Ech¨¢varri: "No nos ha cogido el toro"

D¨ªa de San Ferm¨ªn y s¨ªmil taurino. Todo, pues, en orden. "P¨ªo nos ha cogido el toro", sentenci¨® satisfecho Ech¨¢varri tras ver superado sin traumas el duro escollo por equipos. Pa?uelico al cuello, cron¨®metro en el pecho y sandalias, por el calor. ?Y Miguel? "Un Porsche, es el que m¨¢s ha tirado". ?Y los dem¨¢s? "Fant¨¢sticos. Ha sido un buen d¨ªa de San Ferm¨ªn".

La verdad es que el santo no fall¨®. Protegi¨® a los suyos y se olvid¨® de los otros. De ah¨ª los rostros de desaliento de Manolo Saiz y Juan Fern¨¢ndez, los directores deportivos del Once y del Clas. No tuvieron suerte. El primero se qued¨® sin victoria de etapa y sin diferencias de tiempo suficientes como para so?ar con Z¨¹lle y Breukink. El segundo vio aumentado el mal de ojo que come en su equipo: Rominger perdi¨® tiempo, mucho tiempo.Al guapo Cipollini le sienta bien el amarillo, pero Ech¨¢varri no sufre por ello: "Nosotros hemos trabajado en funci¨®n de los equipos que luchan por ganar el Tour y Cipollini no es una amenaza. Hoy hemos superado una prueba m¨¢s. Lo nuestro es la regularidad". Z¨¹lle, a 1.05 minutos por delante del navarro en la general es el rival mejor clasificado. "La verdad es que hoy no nos ha faltado la suerte", reconoci¨® Ech¨¢varri.

"Todos han estado fant¨¢sticos, pero Indur¨¢in, m¨¢s", explic¨®. Como siempre, el director del Banesto tuvo que pedir a su hombre que mantuviera un ritmo acorde con el de sus compa?eros, que no los fundiera en los primeros kil¨®metros, que tuviera compasi¨®n de ellos: "Se lo expliqu¨¦ con un cuento. Le dije que hay d¨ªas en que el rey ha de bajar al nivel del pueblo, que no puede ser que el pueblo se ponga al nivel del rey. Es como tener un Porsche y decirle que ha de bajar de velocidad. Y lo ha hecho. Ha sido el que m¨¢s ha tirado, pero en relevos muy largos, de dos kil¨®metros, sin abusar". Aitor Garmendia, bromista, hab¨ªa ofrecido otra alternativa el d¨ªa antes, pero fue desechada. "Miguel, t¨² tiras todos el rato delante, nosotros te seguimos y en el ¨²ltimo kil¨®metros te damos un relevo, ?vale?". "Vale, pero con la condici¨®n de que no os qued¨¦is ninguno", replic¨® Miguel.

Controlado el apetito insaciable de Indur¨¢in, el siguiente cabo por atar fue decidir qui¨¦n tirar¨ªa detr¨¢s de ¨¦l, qui¨¦n ser¨ªa capaz de dar los relevos a la mejor locomotora del pelot¨®n. "No fue f¨¢cil, porque nadie se quiere poner detr¨¢s de Miguel. El que lo hace, acaba fundido", se?al¨®, Ech¨¢varri. El elegido fue su hermano, Prudencio. "Pens¨¦ que, al menos, tendr¨ªa compasi¨®n de un faniiliar". No la tuvo. Torturado por el esfuerzo de mantener la rueda del l¨ªder, Prudencio Indur¨¢in se dej¨® caer, exhausto, a cuatro kil¨®metros de la meta. Hab¨ªa cumplido de sobra. "A Bernard lo di por desahuciado de entrada, as¨ª que le ped¨ª que no diera un solo relevo", concluy¨® Ech¨¢varri.