro de Cultura, sino de varios", se?ala un experto en gesti¨®n cultural. Pero en la negociaci¨®n, en esa carrera contrarreloj, el Gobierno corre el peligro de quedar descalificado, de llegar fuera de tiempo. La baronesa Thyssen dio el pasado 12 de febrero la se?al de salida. Carmen Cervera anunci¨® entonces junto con su marido, el bar¨®n Thyssen, su intenci¨®n de vender a un precio simb¨®lico la colecci¨®n. Dio un plazo de 45 d¨ªas a dos meses. Todo parec¨ªa avanzar a pedir de boca. Se hab¨ªan vencido reticencias de herederos. Incluso no parec¨ªa ser escollo la minor¨ªa de edad suiza -18 a?os- de Alexander, el m¨¢s joven de los hijos del bar¨®n Thyssen.El tiempo ha proseguido su marcha y el Gobierno no da el visto bueno. Las Cortes se constituir¨¢n a finales de este mes. A partir de entonces y en el plazo de dos meses se formar¨¢ el nuevo Gobierno o se convocar¨¢n, otra vez, elecciones generales. Eso significa que el nuevo titular de Cultura -en caso de que cambie- deber¨¢ reemprender una peliaguda negociaci¨®n paralizada durante semanas.

El tiempo corre, pues, contra esa compra que ha tenido en la baronesa Thyssen a su principal valedora. La titularidad de la colecci¨®n recaer¨¢ problemente en la Fundaci¨®n Thyssen, compuesta por representantes nombrados por el Ministerio de Cultura y por la familia Thyssen. Otra soluci¨®n barajada ha sido la de que fuera el Estado espa?ol el propietario. La f¨®rmula de compra parece ser uno de los escollos que ve el Ministerio de Econom¨ªa, que informa al Gobierno sobre ello.

Los estatutos de la fundaci¨®n deber¨¢n reformarse -lo que dar¨¢ mayor¨ªa a los representantes de la Administraci¨®n (en la actualidad el 50%)-, ya que los actuales responden a la f¨®rmula de la cesi¨®n temporal. En caso, de disolverse la fundaci¨®n, la propiedad pasar¨ªa al Estado.