"La television se ha convertido en un enemigo terrible de la familia"
Ha resistido 21 a?os en pantalla con el mismo producto: Un, dos, tres... El pasado viernes se despidi¨® por en¨¦sima vez, pero el maratoniano Narciso Ib¨¢?ez Serrador, Chicho, regresar¨¢ a finales de a?o consu a?ejo concurso. Se hace el remol¨®n, "pero las necesidades econ¨®micas de TVE...". La televisi¨®n ha sido su alimento durante 30aflos. Ahora es su tormento: "El televisor se ha convertido en ian 'enemigo terrible' de la familia". Preocupado por la "chabacaner¨ªa" y el "chorreo de sangre" que abunda, pide machaconamente un c¨®digo ¨¦tico efectivo. Incluso, le ha comentado al Rey sus temores.Pregunta. ?Por qu¨¦ le asusta la televisi¨®n actual?
Respuesta. A quien m¨¢s atenci¨®n le presto es al ni?o. Est¨¢ embobado por la televisi¨®n. Le hace m¨¢s caso que a sus maestros y a sus padres. Si lo que sale es deformante, el ni?o se deforma.
P. ?Cu¨¢les son los s¨ªntomas de esa def¨®rmaci¨®n?R. Recuerdo en Argentina a gente de mi edad interesada por la pintura y la m¨²sica, con un vocabulario bastante rico. Volv¨ª hace poco y not¨¦ un cambio extra?o: mu?ho menos inter¨¦s por el libro y la cultura, y un idioma peor utilizado. Busqu¨¦ a tres soci¨®logos de prestigio y les pregunt¨¦: %He cambiado yo, el pa¨ªs, o todo es culpa de la tele?". "No le quepa lamenor duda, es la televisi¨®n" me respondieron.
P. ?Es un fen¨®meno exclusivamente argentino?
R. Yo me temo que en Espa?a ocurra esto, pero es un proceso tan lento que no se nota. Estoy seguro de que un ni?o que ha crecido con una televisi¨®n formal, que: informe y entretenga, a los 25 a?os es muy diferente que ese otro que ha crecido con una vulgar, chabacana, grosera y de mal gusto. No digo que todos los programas tengan que ser culturales, pero se puede entretener sin deformar. Pero no me preocupa usted, ni me preocupo yo, me preocupa mi hijo. Es fundamental crear un c¨®digo ¨¦tico.
P. ?En qu¨¦ t¨¦rminos?
R. Dudo que alguna formaci¨®n pol¨ªtica se oponga a crear un c¨®digo que sirva de colador. El, que diga que es censura, ?que se vaya a hacer pu?etas! El libro, la prensa, el teatro no pueden ser censurados de ninguna manera. Un ni?o de seis a?os no va al teatro ni lee EL PA?S. Pero s¨ª ve la televisi¨®n. ?Qu¨¦ pasa con ese ni?o que crece ante el normal espect¨¢culo de la violencia? Entonces, el televisor se convierte en un terrible enernigo de la familia.
P. ?Se ha convertido ya?
R. Yo creo que s¨ª. Lo digo con la terrible seguridad de que alguien diri¨¢ que exagero, o que c¨®mo lo digo yo, que siempre he hecho cosas gilipollas. Rebato el siempre porque no ha sido siempre. Procuro llegar al borde de lo popular, donde dos pasos m¨¢s all¨¢ est¨¢ lo populachero.
P. ?Alg¨²n modelo referente?
R. Gonz¨¢lez siempre dice que le gusta lo ingl¨¦s, pues, cono, coja usted el modelo ingl¨¦s de televisi¨®n y apl¨ªquelo: informativos, grandes documentales, debates interesantes y buen cine.. La publicidad no bajar¨¢, siempre estar¨¢ en los programas con m¨¢s audiencia. Hagamos que ¨¦stos sean los m¨¢s interesantes.
P. Pero el p¨²blico no decide.
R. Las audiencias las hace el p¨²blico. Pero hay que educarlo. No hay que darle opciones que deformen. Si ve un telediario en Londres por la ma?ana y aqu¨ª por la tarde, comprobar¨¢ que el texto de las noticias internacionales es el mismo, pero las im¨¢genes no. En Gran Breta?a, el plano del ni?o reventado o el del tiro en la nuca los han quitado. ?Qu¨¦ pasa por el cerebro de un ni?o que ve a, dos peque?os bosnios reventados por un ob¨²s? No hablo de amordazar la informaci¨®n. Digo: 15 muertos en Bosnia, ?hay necesidad de verlos? Ustedes, los medios que tienen la opini¨®n, deben crear un movimiento. He hablado de ello con altas instituciones.
P. ?Con qu¨¦ instituciones?R. Con el Rey. Le he comentado mi preocupaci¨®n, pero quien tiene que actuar es el Congreso. Por favor, plagiemos el modelo ingl¨¦s, no tenemos que inventarnos nada. F¨ªjese lo que ha pasado en Estados Unidos, que han empezado a decir ay, ay, ay con las series violentas. 0 el revuelo que se ha armado en Francia por los reality shows.Aqu¨ª estamos tan campantes.
P. Un, dos, tres... ha tenido que invadirse de publicidad.
R. Habla de otra cosa.
P. S¨ª, de consumo infantil.
R. Me preocupa m¨¢s el impacto contra el gusto que el impacto proconsumista. La publicidad no se puede evitar, la televisi¨®n tiene que vivir de algo.
P. ?No se puede evitar que se cuele en sus contenidos?
R. En algunos programas., s¨ª. Otros est¨¢n casi hechos para la publicidad. Yo aplaudo Farmacia de guardia, una serie digna con audiencias superaceptables. Me da una esperanza.
P. ? Un, dos, tres... ha dicho adi¨®s para siempre?
R. Televisi¨®n Espa?ola insiste en seguir, como siempre. Y ahora que tiene problemas econ¨®micos... Est¨¢ demostrado que Un, dos, tres... tiene un ritmo de seis meses s¨ª y seis meses no. No se debe forzar. Pero si vuelve, no antes de noviembre, ser¨¢ con una limpieza de bajos y pintura.
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