En el nombre del padre
En cierto modo, Simenon fue el autor de un mont¨®n de cr¨ªmenes. Ante la imposibilidad de tomarle declaraci¨®n, hemos de recurrir a los testigos, sus hijos Marc, Johnny y Pierre, que se han reunido en Lieja para rendir homenaje a un hombre inevitablemente distinto del que la exposici¨®n quiere retratar. La palabra padre surge a cada paso como la ¨²nica explicaci¨®n de una experiencia, en nombre de la cual se les ha convertido en potavoces del personaje ausente.En las novelas polic¨ªacas y en la vida, los que conocieron al autor del crimen raramente ven esa faceta de su personalidad. La familiaridad de Simenon con la maldad y la mezquindad humanas le viene, dice Marc, de sus inicios como reportero de sucesos y de un sufrimiento interior que le exig¨ªa escribir, casi siempre como una terapia: "El 90% de lo que era. lleg¨® a serlo. y el por qu¨¦ ten¨ªa' que escribir tiene que ver con su madre, que fue su gran dolor". Su conocimiento profundo de ambientes de los que vivi¨® alejado buena parte de su vida viene de "los a?os de formaci¨®n", comenta Johnny, "lo vivi¨® como. ni?o y adolescente, vio la mediocridad, la gente que se preocupa de los aspectos mezquinos de la vida, a la que luego describe en sus novelas". "Explicaba su proceso de creaci¨®n diciendo que era una esponja que absorb¨ªa a la humanidad", a?ade Pierre, "y tambi¨¦n nos dec¨ªa que ¨¦l mismo podr¨ªa haberse convertido en un criminal".
"Se sent¨ªa pr¨®ximo a esas gentes peque?as de sus novelas, era parte. de ellos, nunca se sinti¨® un privilegiado, sino al guien quede verdad. ha conoc¨ª do lo que es ser pobre", dice Johnny Marc, el mayor, que vivi¨® con su padre las ¨¦pocas de menor opulencia, recuerda su afici¨®n a la naturaleza, su lado alegre de bon vivant y la diversidad de sus amistades. Tambi¨¦n para Pierre, "si tuvo amigos ricos y famosos como Chaplin, Renoir o Fellini, tuvo muchos m¨¢s que eran gente corriente. No creo que pensara que los ricos fueran una clase interesante, ni ten¨ªa mucho que decir sobre ellos".
En sus Memorias, Simenon se pregunta si la vida acomodada y protegida de la que sus hijos han disfrutado les impedir¨ªa entender su experiencia y visi¨®n de la vida. Como dice Johnny, "nunca har¨¦ ver que s¨¦ lo. que es ser pobre, porque no lo he sido nunca. Soy consciente. de que nos falta esa hambre de la que siempre hablaba, pero tambi¨¦n s¨¦ que no puedo tenerlo". Seg¨²n Pierre, "creo que le d¨¢bamos pena, porque su experiencia fue m¨¢s completa, aunque no nos la deseara".
El ambicioso objetivo que describe el t¨ªtulo de la exposici¨®n Todo Simenon es imposible de cumplir,. porque siempre faltar¨¢ esa parte de la persona que no se puede representar con papeles y fotograf¨ªas. La frialdad de la estatua de cera con la que se ha intentado sugerir su presencia simboliza esa ausencia que la voz de los hijos se esfuerzan en suplir.
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