Rusia pide al FMI que le perdone parte de su deuda exterior
Rusia debe: conseguir que le perdonen parte de la deuda exterior de la antigua URSS, ya que, de todas formas, no est¨¢ en condiciones de cumplir con las obligaciones que asumi¨® al hacerse cargo de la herencia sovi¨¦tica. As¨ª lo ha manifestado Konstantin Kagalovski, representante de Rusia en la junta directiva del Fondo Monetario Internacional (FMI), al peri¨®dico Sevodnia. La deuda exterior rusa del a?o 1993 es de 91.700 millones de d¨®lares (12,5 billones de pesetas y se prev¨¦ que para 1999 llegue a 16 billones de pesetas.En una informaci¨®n publicada ayer, Sevodnia cita a Konstantin Kagalovski diciendo: "Las deudas de la ex URSS son medios que los Estados y bancos comerciales dieron al r¨¦gimen comunista. A los acreedores comerciales les daba absolutamente igual para qu¨¦ se daban los cr¨¦ditos y c¨®mo se aseguraba su devoluci¨®n. No ten¨ªan ning¨²n riesgo comercial, ya que hab¨ªa garant¨ªa del Estado".
Kagalovski afirma que Rusia no puede f¨ªsicamente cumplir con sus obligaciones y que es mejor "encontrar una soluci¨®n civilizada que dejar de pagar simplemente".
Comenzando en 1994, Rusia deber¨¢ gastar anualmente m¨¢s de la mitad de sus ingresos provenientes de las exportaciones para pagar la deuda exterior, se?al¨® Kagalovski.
La deuda exterior rusa de 1993 es de 91.700 millones de d¨®lares (12,5 billones de pesetas) y se prev¨¦ que para 1999 sumar¨¢ un total de 122.700 millones de d¨®lares (16,8 billones de pesetas).
En 1994, Rusia tiene que pagar 24.700 millones de d¨®lares (3,3 billones de pesetas) en concepto de servicio de la deuda, lo que supone un 55,1% de las divisas que le entran al pa¨ªs en concepto de exportaci¨®n.
Seg¨²n Kagalovski, el dinero entregado por los pa¨ªses occidentales en 1989-1990 a la URSS sirvi¨® para "prolongar la agon¨ªa del sistema comunista". "Rusia tiene derecho a esperar que parte de esta deuda ser¨¢ condonada".
En opini¨®n de Kagalovski, hay dos maneras de resolver el problema de la deuda rusa. Por un lado, perd¨®n de parte de las deudas, y, por otro, restricciones a los cr¨¦ditos bilaterales de importaci¨®n que, "por lo general, no son suficientemente competitivos en el mercado mundial".
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