Las cintas a¨²n no cortan los atascos

Mientras las instituciones inauguran nuevos kil¨®metros de carreteras y hacen promesas para lo que queda de siglo, los conductores madrile?os se enfrentan a diario al agobio de los atascos en varios accesos a la capital.Los automovilistas que circulaban ayer por la carretera de La Coru?a, el paseo de Santa Mar¨ªa de la Cabeza o la M-30 Sur, tropezaron con retenciones provocadas por las obras y, en muchos casos, llegaron tarde al trabajo o a una cita.

En la carretera de La Coru?a, por ejemplo, se formaron colas de hasta cuatro kil¨®metros en ambos sentidos, mientras que en el paseo de Santa Mar¨ªa de la Cabeza -salida a la carretera de Toledo- la circulaci¨®n se paraliz¨® desde la glorieta de Atocha hasta la M-30.

En estos d¨ªas de agosto, cuando se supone que desciende la circulaci¨®n, los atascos siempre se deben a las obras. Ya sea por la ampliaci¨®n del n¨²mero de carriles en la N-VI o en el puente de la Albufera de la M-30, o por reparaciones, como sucede en el puente elevado de Santa Mar¨ªa de la Cabeza.

Y no hay que olvidar la Operaci¨®n Asfalto, que, pese a su nocturnidad, origina tambi¨¦n retenciones en las zonas de copeo, como ocurr¨ªa el pasado lunes en el paseo de Recoletos, en plena costa de la Castellana.