?Son h¨¦roes los jueces?

Es una revoluci¨®n. Una revoluci¨®n que arrastra adhesi¨®n y entusiasmo, pero que provoca tambi¨¦n espanto. Al acusar de corrupci¨®n a m¨¢s de tres mil miembros de la clase dirigente -pol¨ªticos, empresarios y altos funcionarios-, los jueces italianos han cambiado el rostro de su pa¨ªs. Tambi¨¦n en Francia los magistrados han dado muestras en estos ¨²ltimos a?os de una independencia y un pundonor nuevos. ( ... ) Esta gran oleada de moralizaci¨®n de la vida p¨²blica en las democracias se ha convertido en Par¨ªs, como en Roma, en un factor definitorio de los a?os noventa. ?Est¨¢ justificado el precio de esta revoluci¨®n de h¨¢bitos y costumbres? ?Est¨¢n en su papel los magistrados al imponerse como salvadores de la rep¨²blica? ( ... )Por cruel que resulte, la revoluci¨®n de los jueces es necesaria en Italia y en Francia. Esta revoluci¨®n es una consecuencia directa de una de las grandes regresiones de los ochenta: la escalada de la corrupci¨®n entre las ¨¦lites de todas las democracias. Italia ofrece el ejemplo m¨¢s acabado y m¨¢s espectacular, pero la contaminaci¨®n es general.No es una revuelta corporativa ( ... ) y menos a¨²n una tentativa de tomar el poder. ( ... ) Es una revoluci¨®n que manifiesta la. reacci¨®n defensiva de democracias atacadas por el dinero negro. La medicina que administra el Estado de derecho a la gangrena de la corrupci¨®n. En este sentido, debe ser aprobada, apoyada y alentada. ( ... )

31 de julio