Una informaci¨®n muy personal

El lector medio no est¨¢ dispuesto a cambiar la lectura del peri¨®dico convencional por la de un peri¨®dico electr¨®nico. Esto es lo que piensa una buena parte de los editores espa?oles, y de ello han dejado constancia en el informe El mercado de la informaci¨®n en Espa?a 1993-1997. Otros lo han confirmado de palabra. Sin embargo, en Estados Unidos, desde hace algo m¨¢s de dos a?os, se est¨¢n difundiendo peri¨®dicos a la carta, que ofrecen a trav¨¦s del ordenador las informaciones que se desean en tiempo real, es decir, al mismo tiempo que esas informaciones se elaboran en las redacciones.

La droga matutina que para muchas personas supone la lectura de los peri¨®dicos se est¨¢ transformando en otra forma de contacto visual con las informaciones. Por ejemplo, al menos 5.000 ciudadanos de Denver (Estados Unidos) que est¨¢n abonados al peri¨®dico electr¨®nico Rocky Mountain News tienen acceso desde la pantalla de sus ordenadores a noticias permanentemente actualizadas de temas interna cionales (servidos por la agencia Associated Press) y a los resultados de la Liga de baloncesto. Gracias a este nuevo sistema electr¨®nico de hacer peri¨®dicos, los destinatarios pudieron ser los primeros en enterarse del comienzo de la guerra del Golfo por un medio que no fuera la radio y la televisi¨®n. A los 30 minutos de haber comenzado la guerra, el peri¨®dico electr¨®nico de Denver ya estaba ofreciendo su primera edici¨®n. Con medios como ¨¦ste cada d¨ªa las distancias entre el suceso y la narraci¨®n del mismo se hacen m¨¢s cortas.En Fox Worth (Tejas), los abonados al Star Telegram tienen acceso inmediato por 10 d¨®lares al mes de media (unas 1.200 pesetas) no s¨®lo a las noticias de que dispone en esos momentos la redacci¨®n de The New York Times y a los comentarios y art¨ªculos editoriales que van a aparecer en el diario del d¨ªa siguiente, sino tambi¨¦n a otras informaciones de agencias internacionales. ?D¨®nde se encuentran, sin embargo, los grandes como The New York Times, Los Angeles Times o The Washington Post? Han intentado el periodismo electr¨®nico a trav¨¦s del videotexto (sistema de env¨ªo de informaci¨®n de ordenador a ordenador por una red especial telef¨®nica) y han fracasado desde el punto de vista financiero.

"La tecnolog¨ªa electr¨®nica no est¨¢ madura para la prensa", se dijo sobre la base de estas experiencias fallidas en un congreso que hace dos a?os celebraron los editores de todo el mundo en Madrid. Pero esta aparente retirada de los editores de prensa "a los cuarteles de invierno" no es real. La Federaci¨®n Internacional de Editores de Diarios, que acaba de celebrar en Berl¨ªn su asamblea anual, buscando soluci¨®n a la crisis generalizada que: padece la prensa en el mundo, ha se?alado: "Los avances tecnol¨®gicos representan para algunos editores la cura de rejuvenec¨ªmiento necesaria para salir adelante".

Luchar contra la televisi¨®n

Cathleen Black, presidenta de la poderosa Asociaci¨®n de Peri¨®dicos de Am¨¦rica, que representa a 1.300 diarios estadounidenses, estima que "la competencia con nuestros rivales, sobre todo la radio y la televisi¨®n, es de tal calibre que si queremos seguir viviendo tenemos que interesamos por las tecnolog¨ªas electr¨®nicas, introducir nuevos servicios de informaci¨®n por tel¨¦fono, ediciones en telefacs¨ªmil y p¨¢ginas a la, carta por ordenador".En una l¨ªnea parecida se ha mostrado G¨¹nter Wille, presidente del grupo Springer, cuando ha se?alado que al aumentar el tiempo que los ciudadanos pueden dedicar al consumo de medios de comunicaci¨®n debe aumentar tambi¨¦n la oferta de los editores, compitiendo en tiempo y en contenidos con los dem¨¢s medios. "Hasta hace muy poco tiempo el vector de la informaci¨®n era el peri¨®dico, pero las cosas han cambiado", a?ade.

Las experiencias estadounidenses no son las ¨²nicas. Otros peri¨®dicos en Am¨¦rica y en Europa ensayan por la v¨ªa electr¨®nica las formas de concurrir con la informaci¨®n escrita. Tal es el caso del peri¨®dico mexicano El Norte, que tiene instaladas 350 videoconsolas de ordenador desde las que se reparten a 3.000 abonados equipados con un ordenador informaciones financieras y burs¨¢tiles que pagan por este servicio 500 d¨®lares mensuales (unas 60.000 pesetas).Los editores espa?oles dicen, por una parte, que ser¨¢ necesario, entrar en el negocio del videotex. y de los medios electr¨®nicos interactivos (informe El mercado de la informaci¨®n en Espa?a, de Andersen Consulting, Universidad de Navarra, Telef¨®nica y Asociaci¨®n de la Prensa de Madrid); sin embargo, ven como muy poco probable que antes del 2000 se introduzca cualquiera de estas modalidades.

Pedro Crespo de Lara, secretario general de la Asociaci¨®n de Editores de Diarios Espa?oles (AEDE), alega que no hay ninguna experiencia de periodismo electr¨®nico en las empresas espa?olas y que a corto plazo no ve movimientos en este sentido. S¨ª que se pueden contar como aproximaciones las experiencias del diario Fax y los servicios de videotex que mantienen la agencia Efe y otros peri¨®dicos, que sirven informaciones a determinados abonados.