Los recortes en el presupuesto hipotecan el servicio exterior

De todos los departamentos ministeriales, Asuntos Exteriores es probablemente el m¨¢s perjudicado por la mala racha que atraviesa la econom¨ªa espa?ola. A las restricciones presupuestarias compartidas con el conjunto de la Administraci¨®n se a?ade un agravante: efect¨²a el 80% de sus pagos en divisas en constante reevaluaci¨®n con relaci¨®n a la peseta. La austeridad ha hipotecado ya la incipiente cooperaci¨®n espa?ola con el Tercer Mundo y amenaza con hacer otro tanto con el conjunto de la pol¨ªtica exterior.

Los ahorros impuestos no recaen adem¨¢s siempre sobre aquellos escasos sectores donde sobran recursos. Al presidente Felipe Gonz¨¢lez le apasiona la pol¨ªtica exterior, pero no por ello otorg¨® en los a?os de bonanza al Ministerio de Exteriores los medios necesarios para llevarla a cabo. El que fue durante m¨¢s tiempo su ministro titular, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, tampoco hizo grandes esfuerzos por conseguir m¨¢s fondos. "Yo estoy siempre al lado del ministro de Hacienda", sol¨ªa decir, con tanta m¨¢s raz¨®n porque tambi¨¦n hab¨ªa desempe?ado antes esa cartera.Un estudio comparativo de la oficina presupuestarla de Asuntos Exteriores pone de relieve que en 1991 el presupuesto del ministerio equival¨ªa a tan s¨®lo el 0,57% del presupuesto del Estado, mientras que en todos los dem¨¢s pa¨ªses comparables con Espa?a, excepto Irlanda, oscilaba entre el 0,65% de Holanda y el 3,22% de Dinamarca.

En t¨¦rminos absolutos, pa¨ªses como B¨¦lgica o Suecia, con una poblaci¨®n casi cuatro veces inferior a la de Espa?a, dedicaron en 19-91 m¨¢s dinero a su acci¨®n pol¨ªtica exterior y a sus planes de cooperaci¨®n que el Estado espa?ol Desde aquel ano en que la crisis econ¨®mica aun no se vislumbraba, la situaci¨®n comparativa ha empeorado para Espa?a.

En los tres ¨²ltimos ejercicios presupuestarlos (de 1991 a 1993) Exteriores ha perdido el 21,3% de su poder adquisitivo en ecus (la unidad de cuenta europea compuesta por todas las monedas de la CE) y el 50% si el c¨¢culo se hace en d¨®lares. Incluso en pesetas, y sin tener en cuenta la inflaci¨®n, ha perdido, un 5,7% si se comparan los 76.178 millones que obtuvo en 1991 con los 71.820 millones de los que dispone en el actual ejercicio.Menos cooperaci¨®n

El grueso de los recortes -el 44% en 1991 y el 47% en 1992- ha reca¨ªdo sobre la cooperaci¨®n, a pesar de que representa tan s¨®lo algo m¨¢s de la cuarta parte del presupuesto del ministerio La de ¨ªndole cultural qued¨® paralizada durante los ¨²ltimos cuatro meses del a?o pasado (v¨¦ase EL PA?S del 8 de septiembre de 1992) y ahora languidece con una dotaci¨®n de 2.636 millones (4,7% menos que en 1992). Mientras, el Instituto Cervantes cerrar¨¢ este a?o siete centros culturales en el extranjero (Copenhague, Oslo, Amberes, Ginebra, Oporto, Nueva York y Liverpool).

La ayuda al desarrollo, que gestiona la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional, se elevaba a¨²n en 1991 a 20.240 millones de pesetas; se redujo en 1992 a 13.284 millones y este a?o deber¨ªa alcanzar los 15.046 millones, pero altos funcionarios de Exteriores dan por seguro que en las pr¨®ximas semanas llegar¨¢ Pedro Solbes (ministro de Hacienda) con la rebaja de verano y volveremos a un nivel similar al del a?o pasado".

