El Gobierno exige sacrificios a toda la sociedad

La palabra "sacrificios" sustituy¨® ayer a la de "esfuerzo" en el discurso del Gobierno. "La crisis es de todos" afirm¨® el ministro de Econom¨ªa, Pedro Solbes, por lo que "los sacrificios para salir de ella deben ser exigidos a toda la sociedad. Uno de ellos consistir¨¢ en posponer "el esfuerzo de inodemizaci¨®n con inversiones p¨²blicas" que defendi¨® el PSOE durante la campa?a electoral. La inversi¨®n p¨²blica crecer¨¢ el pr¨®ximo a?o s¨®lo un 2,5%, aunque el principal esfuerzo se concentrar¨¢ en la construcci¨®n de infraestructuras, con un aumento del 11,4%, dado su papelmotor de la actividad econ¨®mica. El Gobierno intentar¨¢ que el recorte sea menos dr¨¢stico en los gastos sociales, pues su objetivo es "proteger la protecci¨®n", pero "evitar la sobreprotecci¨®n".

"Superar la situaci¨®n de crisis, crear empleo y mejorar el bienestar social de los espa?oles son las razones del esfuerzo que hoy pedimos a todos". Con esta afirmaci¨®n concluy¨® ayer el ministro de Econom¨ªa y Hacienda, Pedro Solbes, su primera intervenci¨®n en el primer pleno extraordinario celebrado durante las vacaciones de agosto. Hab¨ªa comenzado con otra igual de rotunda: "Nos hallamos en una grave recesi¨®n, aunque es posible que lo peor haya pasado ya". Posible, pero no seguro. De ah¨ª la insistencia del ministro en solicitar sacrificios compartidos y en asumir alg¨²n error pasado con otra expresi¨®n: "reconducir" las cuentas p¨²blicas.Este objetivo est¨¢ detr¨¢s, seg¨²n Solbes, de la subida del impuesto sobre los carburantes y el recorte del gasto que el Ejecutivo aprob¨® en la noche del mi¨¦rcoles. El ministro justific¨® la urgencia de ambas medidas porqu la

'e ca¨ªda de ingresos y el aumento de gastos colocan la previsi¨®n de d¨¦ficit para este ejercicio por encima del 5% del PIB, cuando el presupuesto preve¨ªa s¨®lo un 2,4%. Con todo, la inversi¨®n en infraestructuras quedar¨¢ salvaguardada, pues Solbes se comprometi¨® a un aumento del 11,4% el pr¨®ximo a?o.

Como, justificaci¨®n del aumento de gastos, Solbes record¨® que hab¨ªa 871.000 millones de d¨¦ficits acumulados por el desempleo de a?os anteriores y mencion¨® los cr¨¦ditos extraordinarios habilitados por la rotura de la presa de Tous o para los hemof¨ªlicos infectados de sida. No mencion¨®, por ejemplo, el contrato programa de Radiotelevisi¨®n Espa?ola, y escuch¨® despu¨¦s -desde los bancos del Partido Popular- un motivo concreto del desv¨ªo del gasto. Seg¨²n Rodrigo Rato, "entre abril y junio el Gobierno aprob¨® 1,5 billones de pesetas en cr¨¦ditos extraordinarios por motivos electorales".

Los funcionarios

Los sacrificios que solicit¨® ayer el Gobierno para salir de la crisis tendr¨¢n un primer destinatario: los empleados p¨²blicos. Seg¨²n anunci¨® Solbes, el Estado, "como empleador p¨²blico" ofrecer¨¢ a "los funcionarios y dem¨¢s empleados p¨²blicos una subida salarial entre 1994 y 1996 que quede seis puntos por debajo de la inflaci¨®n". Es decir, la propuesta de pacto de rentas que el Ejecutivo ha comunicado a sindicatos y patronal ser¨¢ aplicada, de entrada, a los funcionarios.La inversi¨®n p¨²blica no crecer¨¢ tanto como estaba previsto. El compromiso de alcanzar un 5% del producto interior bruto (PIB), es decir, unos tres b illones de pesetas, sigue siendo un objetivo como media para los pr¨®ximos a?os y del total de las Administraciones P¨²blicas, es decir, incluidos ayuntamientos y comunidades aut¨®nomas. En 1992 ya se incumpli¨® este compromiso al quedar el total de inversi¨®n p¨²blica en el 4,3% del PIB.

