Clamor para la beatificaci¨®n de Balduino
La homil¨ªa pronunciada el s¨¢bado en los funerales del rey Balduino por el primado de B¨¦lgica, el cardenal Godfrid Daneels, que lleg¨® muy lejos en su elogio f¨²nebre del rey desaparecido, no ha dejado de suscitar inmediatas reacciones en la prensa belga. El mismo domingo, el semanario Dimanche Matin publicaba un art¨ªculo titulado '?Balduino canonizado?'. Ayer, lunes, tanto La Libre Belgique como Le Soir segu¨ªan id¨¦ntico camino, aunque en ambos casos recordaban la necesidad de un milagro para que la Iglesia beatifique a uno de sus fieles.Fuentes de la Iglesia belga han reconocido que sus obispos est¨¢n recibiendo infinidad de cartas y peticiones de fieles solicitando la beatificaci¨®n del rey. "No hace falta tener mucha imaginaci¨®n para esperar un amplio movimiento popular pidiendo a la Santa Sede que se estudie muy seriamente la beatificaci¨®n. de Balduino", -escribe el diario La Derni¨¨re Heure. Las mismas fuentes aseguraron, sin embargo, que no se hab¨ªa hecho ninguna gesti¨®n todav¨ªa.
Precisamente en mayo pr¨®ximo, Juan Pablo II tiene previsto viajar a B¨¦lgica con motivo de la beatificaci¨®n del padre Dami¨¢n, fallecido en la isla de Molokai (Hawai) en 1875 tras nueve a?os de cuidar a los leprosos. El misionero Joseph de Veuster, que tal era su nombre antes de entrar en religi¨®n, fue considerado enseguida como una especie de h¨¦roe nacional, y en 1936 surgi¨® la petici¨®n de su beatificaci¨®n, que no lleg¨® a Roma hasta 1955.
De momento ha empezado ya el culto popular a Balduino. El domingo, d¨ªa de apertura de la cripta de Laeken donde est¨¢n enterrados los reyes de B¨¦lgica, la multitud volvi¨® a apretujarse en enormes colas delante de la iglesia. S¨®lo 5.000 personas pudieron desfilar delante del pante¨®n donde se halla sepultado. Pudieron ver sobre la tumba un enorme ramo de rosas blancas con estas frases: "A¨¢n de man van mijn hart. A l'homme de mon coeur" ("Al hombre de mi coraz¨®n").
A partir de ma?ana, la cripta estar¨¢ excepcionalmente abierta al p¨²blico 10 horas diarias, por lo que se espera nuevamente una enorme afluencia de p¨²blico. Los alrededores de la catedral de San Miguel, con las escaleras todav¨ªa cubiertas de coronas de flores, fueron tambi¨¦n lugar de peregrinaci¨®n.
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