La est¨¦tica del aburrimiento

Despu¨¦s de un peque?o par¨¦ntesis, en el que se mostr¨® la obra de dos j¨®venes artistas espa?oles, el Espai Poblenou contin¨²a con su elogiosa pol¨ªtica de ofrecer al p¨²blico de Barcelona, y muchas veces en primera instancia, la labor de los grandes nombres de la escena internacional. Es as¨ª como se nos presenta ahora un trabajo espec¨ªfico del alem¨¢n Ulrich R¨¹ckriem.R¨¹ckriem, que estudi¨® artesan¨ªa y trabaj¨® en los talleres de reconstrucci¨®n de la catedral de Colonia, se convirti¨® a principios de los setenta -su primera exposici¨®n tuvo lugar en 1964- en un realizador clave de la escena europea de la ¨¦poca, y su prestigio se ha visto s¨ª cabe acrecentado, en estos ¨²ltimos a?os, con el retorno al centro del debate est¨¦tico internacional de muchas de las cuestiones planteadas por los artistas posminimalistas de su generaci¨®n.

Su trabajo se caracteriza por la transparencia de su concepci¨®n y la del proceso de su realizaci¨®n, un respeto un tanto reverencial por el espacio en el que va a ubicarse y una gran austeridad en lo que se refiere al repertorio (piedra y hierro) de materiales que utiliza.

A pesar de que su obra no persiga enfatizar el acabado industrial, y que en sus imperfecciones parezca haber asumido la erosi¨®n del tiempo y otros procesos naturales, no puede evitar destilar el ser el resultado de una elucubraci¨®n intelectual. Por tanto, incluso a pesar de un artificial mutismo de pretensiones metaf¨ªsicas, no logra -desprenderse de una ret¨®rica poco chillona, pero no menos molesta, autocomplaciente e incluso pretenciosa. R¨¹ckriem es riguroso, pero insustancial.Todos estos defectos est¨¢n presentes en la instalaci¨®n que ha realizado en la Fundaci¨® Espai Poblenou pueden contemplarse dos intervenciones espaciales: en el local inferior, con hierro colado, y en el superior, con granito, que. dejan totalmente fr¨ªo. La sensaci¨®n es de absoluto aburrimiento.