Indur¨¢in guarda fuerzas para la contrarreloj
Un escapada de gregarios y buscadores de fortuna proclam¨® un nuevo l¨ªder, el belga Johan Museeuw, y salpic¨® de advenedizos los primeros puestos de la general. Son las rapi?as del Tour, sus batallas subterr¨¢neas. La de Indur¨¢in, la madre de todas ellas, todav¨ªa no ha comenzado. El l¨ªder del B-anesto guarda fuerzas tranquilo para la contrarreloj de ma?ana. Ah¨ª acaba el Tour para unos y comienza para otros. Mientras tanto, los hombres del llano apuiran la munici¨®n, conscientes de que se les acaba el terreino. El dan¨¦s Bjarne R¨²s fue el ganador de una etapa cargada de revoluciones (44 kil¨®metros por hora) que concluy¨® con un detalle pl¨¢stico para los libros de historia: el italiano Bruno Cenghialta, derribado por una moto en la recta final, cruz¨® la meta a pie y conla bici en el hombro hecha un churro.El Banesto s¨®lo tiene un objetivo: no perder el Tour antes del lunes, para intentar ganarlo a partir de ese d¨ªa. Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri lo hab¨ªa explicado muy bien por la ma?ana: la carrera tiene muchas guerras y cada uno quiere llegar vivo a la suya. La de los sprinters y los cazadores del llano concluye hoy. La de los hombres importantes comienza. ma?ana. Cuanto menos gasto, mejor: ojo a las ca¨ªdas, atenci¨®n a los cortes, cuidado con el viento y a la cama, que hay que recuperar. La ausencia de apellidos ilustres en las hostilidades de estos d¨ªas est¨¢ justificada. Todos guardan fuerzas.
El trazado entre P¨¦ronne y Chalons-sur-Marne fue un falso llano con tres tachuelas de cuarta categor¨ªa., dos de tercera y mucho sube y baja. Para responder al r¨¦cord. de velocidad obtenido en la etapa anterior, el pelot¨®n movi¨® desarrollos generosos hasta alcanzar en ocasiones los 50 kil¨®metros por hora de media. Los saqueadores de minutos televisivos comenzaron a menudear en la cabeza del pelot¨®n. Las escaramuzas se fueron sucediendo pronto, alguna de ellas con apellidos de lujo como Delgado o Alcal¨¢, pero sin la consistencia precisa. En ese primer cuarto del recorrido los hombres del Ariostea y del Motorola hab¨ªan asumido el mando de la etapa y el fuego era de artificio.
En el kil¨®metro 90, ambas formaciones decidieron quebrar la jornada. Siete hombres iniciaron la aventura, tres del Motorola (Mej¨ªa, Anderson y Sciandri), dos del Ariostea (Riis y Cenghialta), uno del ZG Mobli (Sierra) y otro del GB (Museeuw). La aventura cQnt¨® con el benepl¨¢cito inicial del pelot¨®n, que permiti¨® una ventaja m¨¢xima de 3.50 minutos a la altura del kil¨®metro 148. Los hombres del Carrera iniciaron una t¨ªmida persecuci¨®n, pero no hallaron el relevo esperado. Ninguna de las formaciones con hombres para la general quer¨ªa hacer un gasto injustificado.
La escapada fue adquiriendo el perfume de ¨¦xito a medida que iba transcurriendo los kil¨®metros. Mientras los representantes del Motorola y del Ariostea trabajaban bien los relevos a la espera de repartir suerte en la llegada, el gran grupo decidi¨® dejar la persecuci¨®n en grupos menores, como el Chazal, que consigui¨® as¨ª unos minutos de protagonismo. El GB, el equipo de Cipollini, resolvi¨® que Museeuw pod¨ªa ser tan buen l¨ªder como el guapo sprinter, por lo que dio rienda suelta a la escapada. Al final, todos contentos: el GB conserva el liderato, el Ariostea mastic¨® su alimento vital, las victorias de etapa, y los aut¨¦nticos caudillos de la carrera est¨¢n donde estaban, ala espera de que el Tour comience de verdad.
