Los 'ninjas' toman posiciones en Guinea Ecuatorial
Un nuevo cuerpo de seguridad se prepara para sustituir a la guardia pretoriana marroqu¨ª de Obiang "Hay un extra?o olor a sangre en el aire", dec¨ªa esta semana, en un suspiro, el dirigente del partido opositor Convergencia Para la Democracia Social (CPDS), Jos¨¦ Luis Nvumba desde Malabo. Buena parte de las embajadas extranjeras en la ex colonia espa?ola consideran exageradas estas premoniciones, pero admiten su "gran preocupaci¨®n" ante los ¨²ltimos tropiezos del proceso de apertura del presidente Teodoro Obiang. Una chispa, dicen, puede tener consecuencias irreparables en la crispada situaci¨®n creada por los planes del presidente Obiang de celebrar unas elecciones legislativas sin garant¨ªas democr¨¢ticas y el boicoteo al proceso con el que le ha castigado la poblaci¨®n. En el punto de mira est¨¢n los ninjas, el brazo armado de los J¨®venes Antorchas, entrenado por la cooperaci¨®n militar francesa para sustituir a la guardia presidencial marroqu¨ª, cuya "retirada temporal" anunci¨® ayer el propio presidente.
Guinea Ecuatorial nunca se libr¨® de la pesadilla de los centenares de asesinatos con que el presidente Francisco Mac¨ªas, elegido en las primeras y ¨²ltimas elecciones democr¨¢ticas de su pa¨ªs, quebr¨® en 1968 las ilusiones de la reci¨¦n estrenada independencia de Espa?a. Teodoro Obiang detuvo las matanzas con su golpe de libertad en 1979. Pero los guineanos nunca olvidaron que ¨¦l era sobrino y lugarteniente de Mac¨ªas, ni que ¨¦l era el responsable de los calabozos donde se consumaron la mayor parte de los atroces cr¨ªmenes. Con estas premisas era de esperar que los fantasmas de este pasado tan reciente volviesen a despertar.
"Quiz¨¢ ha llegado el momento que tanto tem¨ªamos", explicaba esta semana el abogado Jos¨¦ Luis Nvumba, activista del CPDS, uno de los m¨¢s destacados partidos de la oposici¨®n. Dirigentes de otros grupos tambi¨¦n expresaban su inquietud ante el revuelo que herv¨ªa en el palacio presidencial "por alg¨²n motivo relacionado con Defensa". Guinea es un peque?o pa¨ªs de apenas 550.000 habitantes donde es casi imposible guardar secretos. Y cuando en presidencia cunden los nervios, la poblaci¨®n teme ser el blanco inmediato de su incontrolable onda expansiva.
"A estas alturas, los guineanos no temen ni las detenciones, ni las palizas de la polic¨ªa", asegura en Madrid Luis Costart, el m¨¦dico espa?ol expulsado por el r¨¦gimen guineano hace una semana por ser amigo de un dirigente del legalizado CPDS. "El peligro es que en un estallido de violencia generalizado, los duros del r¨¦gimen barran a la oposici¨®n", a?ade. En su opini¨®n, "todo es posible desde que existen los ninjas".
Una odiosa fama
As¨ª es como se conocen popularmente los integrantes de un cuerpo de seguridad de reciente creaci¨®n. En su mayor¨ªa son adolescentes del entorno tribal del presidente Obiang que, en apenas unos meses, han cosechada una odiosa fama de indisciplinados y arrogantes. Es proverbial su afici¨®n por las pel¨ªculas de kung-fu, las borracheras y los ¨¦xtasis de la banga, la droga del pa¨ªs. Dependen de presidencia y no est¨¢n dispuestos a acatar ¨®rdenes ni observaciones de oficiales de otros cuerpos policiales. "Les ense?aron un poco de karate y se creen los amos del pa¨ªs", explica otro miembro de la colonia espa?ola en Guinea. El pasado 4 de junio fue la travesura de un ninja la que produjo un disparo accidental ante la Embajada espa?ola en Malabo.La cooperaci¨®n militar francesa es la que se ha encargado del entrenamiento, en la academia de Ekuku, en la zona continental, de este nuevo cuerpo de seguridad para que sustituya a los militares marroqu¨ªes que acudieron a Guinea, poco despu¨¦s del derrocamiento de Mac¨ªas, para hacerse cargo de la seguridad del nuevo presidente, que no confiaba en su propio. Ej¨¦rcito. La retirada de estos 300 militares -algunas fuentes dicen que son 600-, se ha convertido en el objetivo prioritario de los defensores de la apertura. "La retirada de toda la guardia marroqu¨ª es la condici¨®n indispensable para forzar a Obiang a aceptar el di¨¢logo con la oposici¨®n", explica otro diplom¨¢tico en Malabo.
En marzo, la llegada de un emisario del rey Hassan II de Marruecos a Malabo alent¨® la esperanza de que por fin hab¨ªa llegado el momento. Tras una nueva espera, dicen en c¨ªrculos diplom¨¢ticos que las presiones de EE UU sobre Rabat parecen ahora haber alcanzado el objetiva. Pero los ninjas empa?an lo que podr¨ªa ser el comienzo de una nueva era. "Aunque los marroqu¨ªes se vayan, los franceses se han encargado de que Obiang no se sienta desamparado", a?ade Nvumba. "La nuestra es una ayuda muy limitada", aseguran a este diario fuentes francesas al subrayar que su cooperaci¨®n policial tiene como objetivo "precisamente evitar desbordamientos y ba?os de sangre".
Mientras, los ninjas se han convertido en Guinea en el foco del resentimiento popular contra Francia y su apoyo al r¨¦gimen. Los reproches tambi¨¦n abundan entre los diplom¨¢ticos de Espa?a y EE UU, que no s¨®lo critican la aportaci¨®n de los instructores franceses, sino, sobre todo, los suministros de armas policiales a un "r¨¦gimen de reacciones imprevisibles".
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