Argentina reconcilia el esp¨ªritu con la carne

En el f¨²tbol suramericano los aficionados dicen que es m¨¢s dif¨ªcil disputar las eliminatorias para conquistar un lugar en la Copa del Mundo, que ganarla. El desarrollo de los partidos del pasado domingo parec¨ªa confirmar minuto a minuto ese sufrido destino. Uruguay, uno de los hist¨®ricos, perdi¨® en La Paz, frente a Bolivia y ahora juega toda su suerte el domingo frente a Brasil. En el grupo A, la selecci¨®n argentina volvi¨® a dar una nueva muestra de su personalidad como equipo, al vencer a Paraguay, en Asunci¨®n, por 1-3, tras quedar con nueve jugadores en el campo. Argentina reconcili¨® el esp¨ªritu con la carne.La jornada del domingo entr¨® ya en las p¨¢ginas de los recuerdos inolvidables para bolivianos y argentinos. Bolivia es el l¨ªder del grupo B, con tres partidos jugados y tres ganados. Esa ventaja f¨ªsica natural, la de jugar en casa sin sentir la falta de ox¨ªgeno que afecta a sus rivales, se agrega a un buen equipo que ha formado el entrenador vasco Xabier Azkagorta. Con dos figuras destacadas sobre el resto, el diablo Etcheverry y Erwin Platini S¨¢nchez, logr¨® definir en el segundo tiempo un partido que Uruguay le hab¨ªa complicado con su sistema del marcaje y el golpe duro.

El derrumbe de Uruguay no sorprende. La mezcla de jugadores locales con los extranjeros nunca termin¨® de cuajar. Las estrellas uruguayas del calcio, Fonseca, Sosa, Francescoli y Aguilera, s¨®lo parecen cumplir con un compromiso. El domingo pr¨®ximo, frente a Brasil y en casa, Uruguay se la juega. Perder prestigio le costar¨¢ a?os recuperarlo.

En la otra orilla del r¨ªo de la Plata, los argentinos celebran la reconciliaci¨®n del esp¨ªritu y la carne. El ciclo invicto, que se inici¨® hace tres a?os al llegar Alfio Basile y suma ya 33 partidos, se mantuvo tambi¨¦n en Asunci¨®n frente a Paraguay. Este equipo argentino, que gan¨® dos veces la Copa Am¨¦rica y se dirig¨ªa ya, lentamente, hacia el final de su ciclo, tuvo que sentirse al borde de perderlo todo para demostrar que en el coraz¨®n de sus jugadores todav¨ªa quedan reservas de f¨²tbol y coraje.

Argentina ganaba 0-1 desde los 15 minutos y manten¨ªa bajo control la furia paraguaya hasta que el juez uruguayo Ernesto F?lippi expuls¨® al goleador Batistuta, junto con el defensor paraguayo Ayala. En el tramo final del primer tiempo Paraguay acorral¨® a Argentina, empat¨® y provoc¨® la expulsi¨®n de Ruggeri.

En el descanso el entrenador Basile orden¨® el ingreso de C¨¢ceres y Basualdo para reconstruir la base del equipo. Y en el segundo tiempo, cuando todo parec¨ªa ya de Paraguay, asom¨® por fin el verdadero juego argentino. Redondo fue el s¨ªmbolo de la recuperaci¨®n. A su lado, bajo el despliegue de su toque de bal¨®n en todo el campo, creci¨® el equipo. El final fue de fiesta completa, con lujos, buen juego y 20.000 argentinos cantando frente al silencio de todo Paraguay.