Los Doce apoyan un descenso rapido de los tipos de inter¨¦s
Todos menos Major insisten en que no se puede liquidar el Estado de bienestar
El Consejo Europeo de Copenhague se pronunci¨® ayer por una "bajada r¨¢pida de los tipos de inter¨¦s en Europa, que acerque los tipos europeos a los de los otros pa¨ªses industriales". ?sta es una de las principales conclusiones de dos d¨ªas de reuni¨®n, ocupados mayoritariamente por la perspectiva de un decrecimiento del 0,5% de las econom¨ªas comunitarias en 1993 y por el aumento del paro el a?o pr¨®ximo hasta el 12%. Los Doce eludieron la decisi¨®n sobre la sede del Instituto Monetario Europeo, que debe estar instalado el 1 de enero pr¨®ximo si no se quiere aplazar la segunda fase de la UEM (Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria).
Los Doce expresaron su deseo de que la cumbre signifique "el final de un prolongado periodo de inseguridad en la direcci¨®n de la Comunidad". El presidente de la Comisi¨®n, Jacques Delors, que pasa las horas bajas de la derrota socialista francesa y de una Comunidad Europea (CE) en crisis, ha obtenido un notable ¨¦xito en estos dos d¨ªas. Los Doce le han encargado la realizaci¨®n de uno de los grandes proyectos intelectuales y pol¨ªticos que tanto le apetecen. Bajo el t¨ªtulo Al entrar en el siglo XXI, Delors realizar¨¢ un Libro Blanco sobre la competitividad, el crecimiento y el desempleo, que ser¨¢ debatido dentro de seis meses en la cumbre de Bruselas."Gracias a Jacques Delors, hemos lanzado Europa hacia el siglo XXI", dijo el primer ministro dan¨¦s, Poul Nyrup Rasmussen, en la conferencia de prensa de clausura. Fuentes pr¨®ximas al presidente de la Comisi¨®n reconoc¨ªan la satisfacci¨®n de ¨¦ste, que ha conseguido de los Doce un mandato concreto y no ¨²nicamente vagas adhesiones a una exposici¨®n de ideas.
Despedida pol¨ªtica
El prop¨®sito de Delors es convertir su tarea en la despedida pol¨ªtica de su actual mandato, que termina precisamente a finales de 1994, por lo que tiene un a?o entero para empujar en la aplicaci¨®n del Libro Blanco. Si esto se produce con ¨¦xito, Delors cerrar¨¢ su ciclo como presidente de la Comisi¨®n con un nuevo impulso a la construcci¨®n europea.
El presidente del Gobierno espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez rechaz¨®, en cambio, que el nuevo Libro Blanco tenga paralelismo alguno con el que dio lugar al Mercado ¨²nico y subray¨® el inter¨¦s de la adopci¨®n de medidas inmediatas para frenar la recesi¨®n.
El presidente espa?ol puede darse por satisfecho, pues ha cumplido con los objetivos que se hab¨ªa marcado, fundamentalmente el lanzamiento de un mensaje fuerte en favor de un descenso de los tipos de inter¨¦s en toda Europa, junto a los llamamientos a la moderaci¨®n salarial y a la flexibilizaci¨®n del mercado de trabajo. En el resto, en palabras de un diplom¨¢tico espa?ol, todo ha sido como "jugar al parch¨ªs con alubias".
Uno de los pocos episodios controvertidos de este parch¨ªs fue la inclusi¨®n de una frase de inspiraci¨®n francesa en las conclusiones en la que se apostaba por mantener los logros sociales. Al final nada se dijo, porque se consideraba obvio.
El ¨²nico hueso de Delors ha sido el primer ministro brit¨¢nico, John Major, que quer¨ªa limitar el an¨¢lisis de la menor competitividad europea a los costes salariales. El presidente de la Comisi¨®n y pr¨¢cticamente los otros 11 socios han querido insistir en que no se puede liquidar el Estado de bienestar.
Programa de ajuste
Respecto al descenso de los tipos de inter¨¦s, el canciller alem¨¢n, Helmut Kohl, se adhiri¨® a la propuesta desde la frialdad de quien no decide directamente, y reiter¨® el programa de ajuste ya conocido: limitar la inflaci¨®n; reformas estructurales para aumentar la competitividad, y obtener m¨¢rgenes de maniobra para que el Bundesbank pueda bajar los tipos de inter¨¦s.
"Hemos insistido en la rapidez de la bajada de tipos y hemos demostrado que hay voluntad pol¨ªtica, aunque los Doce no son los gobernadores de los bancos", asegur¨® Delors. ?ste admiti¨® tambi¨¦n que es "una eventualidad posible durante un tiempo" que el marco alem¨¢n deje de ser la moneda central en el Sistema Monetario Europeo (SME).
Delors asegur¨® que si esto se produce ser¨¢ la demostraci¨®n de que "no hay un pa¨ªs y una moneda dominantes" y ser¨¢ un buen signo para el funcionamiento del SME.
Respecto a un eventual retraso en la puesta en marcha de la segunda fase de la UEM, el 1 de enero pr¨®ximo, Gonz¨¢lez asegur¨® que "todo el mundo da por supuesto que no habr¨¢ retrasos".
La segunda fase, de marcha hacia la definitiva moneda ¨²nica, estar¨¢ dirigida por el IME (Instituto Monetario Europeo), cuya sede permanente debe ser designada urgentemente si se desean evitar aplazamientos. Gonz¨¢lez espera que la designaci¨®n se produzca "en una cumbre extraordinaria o en el Consejo Europeo de diciembre en Bruselas".
Los Doce emitieron tambi¨¦n un ambiguo mensaje respecto a las negociaciones de la Ronda Uruguay del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio), para satisfacer tanto los deseos franceses de proteger m¨¢s a la CE e instaurar una preferencia comunitaria como la voluntad librecambista alemana y brit¨¢nica.
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