Esta contenci¨®n es, seg¨²n Solbes, una muestra de que el Gobierno pretende "dar ejemplo" ante los sacrificios a compartir. Ese ejemplo. se traducir¨¢ en una "reducci¨®n dr¨¢stica y selectiva del d¨¦ficit" como m¨¦todo "para animar una recuperaci¨®n econ¨®mica s¨®lida". La selecci¨®n pretende, seg¨²n el discurso del Gobierno, "proteger la protecci¨®n" porque "no hay nada m¨¢s regresivo que gastar mal".

Esta afirmaci¨®n fue contestada con un sonoro abucheo desde los esca?os del Partido Popular y con una acusaci¨®n posterior del diputado popular Rodrigo Rato: "Si no hay nada m¨¢s regresivo que gastar mal, los gobiernos socialistas han tenido la pol¨ªtica m¨¢s regresiva de la Historia espa?ola".

Solbes explic¨® que de lo que se trata es "de hacer compatible la protecci¨®n social"-en concreto, el subsidio de desempleo con "la viabilidad financiera de la prestaci¨®n durante los pr¨®ximos a?os". Para ello detall¨® el plan avanzado a los agentes sociales para contener la factura del desempleo. Entre esas medidas destacan las siguientes: "modular" las prestaciones en funci¨®n del n¨²mero de hijos a cargo, evitar que se cobre m¨¢s en paro que trabajando, corregir la percepci¨®n de subsidio si hay indemnizaciones por p¨¦rdida de puesto de trabajo o garantizar que los trabajadores de baja por enfermedad no cobren m¨¢s que los que est¨¢n en activo.

Todas estas medidas, insisti¨® el -ministro, intentar¨¢n consensuarse con los sindicatos y empresarios con una fecha l¨ªmite: el 1 de enero de 1994. El Gobierno tambi¨¦n negociar¨¢ con los interlocutores sociales, y con la misma fecha l¨ªmite, la reforma del mercado de trabajo.

La insistencia con la que Solbes subray¨® la decisi¨®n de pactar con sindicatos y empresarios recibi¨® una expresa cr¨ªtica del portavoz del Grupo Parlamentario Catal¨¢n, Miquel Roca. ?ste dej¨® claro en su intervenci¨®n que la voluntad de pacto del Ejecutivo "no puede ni debe sustituir ni condicionar a la C¨¢mara".

Respaldo parlamentario

Solbes aprovech¨® su turno de r¨¦plica Dara intentar limar esta critica de Roca. "El pacto social no supone ningun condicionante al Parlamento, sirve para ayudar a definir las posiciones que adoptar¨¢ el Gobierno en esta C¨¢mara", replic¨® el ministro.El ministro no quiso abrir m¨¢s frentes, por lo que no acept¨® las invitaciones de Rato a que comentara el espinoso asunto de los contratos blindados para altos cargos de la Administraci¨®n. "?Pero es que existen ese tipo de contratos en la Administraci¨®n?", se mostraba escandalizado Rato, que conmin¨® al ministro de Justicia, Juan Alberto Belloch, a que investigara el asunto. En los pasillos, un ministro del equipo econ¨®mico daba apariencia de normalidad a este asunto con el argumento de que puede existir ese tipo de contratos en sociedades an¨®nimas aunque haya capital p¨²blico.

El portavoz socialista, Carlos Solchaga, defendi¨® las medidas del Gobierno que consider¨® equilibradas para repartir con justicia los costes de la crisis. .