Fieras con pasaporte en regla
El 'minizoo' de Parquegrande, en San Femando de Henares, tiene pendiente una multa, aunque ya goza de todos los permisos necesarios
Kimba y Calzumi, dos leones de seis meses, o Pascual¨ªn, un burrito blanco, son, entre otros, los peque?os que han nacido en cautividad en el minizoo Parque Grande, de San Fernando de Henares (26.000 habitantes), durante este ¨²ltimo a?o. Ellos son ajenos a la batalla burocr¨¢tica que se libra entre los responsables del parque y las diferentes administraciones, para legalizar el complejo que les acoge.El zoo, cuyo responsable, Fernando Peralta, permaneci¨® detenido durante un d¨ªa por un presunto delito de tr¨¢fico de animales protegidos, funciona ya con los permisos necesarios, pendiente, sin embargo, de una decisi¨®n que debe adoptar la Comunidad de Madrid sobre el pago de una multa de un mill¨®n de pesetas que le impuso la Agencia de Medio Ambiente (AMA) hace a?o y medio.
30.000 ni?os
Alrededor de 30.000 ni?os de colegios p¨²blicos y privados, as¨ª como diversos grupos procedentes de todos los rincones de la regi¨®n madrile?a y de otras comunidades aut¨®nomas, han podido observar durante el pasado curso escolar m¨¢s de 350 animales pertenecientes a 63 especies diferentes, seg¨²n Maribel Ayala, responsable de relaciones p¨²blicas del zoo.El minizoo, situado en el kil¨®metro 3,600 de la carretera de Torrej¨®n de Ardoz a Loeches, ha llegado a registrar una asistencia media, seg¨²n Ayala, de 1.500 personas durante los fines de semana, aunque el r¨¦cord lo ostenta un domingo en el que se registraron 1.300 visitantes. Los precios de las entradas al recinto oscilan entre las 500 pesetas para los ni?os y las 700 para los adultos.
Leones, leopardos, una pantera negra, osos, monos, gamos, lobos y zorros criados en cautividad, un dromedario, guacamayos o reptiles conviven con conejos, ocas, gallinas o vacas, estos ¨²ltimos denominados animales de granja.
Pero quiz¨¢ lo que m¨¢s llama la atenci¨®n a grandes y chicos sea poder acariciar, cada d¨ªa con m¨¢s precauci¨®n, a Calzumi y Kimba, los dos cachorros de le¨®n nacidos en cautividad hace seis meses y que ya superan los 40 kilogramos de peso.
Kimba, conocido como Tatito por los responsables del zoo, fue bautizado con su actual nombre por los alumnos del colegio Jos¨¦ Echegaray, de Torrej¨®n de Ardoz, en una de sus visitas al recinto.
En un espacio cerrado, destinado a realizar demostraciones con animales sueltos, los dos cachorros corren tras los m¨¢s atrevidos, que se convierten por unos minutos en sus compa?eros de juego, aunque no pueden evitar, porque el instinto les puede, iniciar una infructuosa persecuci¨®n sobre las cabras que se mueven libremente al otro lado de la valla met¨¢lica. Marta, una ni?a de dos a?os que visitaba el zoo con su madre, podr¨¢ contar la haza?a, si la recuerda, de haber acariciado a uno de estos leones. En brazos de su madre, la peque?a acariciaba a Kimba algo asustada, aunque menos que su madre, que miraba al peque?o le¨®n con satisfacci¨®n, pero con recelo. No menos espectacular es ver a Julhut, una loba de dos a?os, ponerse patas arriba y dejar acariciarse como si se tratase del mejor perro dom¨¦stico, a una pareja de zorros atender a las ¨®rdenes de sus cuidadores, u observar las maniobras de vuelo de un halc¨®n o un azor.
Bongo, un mono que convive con los dos peque?os leones y que lleg¨® a Parque Grande de la mano de sus amos, que ya no pod¨ªan seguir teni¨¦ndolo en su domicilio, es el animal que m¨¢s gusta a Estefan¨ªa, de ocho a?os, quien asegura que el mono y ella son muy amigos.
'Bambi'
Otro de los nacimientos de este ¨²ltimo a?o ha sido el de una dama-dama, riombre que reciben los gamos que inmortaliz¨® la pel¨ªcula Bambi. Otro de estos animales, que tiene s¨®lo cinco d¨ªas de vida, fue encontrado herido por la polic¨ªa local de Coslada, que decidi¨® trasladarlo al zoo. En honor de sus salvadores, el peque?o bambi recibi¨® el nombre de esta localidad.Todo en el parque parece de color de rosa cuando est¨¢n a punto de cumplirse dos a?os desde su apertura, pero el minizoo ha sufrido muchas controversias que su director d¨ªficilmente podr¨¢ olvidar. Fernando Peralta era detenido por la Guardia Civil en septiembre de 1991, acusado de traficar con animales de especies protegidas, al no poder presentar los documentos que acreditaban su procedencia, de acuerdo con el Convenio Internacional de Traslado de Especies Protegidas (CITES).
La AMA abri¨® entonces un expediente a la empresa Fabaca, propietaria de las instalaciones donde se ubica el minizoo, al carecer, seg¨²n este organismo, de los requisitos que la legislaci¨®n exige, tales como el estudio de impacto ambiental, la declaraci¨®n de n¨²cleo zool¨®gico o la licencia de actividades, seg¨²n Andr¨¦s S¨¢nchez, jefe del servicio de disciplina ambiental de la agencia. La resoluci¨®n del expediente multaba a los infractores por un mill¨®n de pesetas. El Consejo de Gobierno de la Comunidad debe ahora ratificar o no esta sanci¨®n tras estudiar un recurso presentado por los afectados.
Peralta se extra?a despu¨¦s de lo ocurrido de que las autoridades correspondientes se hayan limitado ahora a sellarle un "simple libro de actas" en el que debe ir anotando todos los animales que nacen en cautividad, inscripciones que deben estar avaladas ¨²nicamente por la firma de un veterinario.
Entretanto, en el minizoo Parque Grande se ultima el montaje de un reptilario en el que se podr¨¢n observar serpientes pit¨®n y enormes boas, entre otros reptiles, as¨ª como unas aulas que el pr¨®ximo curso escolar se destinar¨¢n a impartir clases de naturaleza, dirigidas no s¨®lo a los peque?os, sino tambi¨¦n a los mayores. Y no se alarmen los visitantes si una alpaca (mam¨ªfero rumiante de la familia de los cam¨¦lidos, con una altura de 1,20 metros) llamada Estebitan corre tras ellos, s¨®lo pretende alcanzarles para demostrar que es la m¨¢s r¨¢pida. Si el visitante se detiene, Estebitan perder¨¢ el inter¨¦s por ¨¦l.
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