En diciembre de 1991 Espa?a ingres¨® en el Comit¨¦ de Ayuda al Desarrollo de la Organizaci¨®n de Cooperaci¨®n Europea para el Desarrollo (OCDE), que agrupa a los principales pa¨ªses donantes, a causa justamente de los esfuerzos que hab¨ªa efectuado en materia de cooperaci¨®n internacional. "si persiste nuestro actual declive, acabar¨¢n ech¨¢ndonos", bromea un diplom¨¢tico.

M¨¢s llamativo a¨²n: coincidiendo con su ingreso en el Consejo de Seguridad de la ONU, Espa?a dej¨® de pagar, por primera vez, parte de sus cuotas a Naciones Unidas (v¨¦ase EL PA?S del 2 de noviembre de 1992). A finales del a?o pasado la deuda ascend¨ªa a 2.700 millones de pesetas, y ahora, seg¨²n el subsecretario de Exteriores, M¨¢ximo Cajal, puede acercarse a los 4.000 millones de pesetas. A finales de a?o se prev¨¦ que alcance los 7.500 millones.

"Lo que m¨¢s me preocupa", confiesa Cajal, "es el creciente esfuerzo que nos van a exigir en los pr¨®ximos a?os para operaciones de mantenimiento de la paz, y adem¨¢s en d¨®lares". Lo que, en cambio, le, consuela, es que por ahora pa¨ªses tan respetables como EE UU y Alemania son deudores del presupuesto ordinario de la ONU por el equivalente a 76.000 y 6.300 millones de pesetas, respectivamente.

Exteriores estaba al 31 de mayo al corriente en sus pagos de las cuotas ordinarias a la ONU, pero deb¨ªa 2.690 millones de pesetas a cuenta de las operaciones de mantenimiento de la paz. Tiene tambi¨¦n deudas pendientes con 18 de los 42 organismos dependientes de Naciones Unidas. No ha desembolsado, por ejemplo, su contribuci¨®n a la Organizaci¨®n Mundial de la Salud ni al Organismo Intemacional de Energ¨ªa At¨®mica o al Comit¨¦ para la Eliminaci¨®n de la Discriminaci¨®n Racial.

Cajal admite, por ¨²ltimo, que la austeridad presupuestaria ha obligado a "ralentizar" algunas obras de infrastructuras en canciller¨ªas y residencias de embajadores, as¨ª como mejoras en los sistemas de comunicaci¨®n de las embajadas con el ministerio. "Afortunamente", prosigue, "estos ¨²ltimos a?os se hizo un esfuerzo considerable y los recortes no han afectado gravemente a las inversiones previstas".

Sin embargo, a corto plazo se ha renunciado por, ejemplo a comprar una planta de oficinas en Caracas para instalar el Consulado o a alquilar otro piso en Nueva York para la Misi¨®n de Espa?a ante la ONU.

A m¨¢s largo plazo hay adem¨¢s tres importantes proyectos pendientes: la remodelaci¨®n de la canciller¨ªa en Tokio y de la futura canciller¨ªa de Berl¨ªn -Patrimonio del Estado organizar¨¢ un concurso en 1994 para reformar el edificio berlin¨¦s- y el traslado de la residencia del embajador en Washington a un barrio menos conflictivo.

Patrimonio del Estado costea la construcci¨®n de la nueva sede para Exteriores en la calle Padre Dami¨¢n, en Madrid, pero, en contra de lo anunciado en abril por el ministro, Javier Solana, el traslado no podr¨¢ efectuarse antes de la pr¨®xima presidencia espa?ola de la CE, a partir de julio de 1995.

Para entonces no estar¨¢ listo porque se carece de dinero para edificarlo a marchas forzadas, con turnos por la noche y los d¨ªas no laborables. La mudanza no se llevar¨¢ a cabo al menos hasta 1996.