"Los ojos de la izquierda est¨¢n en la renovaci¨® del PSOE"
Pons habla de modo extraodinariamente riguroso y fluido, con aquella pulcritud relativamente frecuente, hasta hace unos a?os, entre universitarios y labradores castellanos. S¨®lo eso le distanciar¨ªa notablemente de la mayor parte de sus compa?eros de esca?o. Pero, adem¨¢s, desde los balbuceos constitucionales de C¨¢diz en 18 10, nadie se ha mantenido en la presidencia de las Cortes durante tanto tiempo, en periodos democr¨¢ticos, como este mallorqu¨ªn de 51 a?os que se levanta a las seis y media de la ma?ana y hace gimnasia mientras escucha el resumen de la prensa europea en la BBC. Abogado durante casi 20 a?os, caus¨® alta en el PSOE en 1974, fue diputado en la legislatura constituyente de 1977, ministro de Administraci¨®n Territorial en 1985 y se encaram¨® al sill¨®n de la carrera de San Jer¨®nimo al a?o siguiente. All¨ª permanece.Pregunta. La confianza entre usted y el secretario general del partido, pol¨ªticamente hablando, debe ser alta.
Respuesta. Yo he tenido siempre una gran identificaci¨®n con los planteamientos pol¨ªticos de Felipe Gonz¨¢lez a lo largo de muchos a?os en los que ha habido que tomar actitudes muy audaces y muy renovadoras. Ahora se habla mucho de renovaci¨®n, pero la renovaci¨®n viene de muy atr¨¢s; ha habido ya muchos tirones renovadores muy importantes, y Yo he estado siempre en esa actitud, y algunas veces, como es bien sabido, pues. digamos que un paso o dos adelante, situaci¨®n no muy c¨®moda por otra parte, cuando esa posici¨®n es muy extremadamente minoritaria, como era en mi caso.
Yo no era marxista, no lo he sido nunca, y cre¨ªa que el partido deb¨ªa evolucionar hacia esas posiciones. Era partidario de que el pa¨ªs estuviese en la OTAN, etc¨¦tera, y ¨¦sos han sido grandes tirones de renovaci¨®n que el partido ha ido dando y en los que yo he participado. Ahora creo que hay que actuar tambi¨¦n con una gran audacia y una gran imaginaci¨®n, porque no s¨®lo es la renovaci¨®n del partido socialista, sino que est¨¢n los ojos de toda la izquierda, no s¨®lo de la europea, sino tambi¨¦n la latinoamericana, dir¨ªa de toda la Internacional Socialista, puestos en la renovaci¨®n del PSOE.
P. No es marxista y es cristiano, ?eso le ha ocasionado alg¨²n problema o ha sido una circunstancia neutra?
R. Ninguno. Ha sido una circunstancia neutra absolutamente, desde el punto de vista personal; desde el punto de vista sociopol¨ªtico tiene una gran importancia. En primer lugar, porque creo Imprescindible que la izquierda y el socialismo democr¨¢tico asuman como una de las culturas que lo integran la cultura cristiana, como lo han hecho otros socialismos europeos. En segundo lugar, porque hay que asumir que, leg¨ªtimamente, la base sociol¨®gica de la izquierda est¨¢ integrada, si no en la mitad, casi por la mitad, por gente creyente que tiene que ser base reconocida con plenitud de derechos, en pie de igualdad con el resto de las culturas o corrientes que confluyen en la izquierda democr¨¢tica.
P. ?Es ¨¦ste el momento de definirse como renovador, dentro del partido?
R. El problema no es definirse dentro del partido. Es el partido el que tiene que definirse; por tanto, la renovaci¨®n no es una tarea de unos frente a otros, ni una tarea que se aborde para clarificar cu¨¢les son las fuerzas de cada grupo o sector; eso ser¨ªa una manera de tomar por escusa la renovaci¨®n para desarrollar una batalla por el poder interno.
P. Carlos San Juan ha dicho que Felipe Gonz¨¢lez est¨¢ potenciando un ala social-liberal dentro del PSOE, ?como le suena esa definici¨®n?
R. El socialismo, hoy d¨ªa, es una corriente pol¨ªtica e ideol¨®gica que tiene unos componentes liberales muy. amplios en lo pol¨ªtico y en lo econ¨®mico; no es un planteamiento doctrinario cerrado, ni una herencia de marxismo con mala conciencia de haberlo abandonado. Que socialismo es igual a libertad, parece indiscutible.
