Garofano confirma al juez que el balance de Montedison fue falsificado

Giuseppe Garofano, ex presidente de Montedison y ex consejero delegado de Ferruzzi Financiaria (Ferfin), el holding a trav¨¦s del cual la familia hom¨®nima controlaba el segundo grupo privado italiano, confirm¨® el s¨¢bado a la magistratura de Mil¨¢n que los balances de estas dos sociedades correspondientes a 1992 han sido falsificados para incluir p¨¦rdidas no derivadas de su gesti¨®n. Garofano, a?adi¨® que esas manipulaciones contables fueron realizadas tras su salida de las empresas, cuando Arturo Ferruzzi y su cu?ado, Carlo Sama, se hab¨ªan hecho ya cargo del grupo, en calidad de presidente y consejero delegado de las dos sociedades.

Garof¨¢no, ingeniero de 49 a?os, conocido como el cardenal por su proximidad al Opus Dei, confes¨®, por otra parte, que la comisi¨®n ilegal de 250 millones de liras (unos 22 millones de pesetas) que entreg¨® a la Democracia Cristiana (DC) lombarda, y que en principio fue la acusaci¨®n principal por la que se le dict¨® orden. de b¨²squeda y captura, fue pagada con fondos del grupo Ferruzzi. En otra declaraci¨®n previa, Garofano hab¨ªa sostenido que aquel dinero era suyo.Este cambio de posici¨®n indica igualmente que el destacado ejecutivo de Montedison desde 1981, cinco a?os antes de la entrada de los Ferruzzi, considera rota su relaci¨®n profesional con una familia a la que sirvi¨® fielmente: durante los ¨²ltimos siete a?os, primero bajo la direcci¨®n de Ra¨²l Gardini y, desde junio de 1991, bajo los ya citados Carlos Sama y Arturo Ferruzzi.

Garofano, que durante la ¨²ltima junta de accionistas de Ferfin, el pasado 30 de junio, mereci¨® el elogio y la solidaridad expl¨ªcita de Sama, considera que, en sus nuevas circunstancias, es libre (le colaborar con los magistrados. De hecho, su regreso a Italia., tras la detenci¨®n del pasado martes en Ginebra que puso fin a una fuga internacional de seis meses, no fue finalmente una extradici¨®n, sino un retorno voluntario del fugitivo.

Previarnente, Garofano negoci¨® con los magistrados Antonio Di Pietro y Francesco Greco que responder¨ªa, tanto por presuntos delitos de financiaci¨®n ilegal de la pol¨ªtica, como de las irregularidades que pudieran descubrirse en la crisis financiera del grupo Ferruizzi, actualmente intervenido por un consorcio de cinco bancos que tratan de buscar salida a una deuda de 31 billones de liras.

Di Pietro se ocupa del primer aspecto, mientras que Greco investiga desde hace meses la evoluci¨®n de Montedison, y especialmente el fracaso del proyecto Enichern, que fue el intento de Ra¨²l Gardini de hacerse con el control de las empresas qu¨ªmicas del Ente Nazionales degli Idrodarburi (ENI). Son esas segundas pesquisas las que ahora dominan la atenci¨®n de magistrados y p¨²blico.

Largo interrogatorio

El mismo Garofano dijo el s¨¢bado -durante las nueve horas de intenso interrogatorio, que ayer fueron cinco y que continuar¨¢n ma?ana martes-, que el pago de comisiones ilegales por Montedison fue ocasional y que en el grupo no hab¨ªa fondos negros para tales operaciones. Las comisiones, a?adi¨® el ejecutivo, no son en modo alguno la causa del enorme agujero, valorado ya por distintas fuentes en unos 700.000 millones de liras, que ha ido emergiendo de sucesivos aspectos dudosos de los balances de 1992 de Montedison y Ferfin, aprobados por las juntas de accionistas, pese a las objeciones de los auditores y los magistrados."Garofano dice que, si hay un balance falso, ¨¦ste es precisamente el ¨²ltimo, elaborado cuando ya no estaba ¨¦l. Es notoriamente falso, ya que la p¨¦rdida denunciada de 320.000 millones no pertenece a Montedison", inform¨® el s¨¢bado Luca Mucci, abogado del ejecutivo encarcelado.

La hip¨®tesis con la que trabajan los magistrados, y que Garofano parece estar confirmando inicialmente, es que la crisis del grupo Ferruzzi ha sido provocada por cr¨¦ditos que Montedison concedi¨® subrepticiamente a sus principales propietarios, para que, entre cosas, pudieran financiar la escalada en bolsa de las qu¨ªmicas del ENI. Cuando esa operaci¨®n fracas¨®, porque los pol¨ªticos y en especial los democristianos lo impidieron, las acciones de los Ferruzzi y sus aliados fueron recompradas por el Estado con un sobreprecio elevado. Ahora se investiga si esa recompra deveng¨® cuantiosas comisiones ilegales.