Los jueces actu¨¢n contra la direcci¨®n de Ferruzi tras el suicidio de Gardini
Un d¨ªa despues del suicidio de Ra¨²l Gardini, ex presidente del grupo Ferruzzi, Giuseppe Berfini, financiero de la f¨¢milia que da nombre al grupo sospechoso de colaborar en el desv¨ªo de fondos de la multinacional Montedison con fines particulares, se entreg¨® ayer a la magistratura de Mil¨¢n, que, seg¨²n noticias no confirmadas, hab¨ªa dispuesto ¨®rdenes de captura contra otros cinco dirigentes del grupo. La Magistratura de Mil¨¢n deb¨ªa notificar una orden de detenci¨®n preventiva contra Gardini el viernes, el d¨ªa de su suicidio.
La detenci¨®n de Berlini se suma a las de Carlo Sama, marido de Alessandra Ferruzzi, y Vittorio Giuliani Ricci, marido de Franca Ferruzzi, y a la del financiero socialista Sergio Cusani, registradas el viernes, d¨ªa del suicidio de Ra¨²l Gardini, casado con Ida Ferruzzi, que dirigi¨® la expansi¨®n del grupo familiar. Sama, que ayer segu¨ªa en la c¨¢rcel, y Giuliani Ricci, que fue puesto en libertad el mismo viernes por la noche, son investigados por haber pagado presuntamente a la Democracia Cristiana (DC) y al Partido Socialista Italiano (PSI) comisiones ?legales vinculadas a la obtenci¨®n de contratos de obras para el grupo el¨¦ctrico del Estado italiano, ENEL.Pero tambi¨¦n se les investiga como presuntos coautores de un delito de falsificaci¨®n de los balances de Montedison y de Ferruzzi Finanziaria (Ferfin), el holding del grupo familiar. En ese sentido, entran de lleno en la investigaci¨®n de todo el crash del grupo Ferruzzi.
Eterno segund¨®n
En concreto, Carlo Sama, de 44 a?os, eterno segund¨®n de Gardini, que s¨®lo accedi¨® a consejero delegado de Ferfin y Montedison en 1991, cuando su cuflado y jefe abandon¨® esos cargos tras romper con la familia pol¨ªtica, es una de las bazas por las que apuestan los magistrados en el intento de reconstruir el pago de la que presuntamente fue la mayor comisi¨®n ilegal de la historia, con ocasi¨®n de la disoluci¨®n del proyecto Emmont. Tales hechos han quedado sin sus principales protagonistas, el ex presidente de Ferruzzi Ra¨²l Gardini y el ex presidente del ENI Gabriele Cagliari, que se suicidaron los pasados martes y viernes, respectivamente.Giuseppe Garofano, el ex presidente de Montedison que, al confesar, tras poner fin a. una fuga de seis meses, ha desencadenado muchos de estos acontecimientos, ha confirmado que Sama estaba al corriente de buena parte de las operaciones que hac¨ªa Gardini. Lo mismo ha testificado Roberto Magnani, ex director general de Ferfin, que ha relatado c¨®mo Sama "se enfad¨®, me amenaz¨®, agredi¨® y al final me despidi¨®" cuando le expuso, meses atr¨¢s, la necesidad de a?adir al balance de Montedison de 1992 p¨¦rdidas adicionales por valor de 320.000 millones de liras (unos 30.000 millones de pesetas).
Garofano y ¨¦l mismo han confirmado que tales p¨¦rdidas, que luego fueron incorporadas a la contabilidad de Montedison y Ferfin, despu¨¦s de que el grupo fuera intervenido por los bancos -en las que se apoyan las acusaciones de falsificaci¨®n de balances contra Sama-, corresponden a cr¨¦ditos dados por Montedison al financiero Giuseppe Berlini para que cubriera p¨¦rdidas de Gardini en operaciones especulativas a t¨ªtulo personal en el mercado cerealero de Chicago.
Garofano ha fijado, adem¨¢s, en unos 100.000 millones de liras las comisiones ilegales pagadas por Gardini a la DC y al PSI con ocasi¨®n de la liquidaci¨®n de la fusi¨®n Enimont, cuando el ENI recompr¨® la participaci¨®n de Montedison al precio de 2,8 billones de liras, pagando un sobreprecio de! cerca de un bill¨®n de liras.
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