La magia de las c¨¢psulas adelgazantes
De un tiempo a esta parte han salido al mercado multitud de f¨®rmulas que, con el falso atractivo de ser "productos naturales", son devoradas por los consumidores ansiosos de adelgazar en poco tiempo, se?alan los autores. Para evitar fraudes, advierten, es necesario ejercer una control social sobre los mismos, adem¨¢s del sanitario.
Los farmac¨¦uticos somos testigos privilegiados de la locura colectiva que, en fechas preveraniegas, alcanza a una poblaci¨®n incapaz de medir los excesos de las dietas desequilibradas del invierno ciudadano. Los cuerpos con exceso de kilos han de convertirse en dos meses en esculturas vivientes y eso no es f¨¢cil sin transgredir el ritmo lento de la biolog¨ªa.De un tiempo a esta parte han salido al mercado multitud de f¨®rmulas que con el falso atractivo de ser "productos naturales" son literalmente devoradas por los consumidores ansiosos de adelgazar en poco tiempo.
El Ministerio de Sanidad y Consumo otorga diferentes tipos de Registro Sanitario a los variados productos que pueden promocionarse con la finalidad de conseguir adelgazar. Parece necesario conocer el nivel de garant¨ªa que cada uno ofrece, si queremos que el control "social", adem¨¢s del sanitario, pueda evitar fraudes bochornosos en nuestra sociedad.
El Registro de Plantas Medicinales, que lleva las siglas PM detr¨¢s del n¨²mero de registro sanitario, requiere que el fabricante aporte algunos ejemplares para su an¨¢lisis antes de ser concedido; adem¨¢s, debe ser fabricado por una empresa autorizada y por ¨²ltimo tiene que aportar documentos que avalen la actividad curativa que se pretende para el producto. El an¨¢lisis se realiza para comprobar la cantidad y calidad de plantas que el envase dice contener. Es necesario saber que el margen de error en estos an¨¢lisis es mucho mayor que el admitido para las sustancias puras, obtenidas en laboratorio, que son las que com¨²nmente se usan para los medicamentos con registro sanitario de especialidad farmac¨¦utica. La necesidad de demostrar la eficacia y la seguridad, no s¨®lo con documentos, sino con ensayos en animales y en humanos es otra diferencia importante del nivel de garant¨ªa del registro sanitario de medicamentos respecto al de planta medicinal.
Plantas medicinalesLa comercializaci¨®n en farmacias de los medicamentos es exclusiva; la de plantas medicinales tambi¨¦n, seg¨²n la Ley del Medicamento, si en su envasado se alude a propiedades curativas. Sin embargo, pueden venderse libremente aquellas plantas medicinales de uso tradicional y conocidos efectos terap¨¦uticos de los que por tanto no se necesita advertir nada en el etiquetado. Ejemplos de ¨¦stas ser¨ªan el t¨¦, la manzanilla y la tila.
Recientemente se ha producido la "inmovilizaci¨®n cautelar" por la DGF del producto "Reducci¨®n y Control de Peso" de Bogas-Schay. Ten¨ªa Registro Sanitario de Planta Medicinal y dec¨ªa contener 400 miligramos de cuatro especies vegetales diferentes. La inmovilizaci¨®n se ha producido por detectarse en su composici¨®n otras sustancias que no ten¨ªan nada que ver con las cuatro plantas declaradas en su etiquetado; son sustancias consideradas medicamentos y, por lo tanto, sujetas al registro que exige mayor nivel de garant¨ªa farmac¨¦utica.
La adulteraci¨®n de las c¨¢psulas Bogas-Schay con los principios activos identificados, trae como consecuencia una eficacia muy superior a la supuesta seg¨²n su composici¨®n, llegando as¨ª a hacer posible el pron¨®stico que revela el fabricante en su envase: "Adelgazar sin dieta", omitiendo voluntariamente la segunda parte: "S¨®lo con medicamentos".
Este fraude peligroso para la salud, pone de manifiesto, adem¨¢s de la ausencia de criterios ¨¦ticos en algunos directivos de negocios sanitarios., los fallos de un control social adecuado sobre el mercado creciente de productos para adelgazar de modo "milagroso" en los ¨²ltimos a?os. Para que el fraude haya sido posible hemos fallado, al menos parcialmente, la Administraci¨®n, los farmac¨¦uticos y los medios de comunicaci¨®n. La Administra ci¨®n al conceder el Registro de Plantas Medicinales para ciertos usos (por ejemplo adelgazantes) deber¨ªa plantearse investigar algo m¨¢s que la presencia de las plantas que el preparado dice tener, buscando las adulteraciones m¨¢s comunes para conseguir los resultados prometidos. Los farmac¨¦uticos, a excepci¨®n del Colegio de Vizcaya, hemos acreditado para venta en farmacias un producto sospechoso y los medios de comunicaci¨®n, a trav¨¦s de una publicidad agresiva y convincente, con la ayuda de los mejores comunicadores, han conseguido un ¨¦xito de ventas fulminante para un producto fraudulento.
Hay que hacer patente que la venta a trav¨¦s de farmacias ha permitido dar alertas a la Red de Farmacovigilancia de forma tal que el Centro Nacional de Majadahonda tuvo datos suficientes para proceder al an¨¢lisis del producto, en sospecha de unas reacciones adversas no justificadas por la composici¨®n declarada. Tambi¨¦n colabor¨® a la detecci¨®n del fraude la actuaci¨®n de un m¨¦dico de La Coru?a, que se tom¨® la molestia de acudir a la Consejer¨ªa de Sanidad para hacer una denuncia formal ante la sospecha cl¨ªnica de cierta acci¨®n farmacol¨®gica no justificable en un preparado que dec¨ªa no contener medicamentos.
Los farmac¨¦uticosLos farmac¨¦uticos nos sentimos tan defraudados como los consumidores, pero somos conscientes que podemos ejercer un control eficaz ante sucesos como ¨¦ste, bien por la observaci¨®n y denuncia de sospecha de efectos adversos, o por la actuaci¨®n colectiva como la realizada por el Colegio de Farmac¨¦uticos de Vizcaya, que hace algunos meses ya declaraba no recomendable la venta en farmacias de un producto "con leyendas enga?osas en su envase, inexactitudes manifiestas en el cuadernillo de instrucciones y t¨¦rminos que pueden producir confusi¨®n en los consumidores".
Parece necesario darles a ellos la enhorabuena y contribuir los dem¨¢s a que la actividad picaresca, tradicionalmente aceptada en Espa?a, no aumente la frustraci¨®n de los supuestamente "gordos" con estafas de esta catadura. Mientras los p¨ªcaros del siglo XVI enga?aban solo a unos pocos bobos de su entorno, el enga?o de los p¨ªcaros de hoy suele afectar a muchos miles de personas y la bobera de los enga?ados es quiz¨¢ creer que la Administraci¨®n del Estado nos puede proteger de todo. Hay que espabilarse.
Nombres de los farmac¨¦uticos que avalan el art¨ªculo:
Lourdes Alvarellos Bermejo (Madrid), Francisco Mart¨ªnez Romero (Ja¨¦n), Manuel Mart¨ªn L¨®pez (Ja¨¦n), Marina Cobo Garc¨ªa (Ja¨¦n), Manuel Sebasti¨¢n Gilabert (Guadalajara), Borja Garc¨ªa Biku?a Landa (Bilbao) y Teresa Eyaralar Riera (Asturias).
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