Cornadas en Santo Domingo y p¨¢nico en Estafeta
La polic¨ªa salt¨® al recorrido al final de Estafeta y empez¨® a tirar de brazos y piernas para deshacer el mont¨®n. Los toros a¨²n no hab¨ªan llegado, pero les faltaba poco, apenas 400 metros. No dio tiempo a dejar libre un pasillo para la manada, que hubo de pasar por encima de un centenar de cuerpos. Papelero, un c¨¢rdeno de 588 kilos, tras pisotear el muro humano, se volvi¨® y qued¨® emplazado, amenazante. All¨¢ donde embistiera, sus astas har¨ªan carne en cualquiera de los mozos que, aterrados, permanec¨ªan a su disposici¨®n.Atr¨¢s, donde comienza el encierro, ya hab¨ªan dejado los pablorromeros un rastro de sangre. S¨®lo 20 segundos tard¨® uno de ellos en alcanzar por detr¨¢s a Javier Dome?o, de 46 a?os. Subiendo Santo Domingo, le prendi¨® y arrastr¨® por la cintura. Salv¨® la vida porque el asta, en lugar de abrirse camino hacia el ri?¨®n, encontr¨® salida 15 cent¨ªmetros m¨¢s all¨¢ de donde hab¨ªa penetrado. Los tremendos destrozos internos que se produjeron fueron considerados de gravedad. Muy poco despu¨¦s fue Manuel Huici, de 40 a?os, quien sufri¨® otra cornada grave. La vio venir porque el asta le penetr¨® por el pecho y lleg¨® hasta la cavidad tor¨¢cica tras desgarrar los pectorales, fracturar las costillas y disecar la aorta.
El balance resultaba dram¨¢tico porque el encierro no hab¨ªa hecho m¨¢s que empezar. La enorme concentraci¨®n de corredores frenaba el paso a la manada que avanzaba por el carril que le iba ofreciendo la multitud. Hasta que se cerr¨®.
Los corredores comenzaron a caer amontonados al final de Estafeta. En cuanto unos tropezaron por ir corriendo hacia delante, pero mirando hacia atr¨¢s, se fue incrementando el mont¨®n con los mozos que llegaban y que quer¨ªan seguir a la plaza. La polic¨ªa salt¨® el vallado para intentar despejar la calle mientras los servicios sanitarios se preparaban para lo peor.
Era una lucha in¨²til contrarreloj, porque faltaban 30 segundos para que llegara la manada y el mont¨®n se hac¨ªa cada vez mayor, pues los corredores ve¨ªan ocupados ambos lados de la calle y se encontraban obligados a proseguir el avance.
Los cabestros marcaron a los toros el camino a seguir. por encima de los cuerpos. La decisi¨®n con que lo hicieron salv¨® muchas vidas, porque los pablorromeros no se tomaron ese muro humano como algo que hab¨ªa que embestir, sino superar, y lo hicieron con las cabezas levantadas. Papelero tard¨® m¨¢s y al perder contacto con la manada se despist¨®. Qued¨® solo, y el p¨¢nico cundi¨® porque es el momento en el que el toro se acobarda y embiste. Mir¨® los cientos de cuerpos que ten¨ªa a su disposici¨®n, gir¨® y, atra¨ªdo por los mozos, fue bajando hacia la plaza sin abandonar su actitud amenazante. La llegada de los cabestros escoba puso fin a dos minutos de angustia.
La corrida de hoy
Plaza de Pamplona.
S¨¦ptima corrida de feria.
Toros de Mercedes P¨¦rez-Tabernero Montalvo, de Salamanca. Divisa verde. Antig¨¹edad, 22 de agosto de 1982.
Matadores: Ortega Cano, C¨¦sar Rinc¨®n y Enrique Ponce.
A las 18.30.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.