Un enfermo pide al juez que le deje morir

Tiene 50 a?os y desde hace 25 es tetrapl¨¦jico, como consecuencia de un accidente. Tiene la mente completamente l¨²cida, pero necesita ayuda para todo y est¨¢ inm¨®vil en una cama en su casa, en La Coru?a. Ram¨®n Sampedro Cane¨¢n ha planteado ante los tribunales la primera demanda en Espa?a solicitando el derecho a la eutanasia voluntaria. Un juzgado de primera instancia de Barcelona se lo ha denegado, pero Sampedro ha vuelto a insistir ante la Audiencia para que se le reconozca el derecho a tener una muerte digna. ?l invoca poder ejercer su libertad personal.

"Suplico al juzgado que se autorice a mi m¨¦dico de cabecera a que me suministre los medicamentos necesarios para evitar el dolor, la angustia y la ansiedad que el estado en que me encuentro me produce y sin que ello pueda ser considerado, desde el punto de vista penal, como ayuda al suicidio, delito o falta de clase alguna, al asumir plenamente por mi parte el riesgo que tal medicaci¨®n podr¨ªa suponer y poder as¨ª, llegado el caso, morir dignaniente". Esa es la petici¨®n que formul¨® Ram¨®n Sampedro y que ha sido rechazada en primera instancia.

Denegaci¨®n

El juzgado no le ha reconocido a Sampedro el derecho a la eutanasia voluntaria y para ello ha argumentado, entre otras cosas, lo que dijo el Tribunal Constitucional en la demanda que presentaron tres presos de los GRAPO en huelga de hambre y que pidieron el derecho a no ser alimentados en contra de su voluntad. El Constitucional, que deneg¨® la petici¨®n, sostuvo que frente a la limitaci¨®n de la voluntad debe prevalecer el bien de la vida humana.Sampedro piensa todo lo contrario y por eso ha insistido en su demanda, ahora ante la Audiencia de Barcelona, a partir de varios preceptos constitucionales: el derecho a la libertad y a la dignidad de la persona, al libre desarrollo de la personalidad, a la libertad ideol¨®gica y religiosa y a no ser sometido a penas inhumanas.

El demandante es paral¨ªtico irreversible desde el 23 de agosto de 1968, d¨ªa en que sufri¨® un accidente al lanzarse al mar. Ten¨ªa 25 a?os, era mec¨¢nico de un barco y ten¨ªa novia. Desde entonces vive bajo los cuidados de su familia en una casa de campo en La Coru?a. Hace unos tres a?os se puso en contacto con la asociaci¨®n espa?ola Derecho a Morir Dignamente (DMD) y les pidi¨® los medios necesarios para acabar con su vida.

"Le contestamos que nosotros no pod¨ªamos hacer nada de eso y que precisamente la asociaci¨®n persegu¨ªa el reconocimiento legal de la eutanasia. Luego, nos volvi¨® a pedir asesoramiento jur¨ªdico para plantear la cuesti¨®n ante los tribunales", explic¨® ayer la vicepresidenta de DMD, Teresa Betancor. La demanda ha sido presentada por uno de los abogados de la asociaci¨®n, Jorge Arroyo, y tambi¨¦n ha contado con el asesoramiento del ex senador Ces¨¢reo Rodr¨ªguez Aguilera.

"Si la Audiencia lo deniega, entonces lo plantearemos ante el Supremo o, si cabe, ante el Tribunal Constitucional", subray¨® el letrado. La demanda del enfermo sostiene que el derecho a una muerte digna est¨¢ impl¨ªcitamente reconocido por la Constituci¨®n al garantizar la "dignidad de la persona". "Al menos, esa es nuestra interpretaci¨®n", matiz¨® el abogado.

Lectura y poemas

El C¨®digo Penal de Espa?a sanciona duramente -con penas de prisi¨®n mayor- a las personas que presten auxilio al suicidio. La legislaci¨®n espa?ola no regula en absoluto el derecho a la eutanasia. Cuando se plante¨® en el proyecto del C¨®digo Penal rebajar las penas al que ayude a morir a otro, el episcopado equipar¨¢ esa intenci¨®n al genocidio nazi. Un sector de los profesionales de la medicina tambi¨¦n se ha pronunciado en contra y est¨¢ a favor de curas paliativas.Sampedro est¨¢ en contra de esas ayudas paliativas, seg¨²n coment¨® ayer Gener Gord¨®, una persona que le asiste regularmente. "Lo que quiere es que le ayuden a morir. No quiere saber nada de centros ni t¨¦cnicas de rehabilitaci¨®n que consisten en buscar otros motivos para vivir. ?l cree que su vida es in¨²til y por eso quiere terminarla. Es una persona completamente l¨²cida que no quiere seguir viviendo tal como est¨¢. No est¨¢ desesperado, sino completamente equilibrado. Cuando reclama el derecho a morir, lo hace de manera completamente consciente", puntualiza.

El demandante requiere la constante ayuda de su familia. Su madre falleci¨® y ahora quien le cuida es su cu?ada. El estar postrado en cama de forma continua comporta problemas a?adidos. Mientras, lee mucho y escribe. Escribe poes¨ªa en gallego -su lengua- y tambi¨¦n bastantes textos de reflexi¨®n sobre la eutanasia. Ha conseguido escribir invent¨¢ndose un aparato, una ca?a que maneja con la boca y a la que est¨¢ sujeta un bol¨ªgrafo.