"Todos llevamos un tirano dentro"

El actor italiano Gian Maria Volont¨¦ no conoc¨ªa a Valle-Incl¨¢n hasta que un d¨ªa se present¨® en su casa de las afueras de Roma el cineasta espa?ol Jos¨¦ Luis Garc¨ªa S¨¢nchez. El director le dej¨® sobre la mesa un gui¨®n basado en Tirano Banderas, una novela considerada b¨¢sica en la narrativa castellana contempor¨¢nea tanto en Espa?a como en Am¨¦rica y que retrata a la manera esperp¨¦ntica de Valle Incl¨¢n a un dictador latinoamericano.El actor, considerado junto a Vittorio Gassman uno de los m¨¢s importantes int¨¦rpretes de Italia, prepar¨® un arroz con at¨²n para comer y se reserv¨® su respuesta al director espa?ol. Meses despu¨¦s, acept¨® un proyecto en el que ha estado trabajando durante los ¨²ltimos dos a?os. "En este tiempo, Jos¨¦ Luis Garc¨ªa S¨¢nchez me ha hecho conocer a un escritor fundamental, un autor que me ha dado nuevas claves para entender nuestro siglo XX. En ¨¦l he visto a Pirandello, el teatro del absurdo, el futurismo, el expresionismo, Botero, el teatro popular... todo", dice rotundo el actor, de 65 a?os, que habla muy bajito, no se sabe si por timidez o cansancio.

"Para este papel ha sido m¨¢s importante la preparaci¨®n que el rodaje en s¨ª. Es lo normal cuando se trata de un personaje de la literatura cl¨¢sica", afirma Volont¨¦. "No es dif¨ªcil entender el proceso de un tirano porque todos llevamos uno dentro, aunque sea un peque?o tirano", contin¨²a el actor, que a?ade: "Un padre puede ser Tirano Banderas con su hijo, como un hijo puede serlo con su padre. El tirano es la expresi¨®n m¨¢xima del individualismo". Volont¨¦ asegura que no ha utilizado como referencia la imagen de ning¨²n dictador conocido, ni de ahora ni de nunca. S¨®lo una escultura en forma de patata ha inspirado su caracterizaci¨®n f¨ªsica. "Volont¨¦ vio la patata en su casa, le puso gafas y dijo: 'Tengo que parecerme a esto'. Y se parece", se?ala Garc¨ªa S¨¢nchez."Los actores trabajamos con la s¨ªntesis, no con personas determinadas". El actor, que en 1979 interpret¨® a Aldo Moro en El caso Moro, de Glorgio Ferrara, y en 1973 al g¨¢nster Lucky Luciano en Lucky Luciano, de Franco Rosi, est¨¢ ahora en Madrid para doblar la pel¨ªcula, rodada durante ocho semanas en Cuba y que cuenta con productores de cinco pa¨ªses diferentes: Portugal, Italia, Cuba, M¨¦xico y Espa?a.

Volont¨¦, ex comunista, no quiere hablar ni de Fidel Castro ni de pol¨ªtica italiana. El actor, diputado por el Partido Democr¨¢tico de la Izquierda (PDS), dice finalmente sobre Cuba, parafraseando a Valle Incl¨¢n: "Los h¨¦roes cl¨¢sicos, cuando su imagen se refleja en un espejo c¨®ncavo, se convierten en esperpentos". "Todos los procesos revolucionarios son c¨ªclicos, se repiten a s¨ª mismos. La tiran¨ªa empieza con un proceso revolucionario para terminar con el poder de otro tirano".El actor, que en 1980 fue operado de un c¨¢ncer de pulm¨®n, pregunta a los que le rodean que si molesta que fume. Tiene el pelo blanco y rizado, la nariz grande y los ojos muy verdes bajo unas cejas muy negras. "No hubiera hecho esta pel¨ªcula sin este actor", dice Garc¨ªa S¨¢nchez. "Necesitaba un actor aut¨®nomo, capaz de crear ¨¦l mismo al personaje y con el que yo sintiera una gran complicidad". Y concluye Garc¨ªa S¨¢nchez: "Quiz¨¢ lo que yo tambi¨¦n he descubierto con esta pel¨ªcula es que hasta con el personaje m¨¢s terrible uno tiene algo com¨²n".