Las familias de los camareros resisten al desalojo del bar que fue casa de Juli¨¢n Besteiro
Hasta Sergio, con chupete y pa?al, llevaba el ritmo de la resistencia que en la ma?ana de ayer se mont¨® en la cafeter¨ªa Chiky, en la calle Mayor. Su padre serv¨ªa cortados a los funcionarios, del mismo Ayuntamientoque iba a desalojarle, a ¨¦l y a los otros empleados del caf¨¦. Les echar¨ªan por ruina de la casa, famosa por haber sido el hogar del l¨ªder socialista Juli¨¢n Besteiro. Pero ellos no estaban de acuerdo. Las se?oras y los ni?os de los camareros se pusieron firmes,y la cocinera que abri¨® el bar hace 28 a?os olvid¨® que estaba jubilada y se puso a gritar la primera, a ritmo de ray "?Qu¨¦ es el alcalde?". "Un impresentableeee", respond¨ªa la gente. "?Y el especulador?". "Un golfo mayooor". Nadie se march¨®.
Milaneses, 2, es una casa ahora fantasmal, sin vecinos. El alma del edificio donde traste¨® de peque?o el dirigente socialista Juli¨¢n Besteiro es ahora y ha sido, desde hace casi tres d¨¦cadas, la cafeter¨ªa Chiky, en sus bajos, regentada por Nicasio Abramo, Chiky. El bar est¨¢ amenazado porque los due?os ya pidieron hace tiempo -desde 1986- la ruina de la casa, que al final, lleg¨® en marzo por v¨ªa judicial. Chiky y otros dos vecinos continuaron peleando. En mayo el Ayuntamiento decret¨® "la ruina inminente parcial" y ech¨® al vecino del segundo. Luego entraron los obreros que enviaron los propietarios a trabajar." Pero lo ¨²nico que han hecho es desmontar las maderas de los balcones", dice Nicasio Abrarno, el due?o de Chiky, "y ahora quieren que nos vayamos nosotros para tirar la casa", dec¨ªa el hombre mirando de reojo a sus camareros, "que se lo he o¨ªdo yo a ellos; pero tendr¨¢n que sacarnos por encima de la barra".
La cafeter¨ªa es un bar de barrio a la hora de desayunar, una sucursal del Ayuntamiento durante el caf¨¦ de media ma?ana y un sitio donde le gustaba comer a Juan Barranco cuando todav¨ªa no era alcalde. Un rinc¨®n de encuentro de parejas por la tarde y un foro de amiguetes cuando cae la noche. Una representaci¨®n de todos estos mundos madrug¨® ayer para evitar el desalojo de Chiky y sus empleados. A las nueve de la ma?ana, la hora H, todos estaban en sus puestos: la cafetera, a tope; los camareros, sirviendo desayunos, y Chiky, sin parar un momento entre los clientes: la mujer del barrio que no falta ning¨²n d¨ªa a desayunar su caf¨¦ con leche y su tostada; el senador socialista por C¨®rdoba, que vive enfrente; la vecina que se tra¨ªa a la hija para resistir, el estanquero que viene cada noche desde la estaci¨®n Sur de autobuses a tomar la copa.
Y no s¨®lo clientes: el camarero que se levant¨® de la cama -herido por atraco- y que vino a resistir; la primera cocinera que tuvo Chiky, que estaba a la puerta con sus sucesoras, un par de mujeres de uniforme, y un mont¨®n de cr¨ªos. Entre ellos, los hijos de Juan de Dios, un camarero de 35 a?os un poco calvo y que entr¨® en Chiky hace 15, "cuando a¨²n ten¨ªa flequillo".
Enrique Mezquita, el secretario de la Junta de Centro, que ten¨ªa que ejecutar el desalojo, no apareci¨®, y as¨ª, a gritos -"de la cafeter¨ªa no nos mover¨¢n, porque aqu¨ª comen las familias", pasaron dos horas y media, y galoparon los caballos de los lanceros de la Casa Real para la solemne apertura de las Cortes y cruzaron la calle Mayor muchos coches oficiales. Era cuando m¨¢s arreciaban los gritos.Visita sin testigos
A Mar¨ªa Roces, de la Federaci¨®n de Asociaciones de Vecinos, le lleg¨® la voz de que el desalojo se hab¨ªa suspendido, y entonces todos se retiraron de la puerta con un "hemos ganado" final que fue coreado ardorosamente por los hijos del personal. Enrique Mezquita y la concejal de Centro, Mar¨ªa Antonia Su¨¢rez, adujeron ante la prensa que la apertura extraordinaria de las Cortes hab¨ªa retrasado el cumplimiento de la orden. "El desalojo es provisional, a petici¨®n del arquitecto de la propiedad", dijeron.
Total, que Mezquita lleg¨® pasadas las 12.45, cuando todo el fregado se hab¨ªa terminado. Acudi¨® primero a la tienda de accesorios para motos de la finca, tambi¨¦n amenazada de clausura, y el due?o se neg¨® a marcharse. Luego entr¨® en la cafeter¨ªa y Chiky dijo que tampoco se iba, "debido", dijo a Mezquita, "a que se pueden hacer obras de reparaci¨®n sin necesidad de cerrar el bar". Mezquita le dijo que ser¨ªa responsable de lo que ocurriera, y se fue dejando unas pegatinas de precinto en los cristales. Los clientes apuraban el aperitivo.
Una batalla m¨¢s en la guerra de Milaneses, 2
Los inquilinos de Milaneses, 2, y Nicasio Abramo, Chiky, el propietario de la cafeter¨ªa, aseguran que los due?os de la casa -catalogada como de protecci¨®n m¨¢xima y, por lo tanto, intocable-, los siete hermanos D¨ªaz Rodr¨ªguez, no han reparado nada de lo que, desde 1976, orden¨® el Ayuntamiento.Tras 10 requerimientos, el t¨¦cnico municipal aconsejaba, nada menos que en 1980, sancionar a los due?os, "dada su contumaz desobediencia". La propiedad, que asegura que s¨ª ha hecho reparaciones, acudi¨® a los tribunales. El a?o pasado se concedi¨® por el Tribunal Supremo la ruina, pero los tres vecinos que quedaban a esas alturas siguieron en pie de guerra. Abramo guarda dos informes de sendos arquitectos, peritos del Juzgado n¨²mero 3 y del Tribunal Superior de Justicia, en los que se concluye que la casa se puede reparar por medios normales y que en ning¨²n caso se puede conceder la ruina. Chiky est¨¢ dispuesto a pagar las obras, pero dice que no se ir¨¢.
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