El crimen de los novios de Valdepe?as
La polic¨ªa pide colaboraci¨®n ciudadana para aclarar la muerte de ?ngel Ib¨¢?ez y Sara Dotor
?ngel y Sara yacen en tumbas colindantes por acuerdo de sus respectivas familias, que han querido que los j¨®venes permanezcan -incluso despu¨¦s de muertos- tan unidos como lo estaban cuando el pasado s¨¢bado les arrancaron la vida a cuchilladas. Los cad¨¢veres de la pareja fueron hallados a media tarde del domingo en el parque municipal de Valdepe?as (Ciudad Real). La polic¨ªa carece de pistas y pide la colaboraci¨®n ciudadana, mientras los vecinos reclaman justicia.El pasado s¨¢bado, ?ngel Ib¨¢?ez, de 24 a?os, y Sara Dotor Castellanos, de 20, quedaron citados con sus amigos en el pub Gala. De all¨ª salieron sobre las nueve y media de la noche. Alguien les vio caminar en direcci¨®n al parque municipal, un lugar donde suelen reunirse los enamorados al caer la noche. Ser¨ªa la ¨²ltima vez que se les viera con vida.
Cuentan los vecinos de este pueblo manchego que alguno de los invitados a un banquete de bodas que se celebraba en el restaurante Poseid¨®n, enclavado en el citado parque, escuch¨® gritos alrededor de las 10 y media de la noche. Pero quien escuch¨® los gritos pens¨® que se trataba de una pelea entre novios y no le dio importancia.
Es posible que esos gritos correspondieran al momento en que uno o varios individuos cos¨ªan a navajazos a Sara y a su prometido. Los agresores intentaron violar a la muchacha y, aunque la polic¨ªa no ha querido confirmar si llegaron a conseguirlo, el hecho de que estuviera semidesnuda as¨ª parece indicarlo. ?ngel, sin duda, intent¨® evitarlo, como lo prueban los cortes que sufri¨® en las manos y en los brazos. Los cad¨¢veres de la pareja quedaron separados por unos 60 metros.
Eusebio Dotor, ebanista jubilado por enfermedad, se alarm¨® al dar las 12 de la noche. "?sa era la hora en que Sara deb¨ªa regresar a casa. Si se retrasaba, siempre llamaba a su madre", dice. Eusebio y su mujer, Carmen, no pod¨ªan parar en la cama. A las seis de la madrugada, ¨¦l le confi¨® a su esposa sus temores: "Nos han matado a la chica". As¨ª que se acerc¨® a la comisar¨ªa. El polic¨ªa de guardia le tranquiliz¨® dici¨¦ndole: "V¨¢yase a casa, que a lo mejor est¨¢n de juerga".
Francisco, Tom¨¢s y otros amigos de la pareja comenzaron un rastreo por el pueblo. Sobre las seis de la tarde del domingo hallaron los cad¨¢veres empapados de sangre. El martes, 5.000 vecinos se manifestaron pidiendo justicia. Las fiestas del barrio de San Juan, donde viv¨ªa la pareja, han sido suspendidas.
Sara trabajaba como cosedora de cuellos y pu?os de camisas en la empresa textil Expres-Bromo. Era la cuarta de una familia compuesta por tres chicos y tres chicas. ?ngel, el mayor de cuatro hermanos, estaba empleado en la firma de aire acondicionado Carrier, de Valencia, donde resid¨ªa con su hermana Mar¨ªa del Mar, estudiante de Psicolog¨ªa.El joven ?ngel, practicante de atletismo, ciclismo y baloncesto, viajaba cada dos semanas a Valdepe?as para ver a su novia. "Era de pocas palabras, pero le hab¨ªa comentado a su hermana que pensaba casarse dentro de un a?o", declara su padre, Mat¨ªas Ib¨¢?ez, un jornalero agr¨ªcola vestido de negro de los pies a la cabeza, igual que su esposa Consuelo.
Los asesinos no robaron nada a la pareja. La principal hip¨®tesis es que los j¨®venes fueron acuchillados por uno o varios violadores. La polic¨ªa afirma que carece de base el rumor de que los homicidas puedan ser presos fugados de la cercana c¨¢rcel de Herrera de la Mancha. Pero tambi¨¦n reconoce que no tiene ninguna pista, por lo que solicita la colaboraci¨®n ciudadana. "Aunque sea, que nos llamen an¨®nimamente. Nosotros garantizamos discreci¨®n absoluta a quien pueda ayudarnos", pide ?ngel Gonz¨¢lez, jefe de la comisar¨ªa de Valdepe?as.
El padre de Sara, que recuerda el triple crimen de las ni?as de Alc¨¢sser (Valencia), se?ala que le gustar¨ªa "hablar con el Rey y pedirle una nueva ley para que estos criminales paguen lo que han hecho".
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