Un escalador de mentira
Chalons-sur-Marne Bjarne Rfis, el g¨¢nador de la etapa de ayer, pasar¨¢ a la historia del ciclismo por ser el primer dan¨¦s que consigue vestir el jersey de mejor escalador del Tour. No es una broma; m¨¢s bien, un gui?o de la clasificaci¨®n. El premio de la monta?a se nutre estos d¨ªas conlos hombres del llano, los primeros en cruzar las tachuelas que ofrece el recorrido. Rfis sum¨® ayer puntos en varias de las cinco cotas de m¨ªn¨ªma categor¨ªa repartidas entre P¨¦ronne y Chalons-sur-Marne, lo que le permiti¨® arrebatar el jersey de topos a su compa?ero Davide Cassani. "Ha sido divertido",coment¨® Riis, consciente de que su reinado en las alturas es un hecho pasajero.El dan¨¦s del equipo Ariostea, de 29 a?os de edad, disfruta su s¨¦ptimo a?o como profesional. Antiguo gregario de Laurent Fignon en el equipo Castorama, hab¨ªa alcanzado la presente temporada con cinco victorias como profesional. En el pasado Giro sum¨® la sexta en la s¨¦ptima etapa. Su trabajo ha bordado detalles hist¨®ricos para el ciclismo de Dinamarca.
Adem¨¢s del anecd¨®tico t¨ªtulo provisional de mejor escalador, el triunfo de Riis es el sexto que consigue el pa¨ªs escandinavo en el Tour de Francia.
Echavarri, "Muchos van a explotar en a monta?a
V. J. Atrapado en el cuadril¨¢tero de los rodadores, el Tour marca tiempos estratosf¨¦ricos. La etapa del viernes, entre Evreux y Amiens, obtuvo la velocidad media m¨¢s elevada en toda la historia de la carrera: 49,417 kil¨®metros por hora. El belga Johan Bruyneel (Once) fue su ganador. El anterior r¨¦cord lo pose¨ªa Adri van der Poel desde 1988, con 48,927 kil¨®metros por hora y una matizaci¨®n: el recorrido fue de s¨®lo 38 kil¨®metros (Tarbes-Pau). Son datos para la historia que provocan comentarios de asombro. Asombrosa puede ser tambi¨¦n la cifra de cad¨¢veres que aparezcan cuando comience la monta?a. Todos coinciden: un ritmo tan vertiginoso puede provocar una hecatombe.
"Muchos van a explotar cuando comience la monta?a, Me da la impresi¨®n de que en este Tour va a haber muchas diferencias", adelant¨® ayer Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri, director del Banesto. La apreciaci¨®n de Ech¨¢varri fue compartida por Juan Fern¨¢ndez, responsable del Clas: "El cambio va a ser muy brusco. Los corredores tienen las piernas habituadas a un desarrollo del 54/12, a rodar a 50 kil¨®metros por hora y, e repente, se encontrar¨¢n con lo contrario: que tienen que mover el 42/21 y en subida".No hay media monta?a
Fern¨¢ndez apunt¨® otro matiz interesante: "Este a?o no hay una etapa de media monta?a que permita a los corredores ir entrando en el ritmo de la escalada. Al contrario, la jornada previa a los Alpes es la de descanso. Muchos hombres acusar¨¢n ese par¨®n en la competici¨®n". El primer d¨ªa, opin¨®, ser¨¢ el peor: "Habr¨¢ muchas sorpresas el primer d¨ªa. Es el peor. Habr¨¢ gente que no podr¨¢ asmilar el cambio y eso significar¨¢ tiempo en la meta. Todos los directores tenemos mucho miedo al primer d¨ªa de monta?a, porque no sabes c¨®mo te van a responder los hombres".
A pesar de la incertidumbre, el Banesto afronta con tranquilidad el fin del llano, la contrarreloj del lunes y el comienzo de hostilidades en altura. La carrera est¨¢ donde la quiere Ech¨¢varri, donde la necesita Indur¨¢in: "Sab¨ªa que esta semana era la de los sprinters y que eso implicar¨ªa a equipos que nos permitir¨ªan controlar la carrera. Es la l¨®gica que esper¨¢bamos".
Ech¨¢varri a?adi¨®: "Aqu¨ª hay varias carreras: la de Cipollini y Nelissen, la del Once por intentar conseguir el jersey de l¨ªder y la de los que queremos vestir de amarillo m¨¢s adelante. Nos tenemos que aprovechar unos de otros. Para los sprinters el Tour termina el domingo. Para nosotros empieza el lunes. De momento, estamos contentos".
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