Los bi¨®logos creen que el delf¨ªn 'Basilio', de 30 a?os, remont¨® el Guadalquivir para morir
Basilio, un delf¨ªn hembra de unos 250 kilos m¨¢s de 2,5 metros, qu¨¦ debe su nombre al zar, eligi¨® Sevilla para morir, pero se equivoc¨®. Pens¨® que Guadalquivir arriba, a 100 kil¨®metros del mar, ser¨ªa un lugar perfecto para entretener su vejez, pero no cont¨® con la curiosidad de los vecinos de Alcal¨¢ de R¨ªo (Sevilla) y la operaci¨®n de rescate que la devolvi¨® al mar. El pueblo se qued¨® triste cuando vio partir al "delf¨ªn m¨¢s vacil¨®n" en un cami¨®n-ambulancia rumbo al Atl¨¢ntico.
Nadie sabe por qu¨¦ el delf¨ªn, de unos 30 a?os -la esperanza de vida de este mam¨ªfero es de 35 a?os-, remont¨® el Guadalquivir hasta toparse con la presa de Alcal¨¢ del R¨ªo, pero todo su esfuerzo fue vano y la noche del pasado viernes volvi¨® a encontrarse en aguas de la bah¨ªa de C¨¢diz, frente a El Puerto de Santa Mar¨ªa."Es un ejemplar viejo, un poco deteriorado y al que le falta casi toda la dentadura. Pensamos que el animal eligi¨® el r¨ªo para morir", dijo Manuel L¨®pez, veterinario del Zool¨®gico y Delfinario de Madrid. Opini¨®n que compart¨ªan los bi¨®logos poco despu¨¦s de la medianoche del viernes, cuando finaliz¨® la operaci¨®n.
Basilio, que debe su nombre al pescador que la descubri¨®, -antes de saberse que era hembra-, estuvo muy tranquila durante todo el viaje por carretera, pero al llegar a El Puerto y oler el mar se puso nerviosa y comenz¨® a dar coletazos. Dos patrulleras aguardaban en el pantal¨¢n D de Puerto Sherry, rodeadas de lujosos yates, la llegada del cami¨®n-ambulancia que transport¨® a Basilio, untada en vaselina y envuelta en toallas y hielo. Antes de embarcar al mam¨ªfero, a las once de la noche, le extrajeron sangre para realizar un an¨¢lisis y se le administr¨® un antiestr¨¦s y un antibi¨®tico. Para empujar al delf¨ªn al agua fueron necesarias seis personas, pero despu¨¦s de casi cuatro horas fuera de su h¨¢bitat Basilio cay¨® al mar como muerta. El veterinario y un entrenador del Zoo de Madrid tuvieron que zambullirse para reanimarla. Bast¨® menos de un minuto para que el animal se recuperara de tantas emociones e iniciara una inmersi¨®n para reencontrarse con su mundo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.