Jordan acerca a los Bulls al t¨ªtulo
Cada vez que se duda de Michael Jordan, la gran estrella de la NBA busca superarse a s¨ª mismo. Di¨¢s atr¨¢s se le critic¨® su afici¨®n al juego y se especul¨¦ con unas presuntas deudas millonarias. Pero en la final de la NBA se est¨¢ viendo su enorme calidad. Sufri¨® fuertes cr¨ªticas durante tres d¨ªas amargos por su rendimiento el pasado domingo, cuando se qued¨® sin gas en un partido con triple pr¨®rroga y fall¨® 24 de 43 lanzamientos. Hasta Tex Winters, el primer ayudante de su entrenador Phil Jackson, alent¨® la pol¨¦mica al afirmar que, Jordan intentaba hacer demasiadas cosas en la cancha. Hubo incluso declaraciones an¨®nimas de un entrenador de la NBA que os¨® decir que el jugador estaba en claro descenso.Todo se desvaneci¨® el mi¨¦rcoles por la noche con una lluvia de puntos. Fue un espect¨¢culo digno de la m¨¢xima estrella del deporte. El de ese partido fue el Jordan de antes, un Jordan resucitado, el rey de los mates, la estrella, imparable.
El cambio estrat¨¦gico en su juego fue sutil pero inmenso. Se dedic¨® exclusivamente a entrar en la canasta y buscar faltas. La evoluci¨®n de Jordan como un anotador especialista en tiros a media distancia ha servido en parte para conservar su cuerpo y su carrera. Pero en esta ocasi¨®n no hab¨ªa necesidad de reparos o preocupaciones. Jordan estaba dispuesto a darlo todo.
Comenz¨® con una explosi¨®n individual en el segundo tiempo al marcar 16 puntos consecutivos, y no puso fin a su recital hasta que faltaban 13,3 segundos. Entonces entr¨® fuerte hasta la canasta, perseguido por todo el equipo del Phoenix Suns, en busca de los puntos de la victoria. Jordan encest¨® el lanzamiento, Barkley le hizo una personal, y sum¨¦ el tiro libre, tres puntos extraordinarios en una noche hist¨®rica, la 33? vez en su carrera que supera los 50 puntos.
No tuvo importancia que el Chicago no jugase bien. Los Bulls, para bien o para mal, basan su juego s¨®lo en Jordan. Sin ¨¦l no son nada; con ¨¦l se encuentran al borde de la consagraci¨®n, a una sola victoria del tricampeonato de Liga.
Arrastrar al equipo
"Quieres crecerte y jugar el mejor partido en los grandes momentos", declar¨® Jordan. "Quer¨ªa arrastrar el equipo. Cada vez que necesit¨¢bamos una canasta en el momento cr¨ªtico, me ocup¨¦ de conseguirla. ?se es mi papel en este equipo".Barkley, de nuevo con su codo derecho vendado, demostr¨® una vez m¨¢s ser el mejor jugador manco del mundo, con un balance triple: 32 tantos, 12 rebotes y diez asistencias, pero su esfuerzo y el de sus compa?eros qued¨® oscurecido por la sombra de Jordan.
"Jordan no es de verdad", afirm¨® Oliver Miller, el p¨ªvot de los Suns. "No s¨¦ lo que ve en la cancha. No puedo concebir lo que ¨¦l hace", declar¨® John Paxson, compa?ero de Jordan. "No hay manera de detenerlo. A lo mejor nunca lo conseguiremos", dijo Paul Westphal, entrenador del Phoenix. Posiblemente no le quede consuelo a Westphat, porque ning¨²n equipo en la historia ha remontado una diferencia de 3-1.
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