"Europa debe defenderse del "dumping" social de los pa¨ªses asi¨¢ticos"
La receta de Oliveira para reactivar la econom¨ªa europea es un h¨ªbrido de proteccionismo defendido por Francia y el desmantelamiento del estado del bienestar propuesto por el Reino Unido en la cumbre que los Doce celebraron en Copenhage para buscar una soluci¨®n al problema del desempleo.
Pregunta. ?Qu¨¦ posibilidades de ¨¦xito tienen las negociaciones para la liberalizaci¨®n del comercio mundial en el seno del GATT ahora que las econom¨ªas occidentales est¨¢n atravesando una dura crisis econ¨®mica? ?Comparte la posici¨®n francesa de aumentar el proteccionismo o la brit¨¢nica de liberalizar los mercados reduciendo la protecci¨®n social?
Respuesta. En el GATT es mejor obtener un buen acuerdo ya que un ¨®ptimo acuerdo no tiene fecha y ahora que la recesi¨®n se prolonga hay m¨¢s urgencia de lograrlo. Pero para ello es necesario un gran realismo. Por ejemplo, en el contencioso agr¨ªcola entre la Comunidad Europea y Estados Unidos no se entendi¨® que Europa ten¨ªa un l¨ªmite de concesiones, no ya por razones econ¨®micas sino culturales, de valores profundos. Lo que est¨¢ claro es que no hay free trade [libre comercio] sin fair trade [comercio leal]. Es m¨¢s f¨¢cil hacer concesiones de acceso a los mercados, si tenemos garant¨ªa de que las pr¨¢cticas comerciales son leales. Esto tiene mucho que ver con la propuesta de Francia de establecer mecanismos de defensa interna de la CE en relaci¨®n a terceros.
P. Entonces ?Portugal apoya a Francia?
R. Es necesario que la CE establezca sus mecanismos propios de defensa para garantizar la lealtad de los intercambios comerciales y evitar el dumping social, industrial y monetario que muchos pa¨ªses realizan, especialmente los pa¨ªses asi¨¢ticos. Nosostros apoyamos a Francia en esa pretensi¨®n.
P. ?C¨®mo se concretan esos mecanismos de defensa?
R. Deber¨ªa agilizarse la vigilancia sobre las pr¨¢cticas de dumping que distorsionan la competencia. El GATT no es eficaz a la hora de dar una respuesta y ello crea una vulnerabilidad enorme a los afectados. La CE deber¨ªa asegurar este tipo de mecanismos de actuaci¨®n inmediata, como lo hacen Estados Unidos y Jap¨®n para proteger sus industrias. Una vez que nos aseguraramos que la industria europea compite en las condiciones correctas podemos abrir los mercados.
P. ?Significa esto una vuelta al proteccionismo?
R. Aunque Europa ya no es l¨ªder en la manufacturaci¨®n, tiene a su favor la Investigaci¨®n y Desarrollo, la innovaci¨®n y el dise?o, de un valor intangible muy importante, que le cuesta muchos recursos financieros y humanos. Pero hoy en d¨ªa, con las pr¨¢cticas desleales de comercio, cualquiera puede usar este trabajo hecho por los pa¨ªses m¨¢s desarrollados. Con ello, no s¨®lo la competencia no se realiza de, acuerdo con las reglas de lealtad, sino que los costes de producci¨®n . de otros pa¨ªses menos desarrolados pueden ser sustancialmente m¨¢s bajos y hacen imposible sostener la industria de los pa¨ªses m¨¢s desarrollados. Esto crea un problema grande de desempleo. Hay que asegurarse de que todos cumplen las reglas y despu¨¦s cada uno usar las ventajas comparativas.
P. ?Es este el origen de la crisis europea?
R. Es, desde luego, una crisis de p¨¦rdida estructural de competitividad debida en gran parte a costes sociales muy elevados y a un desarrollo insuficiente de innovaci¨®n tecnol¨®gica. Europa es competitiva en aquellos mercados donde se demanda un valor a?adido. Si es s¨®lo por el coste de producci¨®n, no tenemos posibilidad de competir.
P. ?Qu¨¦ propone entonces?
R. Tenemos que trabajar en un modelo nuevo de crecimiento que tenga en cuenta la econom¨ªa abierta en la que estamos. Hay que favorecer la inversi¨®n productiva y no tanto las inversiones especulativas en sectores no productivos como ha ocurrido en los ochenta en EE UU y Europa. No hay crecimiento sostenible sin una industria fuerte y competitiva y un sector exportador din¨¢mico. Esta idea de retorno a la base conducir¨¢, a lo mejor, a crecimientos muy moderados, pero sin duda m¨¢s sostenibles. Obligar¨¢, adem¨¢s, a una gran concertaci¨®n entre poderes p¨²blicos, empresariales y sindicales.
P. ?Afectar¨¢ este nuevo modelo al estado del bienestar tan arraigado en Europa?R. S¨ª, hay que reconsiderar el modelo del estado del bienestar. Yo creo que tenemos que ser realistas. Creo que a lo mejor en estos momentos hemos alcanzado, en t¨¦rminos de competitividad, el l¨ªmite de lo sostenible en bienestar social y rigidez del mercado de trabajo. Y el coste est¨¢ siendo precisamente el desempleo.
P. Ante la clara superioridad de los pa¨ªses asi¨¢ticos en la manufactura y la competitividad de los pa¨ªses del tercer mundo en productos agr¨ªcolas, ?cu¨¢l es la industria del futuro para Europa?
R. No nos podemos quedar parados sin tener una actitud creativa constante. La industria del pr¨®ximo siglo ser¨¢ fundamentalemente brainintensive [intensiva en creatividad] y debemos estar preparados para ello. Esto significa que las empresas deben innovar desde ahora. La propuesta de Delors [presidente de la Comisi¨®n Europea] de aumentar el presupuesto comunitario para apoyar la investigaci¨®n es un punto muy importante.
P. ?Qu¨¦ base industrial tirar¨¢ mientras tanto del empleo?
R. Las industrias tanto de alta tecnolog¨ªa como las tradicionales que tengan valor a?adido y que respondan a las exigencias de un consumidor m¨¢s sofisticado.
P. ?Y en el caso de Espa?a y Portugal?
R. Mi estado de ¨¢nimo es muy positivo en relaci¨®n a la respuesta que los pa¨ªses de la CE y en particular los ib¨¦ricos puedan dar a los nuevos retos. En el contexto internacional, nuestros pa¨ªses siguen siendo atractivos a la inversi¨®n extranjera por las condiciones todav¨ªa ventajosas de los costes e producci¨®n. Adem¨¢s, contamos con unas infraestructuras modernizadas y una mano de obra cualificada. En muchas conversaciones mantenidas con empresarios europeos, me dicen que Portugal puede ser la nueva la nueva Corea del Sur europea. Si conseguimos divulgar estas ventajas, creo que el futuro de Portugal y Espa?a es muy prometedor porque una gran parte de la produci¨®n europea tendr¨¢ en nuestros pa¨ªses un lugar preferencial de localizaci¨®n.
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