La causa duerme

Ante el comp¨¢s de espera al recurso de nulidad, el resto de la causa duerme en el secreto de las actuaciones. En las diligencias 3597/92, es decir, el amado caso Inpiasa, la empresa favorecida desde la delegaci¨®n de Gobernaci¨®n de Sevilla, hay ocho imputados y s¨®lo el Partido Popular como acusacion particular. De las 552/93, bajo el ep¨ªgrage del an¨®nimo "Inform¨¢tica", no se sabe nada. En las 554/93, "Artes Gr¨¢ficas", las ¨²nicas filtraciones apuntan a que un empresario de este gremio se vio favorecido m¨ªllonariamente en la adjudicaci¨®n de propaganda electoral y papeletas de votos en un concurso p¨²blico con motivo de las elecciones auton¨®micas.Por ¨²ltimo, las diligencias 553/93 del llamado caso Juego, han dado origen al referido auto de la Audiencia sevillana, en el que, ampar¨¢ndose en la doctrina jurisprudencial italiana, se conviene que "un an¨®nimo no es denuncia" y, por tanto, "no puede constituir un indicio racional v¨¢lido de culpabilidad, que permita adoptar medidas restrictivas de derechos" (caso de las intervenciones telef¨®nicas).

Sin embargo, afirma tambi¨¦n el auto que "el juez que recibe un an¨®nimo no est¨¢ obligado de modo inexcusable a tirarlo a la basura de la que probablemente procede, sino que atendiendo al principio de proporcionalidad, puede comprobar su veracidad".

Mientras la instrucci¨®n sobre los entresijos de las causas anejas est¨¢, de momento, bloqueada, el caso principal da la impresi¨®n de tener poco futuro. La reacci¨®n de los encausados as¨ª lo indica. El hombre del malet¨ªn, Jorge Ollero, a?adi¨® el pasado d¨ªa 21 la cr¨ªtica al silencio en su ¨²ltima comparecencia. Tras desdecirse de todo lo dicho anteriormente ante polic¨ªa y la juez, lleg¨® incluso a acusar a los agentes que le detuvieron, y tambi¨¦n veladamente al fiscal y a la propia juez Llorente, de que no fue instruido debidamente de sus derechos constitucionales.