El otro proceso a Companys

La aparici¨®n de una copia ¨ªntegra del sumario instruido en 1934 contra el presidente de la Generalitat Llu¨ªs Companys por los hechos acaecidos en Barcelona en la llamada Revoluci¨®n de Octubre, permite reconstruir al detalle lo que pas¨® durante la breve existencia (tan s¨®lo unas horas) del Estado catal¨¢n que proclamara Companys. El texto del consejo de guerra -que conservaba Mercedes T¨¦llez Satu¨¦, de 82 a?os, hermana de un empleado del abogado de Companys- es una fuente documental directa para los historiadores e in¨¦dita hasta ahora a causa de la total oscuridad en que el Ej¨¦rcito mantiene a¨²n los procesos instruidos durante la Rep¨²blica, la guerra civil y el franquismo.El documento ratifica que el presidente Companys proclam¨® el Estado catal¨¢n dentro de la Rep¨²blica Federal Espa?ola, en lo que ¨¦l entend¨ªa como un intento de salvar el esp¨ªritu republicano y democr¨¢tico del 14 de abril, ante la entrada de las derechas de la CEDA en el Gobierno de Madrid y la aparici¨®n de rastros de fascismo en Europa. El movimiento revolucionario tuvo una especial incidencia en Catalu?a y en Asturias. En Barcelona, Companys asumi¨® la responsabilidad de lo que pas¨®, actitud que compartieron especialmente los consejeros Ventura Gassol, Lluh¨ª y Comorera.

El general Batet, jefe de la IV Divisi¨®n Militar, con sede en Barcelona, vacil¨® antes de ordenar a, sus fuerzas que intervinieran para abortar la declaraci¨®n de la rep¨²blica federalista proclamada por Companys el 6 de octubre desde la sede de la Generalitat. Batet, de acuerdo con la sorprendente declaraci¨®n que figura en el sumario, "recibi¨® un t¨¦lex del Gobierno de Madrid" que le decidi¨® a lanzar las tropas contra el Palau de la Generalitat. En ning¨²n momento consta que el general se dirigiera a la c¨²pula militar o a otras autoridades no civiles.

El documento contiene la relaci¨®n completa de todos los procesados y de sus cargos; el distanciamiento del entonces diputado Josep Tarradellas y de muchos otros dirigentes; la reconstrucci¨®n de los hechos acaecidos desde el momento de la proclamaci¨®n hasta la rendici¨®n de la Generalitat y el Ayuntamiento, y el n¨²mero exacto de muertos y heridos.

Hay dos escenarios principales que enmarcan este relato hist¨®rico: la plaza de la Rep¨²blica (actualmente de Sant Jaume), donde se produjo la proclamaci¨®n de Companys; y los barcos militares Uruguay y Ciudad de C¨¢diz, atracados en el puerto de Barcelona, adonde fueron conducidos los detenidos.

El "Estado Catal¨¢n dentro de la Rep¨²blica Federal Espa?ola" fue proclamado a las 20. 10 del 6 de octubre de 1934 desde el balc¨®n del Palau de la Generalitat. Companys lo justific¨® por la situaci¨®n de crisis que atravesaba la Rep¨²blica espa?ola. Las apenas 10 horas de breve vida federalista que narra el proceso son un fiel testimonio de las contradicciones del presidente. La fuerte tensi¨®n hizo oscilar su p¨¦ndulo personal entre el impulso de situar a Catalu?a en la vanguardia de Espa?a en la lucha contra el fantasma del fascismo que amenazaba Europa y el finalmente impuesto sentido com¨²n, que le aconsej¨® rendirse al general Batet a las 6 de la ma?ana del d¨ªa 7 "para evitar v¨ªctimas", una vez convencido de que la resistencia era in¨²til.

El antagonismo circunstancial y la fuerte personalidad de Companys y Batet, as¨ª como el respeto mutuo que se ten¨ªan, resaltan notablemente en distintos apartados del texto. Los respectivos destinos personales posteriores confirman la tr¨¢gica paradoja de la historia, ya que los dos principales antagonistas de los hechos de octubre fueron los ¨²nicos que acabar¨ªan muriendo fusilados -esta vez en el mismo bando-, condenados por sendos consejos de guerra. El primero en comparecer ante un pelot¨®n de ejecuci¨®n franquista fue el mismo Batet, el 18 de febrero de 1937. El presidente Companys corri¨® la misma suerte el 15 de octubre de 1940.

El general Sebasti¨¢n Pozas Perea, mas¨®n y liberal y hombre de confianza de Batet, abri¨® la fase instructora del consejo de guerra por rebeli¨®n militar. Pozas imprimi¨® al texto un estilo flexible y legalista, que contrasta con la habitual chapucer¨ªa de documentos militares del mismo estilo. Posteriormente, fue revelado por el coronel Pedro Escalera, que actu¨® con fuerza y dureza. Incluso lleg¨® a someter a un segundo y fr¨ªo interrogatorio, por escrito, a Batet, que ya empezaba a ser criticado sin miramientos por algunos sectores militares y fuerzas conservadoras, que le acusaban de haber dominado la revuelta de octubre sin hacer demasiado uso de la fuerza.

Adem¨¢s de este proceso militar contra los principales jefes institucionales de la frustrada rebeli¨®n de octubre, aproximadamente 3.000 personas m¨¢s fueron detenidas y encarceladas en varios barcos atracados en los puertos de Barcelona y Tarragona.