P. ?Y pensar en una renovaci¨®n del partido que llevase a una refundaci¨®n, incluso con otro nombre?
R. En Espa?a no es necesaria una refundaci¨®n del partido socialista, no est¨¢ planteado as¨ª el problema. En otros pa¨ªses que tienen otra historia y otra tradici¨®n -como es el caso del socialismo franc¨¦s, que pr¨¢cticamente no ha existido nunca como una fuerza importante en la izquierda- se han planteado esa necesidad; en Espa?a no; en Italia... Tampoco es el caso nuestro el de Italia. Ni siquiera el caso del Reino Unido, donde el laborismo es posible que tenga que hacer algo semejante a una refundaci¨®n por su esquema de organizaci¨®n, basado en el predominio de los sindicatos en la organizaci¨®n del partido. Aqu¨ª, con algunos problemasa y algunas fricciones, esa resituaci¨®n de sindicato y partido se ha hecho y no es necesaria una gran operaci¨®n traum¨¢tica.
P. ?UGT ha planteado un problema grave a la pol¨ªtica socialista?
R. Ya no es posible un an¨¢lisis de los intereses generales en funci¨®n de los intereses de una clase. Eso ha llevado a plantear una nueva relaci¨®n entre sindicatos y partidos de izquierda, no s¨®lo en los socialistas. Hemos pasado un proceso inevitable y normal que se ha saldado con el m¨ªnimo desgaste y el m¨ªnimo da?o que se pod¨ªa pensar para un proceso de esa magnitud.
P. ?La vida parlamentaria espa?ola es comparable a la de los pa¨ªses europeos?
R. El debate pol¨ªtico es homologable. En cada pa¨ªs se tiende a pensar que las instituciones funcionan peor que las de los dem¨¢s. Lo que hay es un problema de ejercicio de la funci¨®n de representaci¨®n pol¨ªtica. Estamos en un momento cr¨ªtico de articulaci¨®n de una representaci¨®n correcta de una socidedad nueva, y no se acierta a que los ciudadanos entiedan ese debate sobre la nueva sociedad, porque todav¨ªa responde, en parte, a un debate que se corresponde con una sociedad ya un poco pasada, a problemas que ya no son esos problemas y los ciudadanos no perciben que el esquema de debate se corresponda con su vida cotidiana, pero ¨¦se es un problema general.
P. ?Por qu¨¦ el Parlamento espa?ol no tiene en la calle una buena imagen?
R. La buena o mala imagen de los parlamentos est¨¢ desde el primer d¨ªa del nacimiento del parlamantarismo democr¨¢tico moderno. Preocupaci¨®n por la imagen hay que tenerla, pero no obsesionarse. Disraeli se quejaba de que el Reino Unido no estaba gobernado por la l¨®gica, sino por el Parlamento. Eso es lo que yo creo que los ciudadanos a veces no entienden. ?C¨®mo es posible la tormenta pol¨ªtica que ha provocado el Tratado de Maastricht en el Reino Unido? Las dos terceras partes, o m¨¢s, de los diputados de los Comunes est¨¢n perfectamente de acuerdo en el Tratado de Maastricht. Una peque?a minor¨ªa de los conservadores se ha aliado con los laboristas, que s¨ª est¨¢n a favor de Maastrich, pero su objetivo es erosionar y derribar al Gobierno. Cuando los intereses en juego no son los generales de la l¨®gica del pa¨ªs, entonces la gente no entiende el Parlamento.
P. Da la impresi¨®n de que el PP ha iniciado ataques conjuntos hacia el PSOE y los nacionalistas.
R. En un Parlamento tiene que haber una mayor¨ªa y tiene que dar apoyo al Gobierno. Con mayor o menor claridad de perfiles, eso es as¨ª, y va a te ner que ser as¨ª con pocas posibilidades de variaci¨®n, porque pr¨¢cticamente no hay ninguna alternativa al Gobierno que se ha formado, salvo un Gobierno de coalici¨®n con los nacionalistas. La responsabilidad de los que pueden formar esa mayor¨ªa en esa cultura de la coalici¨®n, tantas veces invocada pero tan dif¨ªcil de practicar, por lo que se ve, es la de participar de una mayor¨ªa con todas las consecuencias. Entonces es l¨®gico que la dial¨¦ctica de la oposici¨®n se dirija no s¨®lo contra el Gobierno, sino contra la mayor¨ªa. Como no est¨¢ fraguada, los que est¨¢n en esa mayor¨ªa, todav¨ªa provisional, no quieren sentirse objetivo directo y privilegiado de los ataques de la oposici¨®n, pero a medida que se clarifiquen las posiciones se tendr¨¢ que asumir por cada cual su papel, y quienes est¨¦n en la mayor¨ªa lo estar¨¢n con todas sus consecuencias. Lo inconveniente ser¨ªa que la estrategia de la oposici¨®n fuese impedir la mayor¨ªa.
P. Izquierda Unida ha dicho que intentar¨¢ impedir el bloque PSOE-nacionalistas.
R. Me parece un planteamiento l¨ªcito. Lo que me preocupa es que el resultado de intentar que exista una mayor¨ªa es que no exista ninguna mayor¨ªa. No basta decir que alguien representa la aut¨¦ntica izquierda. Ha habido una campa?a electoral reclam¨¢ndose cada uno de izquierdas y parece que los ciudadanos se han inclinado por creer que la izquierda es el PSOE.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.